FECHA DE ESTRENO
20 de Junio de 1986
TÍTULO ORIGINAL
The Karate Kid, Part II
DIRECCIÓN
John G. Avildsen
PRODUCCIÓN
Jerry Weintraub
GUION
Robert Mark Kamen
Robert Mark Kamen
REPARTO
Ralph Macchio (Daniel LaRusso),
Pat Morita (Keisuke Miyagi), Martin Kove (John Kreese), Nobu McCarthy (Yukie),
Tamlyn Tomita (Kumiko), Yuji Okumoto (Chozen), Joey Miyashima (Toshio), Marc
Hayashi (Taro), Danny Kamekona (Sato), Tony O’Dell (Jimmy), William Zabka
(Johnny Lawrence), Arsenio Trinidad (Ichiro), Chad McQueen (Dutch), Ron Thomas
(Bobby), Rob Garrison (Tommy)
CINEMATOGRAFÍA
James Crabe
BANDA SONORA
Bill Conti
DISTRIBUCIÓN
Columbia Pictures
Columbia Pictures
DURACIÓN
113 minutos
113 minutos
PRECEDIDA POR:
SUCEDIDA POR:
DANIEL LARUSSO: “Señor Miyagi,
cuando murió mi padre pasé mucho tiempo pensando que no había sido un buen
hijo. Me decía que podía haberle escuchado más, haber pasado más tiempo con él,
no sé… Tenía remordimientos porque él había hecho todo por mí, y yo nada por
él. Un día comprendí que había hecho lo mejor que podía hacer por él. Estuve
allí cuando murió, y le dije adiós, y apreté su mano.”
KEISUKE MIYAGI: “Chozen, eres
mejor alumno de tío. No deshonrar a él aquí.”
CHOZEN: “Tu alumno me deshonró a
mí. He perdido mi honor por culpa de él.”
DANIEL LARUSSO: “Te pido perdón
por lo que hiciera.”
CHOZEN: “Tus disculpas no me
devuelven mi honor.”
DANIEL LARUSSO: “Ni esto
tampoco.”
CHOZEN: “A sus ojos, sí. No más
palabras, cruza el puente o la mato.”
KEISUKE MIYAGI: “Daniel San, esto
no competición. Esto de verdad.”
Diez días después del estreno de “Karate Kid” se comenzó
a trabajar en una segunda parte. Los escritores se sintieron divididos sobre
que trama abordar en la segunda parte. Una de las ideas era mostrar la venganza
de Kreese tras la derrota que sus estudiantes sufrían en la primera parte, la
segunda era crear una historia en el pueblo natal de Miyagi. Se optó llegar a
un compromiso, optando por la idea de desarrollar la trama en el pueblo de
Miyagi, y así concentrarse más en su personaje en esta ocasión. Si la película
funcionaba, se crearía una tercera parte, donde explorarían la venganza de
Kreese.
Las secuencias iniciales de la película tienen lugar
inmediatamente después del final de la primera parte, con la intención de
enlazar ambas partes directamente. La escena inicial de Miyagi derrotando a
Kreese en el aparcamiento figuraba como el final de la primera película en su
guion. Sin embargo, dicha escena no se llegó a filmar, y se optó por hacerlo en
la segunda parte.
Existían otras escenas en el guion que no llegaron a filmarse
para la segunda parte. Una mostraba a un personaje misterioso llamado Webster
Miyagi que esperaba Miyagi fuera del edificio del torneo de Karate, y la otra
mostraba como Daniel y Ali rompían su relación cuando la muchacha decidía irse
a Europa durante el verano.
La mayor parte de la trama de la segunda parte tiene
lugar en Okinawa, lugar de nacimiento de Keisuke Miyagi. Se optó por rodar la
película en Oahu, Hawái, debido a que poseía un clima similar al de Okinawa,
así como una población procedente de allí, facilitando el rodaje en los Estados
Unidos. Originalmente, el equipo de producción tuvo la idea de que la actriz
británica, Lynne Frederick, interpretara el papel de Kumiko, nuevo interés
romántico de Daniel en la segunda parte. La propia Frederick, quien no había
aparecido en una película desde “El Prisionero de Zenda” (1979), había estado
planeando un regreso a la gran pantalla desde hacía bastante tiempo. La idea
original era la de que el personaje de Kumiko fuera mitad inglesa, mitad
japonesa, adoptada por su tía en Japón.
Frederick mostró interés en el guion,
pero lo descartó al optar por concentrarse en su papel como madre, ya que había
dado a luz un año atrás.
Cuando Daniel y Miyagi son transportados en el coche de
Chozen al llegar a Okinawa, Chozen enciende la radio del coche conectando con
una emisora que tiene puesta la canción “Fascination”. Esa es la misma canción
con la que Ali y Johnny estaban bailando en el club country de la primera
película. La canción principal de la segunda parte fue “Glory of Love” de Peter
Cetera, la cual se convirtió en número uno en los Estados Unidos, llegando a
recibir una nominación a los Oscars como Mejor Canción. Perdió la estatuilla
contra la canción “Take my Breath Away” de la película “Top Gun”. La película
consiguió repetir el éxito de su predecesora, logrando llegar a recaudar
incluso más dinero en taquilla. A pesar de esto, la crítica se mostró dividida
a la hora de juzgarla.
La primera película de la saga la tuve que alquilar en video, pero
acudí a ver esta segunda parte al cine, en compañía de mi primo. Esto ocurrió
en mi ciudad natal, en unos cines que ya ni siquiera existe y que se
encontraban cerca de mi casa. Debo de decir que esta fue una de esas ocasiones
en las que la segunda parte de una saga me pareció mucho mejor que la primera.
Con esto no desmerezco la primera parte, que me sigue pareciendo una gran
película, pero la secuela me sorprendió mucho más y de distintas maneras.
Comenzaré con el hecho de que la historia se centra más en el
personaje de Pat Morita, que siempre me ha parecido el más interesante de toda
la saga. La primera película apenas nos revelaba información sobre su pasado,
pero en esta ocasión tenemos la oportunidad de adentrarnos en el mismo con
pleno detalle. Si el actor me había impresionado en la primera parte, en esta
ocasión fue mucho más allá mostrándonos sus vulnerabilidades, su sentido del
honor y su capacidad de sacrificio personal. Me sorprendió que fuera nominado
para la primera parte, y no lo fuera para la segunda.
Al mismo tiempo, la película desarrolla de forma más efectiva como
maestro y pupilo van mostrándose más cercanos, superando una relación padre e
hijo. Una escena conmovedora la encontramos en el momento en el que el
personaje de Macchio consuela al de Morita tras perder a su padre. La película
también muestra otras múltiples relaciones, siendo la más interesante la de Sato
y Chozen come contrapartida del resultado de una enseñanza vengativa sobre un
joven. Añadido a esto, la película se sumerge en un ambiente completamente
diferente a nivel cultural. El espectador aprende estos aspectos a través del
personaje de Daniel, quien los experimenta por primera vez. Al mismo tiempo, el
karate se encuentra en un contexto dramáticamente real y cultural, muy alejado
de las competiciones de la primera parte. El contexto se aleja de los
conflictos adolescentes, sumergiéndose en problemas más adultos, lo cual
también ayuda a enriquecer al personaje de Daniel.
La película me pareció tan excepcional que me pareció un error
crear una tercera parte, la cual quedó muy por debajo del nivel de esta segunda
parte, la cual debería haber sido conclusiva. Quizás lo más acertado habría
sido dejar esta historia para la tercera parte, y haber tomado la venganza de
Kreese como argumento de la segunda.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
Tras haber ganado el torneo, Daniel y el Señor Miyagi se
encuentran a John Kreese agrediendo a Johnny Lawrence por haber perdido, en el
aparcamiento. Miyagi se enfrenta a Kreese logrando esquivar sus ataques, y
logrando derrotarle sin apenas esfuerzo. Daniel se percata de que su maestro
podría haber matado a Kreese, pero Miyagi le hace ver que el peor castigo para
un hombre incapaz de perdonar es la vida. Seis meses después, Daniel acude a
Miyagi tras descubrir que Ali le ha dejado por un jugador de football de la
Universidad de California. El joven tampoco está entusiasmado con los planes
que tiene su madre de pasar todo el verano en Fresno.
Miyagi sorprende a Daniel
explicándole que ha hablado con su madre, quien no ha puesto pegas a que Daniel
pase el verano con él. Sin embargo, Miyagi recibe una carta que le comunica que
su padre se está muriendo, por lo que debe cancelar sus planes de verano con
Daniel, para acudir a Okinawa.
En el último instante, Daniel decide acompañar a su maestro,
usando el dinero de su universidad para el billete. Durante el viaje, Daniel
descubre los motivos por los que Miyagi abandonó Okinawa. Miyagi había estado
enamorado de una mujer llamada Yukie, quien a su vez estaba prometida para
casarse con Sato, hijo del hombre más rico del pueblo y el mejor amigo de
Miyagi. Sato y Miyagi habían estudiado karate juntos bajo las enseñanzas del
propio padre de Miyagi. Este hecho desafiaba la tradición de que el karate
debía ser transmitido directamente de padres a hijos. Cuando Miyagi anunció su
deseo de casarse con Yukie, Sato sintió que su honor había sido insultado por
Miyagi, por lo que le retó a una lucha a muerte. Negándose a enfrentarse a su
mejor amigo, Miyagi abandonó Okinawa, dejando a Yukie y su padre atrás.
Maestro y alumno llegan al aeropuerto en Okinawa, donde son
recibidos por un joven llamado Chozen Toguchi. Este resulta ser el sobrino y
aprendiz de Sato, y les lleva a uno de sus almacenes. Una vez allí, Miyagi y Daniel
son recibidos por Sato, quien no ha olvidado su contienda con Miyagi. Comprendiendo
el motivo de su visita, Sato consiente que Miyagi acuda al encuentro de su
padre, exigiendo que ambos se enfrenten después. Miyagi continúa negándose a
enfrentarse a su antiguo amigo, ante lo que Sato le llama cobarde y abandona
junto a Daniel para que tengan que ir andando hasta el pueblo. Una vez llegan
al pueblo, son recibidos por Yukie y su sobrina Kumiko. La atracción entre
Daniel y Kumiko es inmediata. Miyagi descubre que Sato se ha convertido en un
rico industrialista cuyas embarcaciones han acabado con toda la pesca local,
empobreciendo a los habitantes del pueblo, que se han visto obligados a recurrir
a trabajos de granjeros para sobrevivir. Los aldeanos tienen que alquilar su
propiedad a Sato, quien es dueño de todo el pueblo.
Yukie también revela que
debido a su amor hacia Miyagi, nunca se casó con Sato.
El padre de Miyagi fallece, fracasando en un último intento de que
Miyagi y Sato se reconcilien. Sin embargo, como muestra de respeto, Sato le
concede a Miyagi tres días de luto, tras los cuales ambos deberán enfrentarse.
Miyagi comienza a entrenar a Daniel de nuevo, introduciéndole al secreto del
karate en su familia. Este basa en un tambor de mano que se golpea
intermitentemente una y otra vez. Esta técnica representa el bloqueo y defensa
que Daniel debe comenzar a practicar. Más adelante, Daniel observa a Miyagi y
Yukie realizando la ceremonia del té; y Kumiko le explica que es un símbolo de
que están renovando su amor. Las cosas se complican cuando Daniel revela que
Chozen lleva a cabo negocios ilegales con los aldeanos. Chozen le acusa de
haber insultado su honor y le golpea. En otra ocasión, le reta a romper seis
bloques de hielo de un solo golpe. Miyagi acepta la apuesta en nombre de su
alumno, y aunque Chozen no puede cubrir la apuesta, Sato accede a hacerlo para
no deshonrar a su familia.
Daniel consigue romper los seis bloques. Al mismo
tiempo, Daniel y Kumiko se van enamorando, y la joven le muestra un antiguo
castillo donde se celebraban danzas clásicas japonesas, y que se está
deteriorando. Kumiko también le explica su sueño de estudiar danza.
Sin embargo, las cosas continúan empeorando cuando los tres días
de luto concluyen y Miyagi sigue negándose a luchar contra Sato. Chozen y sus
matones acuden al dojo de la familia de Miyagi donde someten a Daniel a una
paliza y comienzan a provocar destrozos. Miyagi llega a tiempo de derrotar a Chozen
y sus matones con facilidad. Sin embargo, al darse cuenta de que ha puesto en
peligro a Daniel, se da cuenta de que ha llegado el momento de volver a casa.
Para evitar esto, Sato le advierte que si se marcha someterá a los aldeanos a
innumerables penurias, e incluso llegará a expulsarlos para reurbanizar el
pueblo. Miyagi accede al combate con la condición de que gane quien gane, Sato
entregara las tierras del pueblo a los aldeanos; y Sato accede.
El día en que la lucha debe tener lugar, Daniel y Kumiko realizan
la ceremonia del té, que culmina con un beso. Poco después, un tifón asola el
pueblo y los aldeanos acuden a un refugio, pero Sato se encuentra todavía en el
dojo de su familia. El tifón asola el dojo y Miyagi y Daniel acuden al rescate
de Sato. Miyagi logra partir una viga de madera para liberar a Sato, quien
pensaba que su amigo se aprovecharía de la situación. Daniel acude al rescate
de una niña atrapada en la torre de la campana; y Sato le ordena a Chozen que
le ayude. Sin embargo este se niega debido al rencor que siente hacia Daniel.
Como gesto de gratitud, Sato ayuda a Daniel a rescatar a la niña. Tras
lograrlo, Sato reniega de Chozen por su falta de honor, y este escapa
corriendo. A la mañana siguiente, Sato regresa con su equipo para ayudar con
las reparaciones del pueblo, y devuelve las propiedades a los aldeanos. Daniel
le pide a Sato que el Festival O-bon se celebre en el castillo, y Sato accede
con la condición de que Daniel baile con ellos. De esta forma, Sato y Miyagi
recuperan su amistad.
Durante el festival, Kumiko realiza una danza tradicional que es
interrumpida por Chozen, quien la mantiene como rehén a punta de navaja. Sato
intenta razonar con su sobrino explicándole que estaba equivocado, y que el
odio no conduce a nada. Sin embargo, Chozen le recuerda que ha renegado de él,
y que ya no tiene por qué escucharle. Sediento de venganza y con deseos de
restaurar su honor, Chozen amenaza con matar a Kumiko si Daniel no accede a
luchar a muerte contra él. Daniel accede y Miyagi le recuerda que en esta
ocasión no se trata de una competición. La pelea comienza, y Daniel acaba por
verse casi derrotado, ya que ni siquiera la técnica de la grulla logra ser
efectiva. En ese momento, Miyagi comienza a utilizar su tambor de mano, así
como el resto de los asistentes al festival. Cuando Chozen está a punto de
acabar con Daniel, el muchacho utiliza la técnica del tambor aprendida de
Miyagi, logrando bloquear sus ataques y contrarrestándolos. Daniel derrota a
Chozen, quien le pide que acabe con su vida. Sin embargo, Daniel se niega
siguiendo el ejemplo de su maestro. Daniel abraza a Kumiko, mientras Miyagi le
observa con orgullo.
ESCENA
Lucha final a muerte entre Daniel y Chozen, los finales eran los momentos más míticos de esta saga.
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