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miércoles, 22 de abril de 2020

FANNY Y ALEXANDER

FECHA DE ESTRENO
17 de Diciembre de 1982
TÍTULO ORIGINAL
Fanny och Alexander
DIRECCIÓN
Ingmar Bergman
PRODUCCIÓN
Jörn Donner
GUION 
Ingmar Bergman
REPARTO
Bertil Guve (Alexander Ekdahl), Pernilla Allwin (Fanny Ekdahl), Ewa Fröling (Emilie Ekdahl), Erland Josephson (Isak Jacobi), Jan Malmsjö (Obispo Edvard Vergérus), Jarl Kulle (Gustav Adolf Ekdahl), Mona Malm (Alma Ekdahl), Allan Edwall (Oscar Ekdahl), Börje Ahlstedt (Carl Ekdahl), Christina Schollin (Lydia Ekdahl), Kerstin Tidelius (Henrietta Vergérus), Hans Henrik Lerfeldt (Elsa Bergius), Marianne Aminoff (Blenda Vergerus), Stina Ekblad (Ismael Retzinsky), Mats Bergman (Aron Retzinsky)
CINEMATOGRAFÍA
Sven Nykvist
MÚSICA
Daniel Bell
DISTRIBUCIÓN
Sandrew Film & Teater
DURACIÓN
312 minutos

EDVARD VERGÉRUS: “¿Puedes decirme, puedes quizá explicarme lo que es mentira y lo que es verdad? ¿Puedes? Crees que es una pregunta estúpida, y sí que lo es. No era más que una broma. Naturalmente tú sabes lo que es mentira y lo que es verdad. ¿No es así?”
ALEXANDER EKDAHL: “Mm.”
EDVARD VERGÉRUS: “Estupendo, estupendo muchacho. Y también sabes, claro, por qué se miente. ¿No? Dime, ¿Por qué se miente? ¿Por qué se miente, Alexander? ¿Puedes explicarme por qué se miente?”
ALEXANDER EKDAHL: “Pues porque no se quiere decir la verdad.”
EDVARD VERGÉRUS: “Una respuesta astuta, mi joven amigo, pero no te dejaré escapar con ella. Así que contéstame a esto. ¿Por qué no se dice la verdad?”
ALEXANDER EKDAHL: “No lo sé.”
EDVARD VERGÉRUS: “Tenemos mucho tiempo Alexander. Y estoy tan interesado en tu respuesta que estoy dispuesto a esperar indefinidamente. No te lo creerás, pero es la verdad.”
ALEXANDER EKDAHL: “Se miente para obtener una ventaja.”
EDVARD VERGÉRUS: “Buena respuesta muchacho, buena y concisa.”

CURIOSIDADES
Ingmar Bergman concibió la trama de la película mientras trabajaba en otra de 1980 titulada “De la Vida de las Marionetas”. Escribió el guion en la isla sueca Fårö durante el verano de 1979. Su intención era que fuera su última película, aunque siguió escribiendo varios guiones y dirigió proyectos para la televisión. El guio era en parte autobiográfico, ya que deseaba intentar mostrar los mejores recuerdos de lo que consideraba había sido una infancia feliz y privilegiada. El propio personaje de Alexander representaba una versión del joven Ingmar, y sus recuerdos de la casa de su abuela fueron una inspiración esencial. Al hablar de su infancia, Bergman confesaba que le resultaba difícil diferencias la fantasía de la realidad. Si se esforzaba, era quizás capaz de aferrarse a la realidad, pero había espectros y fantasmas. Sin embargo, los Ekdahl no eran una imagen exacta de los Bergman. 
La relación de Ingmar con su hermana Margareta durante la infancia si se mostraba en la de Fanny con Alexander. Sin embargo, a pesar de que el nombre de la niña figura en el título, el personaje apenas tiene protagonismo. Emilie también creada inspirándose en su madre. El padre de Ingmar y Margareta era un estricto pastor luterano llamado Erik Bergman. El personaje del Obispo Edvard se basó en él. Al igual que con Edvard, Erik había sido criado en una familia en la que prácticamente todas eran mujeres. Erik e Ingmar a menudo tuvieron conflictos acerca de la verdad y la honestidad, tal y como se muestra en la relación entre Edvard y Alexander. La historia que Alexander se inventa sobre ser vendido a un circo es real, ya que Ingmar la contó y recibió el mismo sermón por parte de su padre, que de nuevo reflejo con el personaje del Obispo. Sin embargo, Ingmar Bergman también ha admitido que hay muchos más aspectos de sí mismo que se pueden encontrar en el Obispo. El director describió al personaje como un atormentado por muchos demonios personales, que apenas se abordan.
Bergman le propuso el proyecto al productor Jörn Donner, que accedió a proporcionar el presupuesto si toda la producción y diseño de vestuario eran suecos. La producción fue concebida como una miniserie de televisión, y en esa versión tuvo una duración de alrededor de trescientos minutos. Se creó una versión cortada de tres horas para el cine, que al final fue la primera en ser estrenada. Fue después de que la versión cortada estuviera en los cines, que se estrenó la miniserie completa. La versión completa fue también mostrada en los cines posteriormente, y es una de las películas más largas en la historia del cine. La película abordó temas como el conflicto familiar, el cristianismo y judaísmo, la magia y la realidad, y el mundo sobrenatural. Uno de sus más elogiados logros fue el combinar todos estos temas de forma natural y fluida.
La película logró hacerse con cuatro Oscars a la Mejor Película Extranjera, Mejor Cinematografía, Mejor Diseño de Producción y Mejor Vestuario. Ingmar fue nominado como Mejor Director, pero perdió la estatuilla contra James L Brooks por “La Fuerza del Cariño” (1983). 
La película también fue nominada por el Mejor Guion Original, perdiendo contra “Gracias y Favores” (1983).

NOTA PERSONAL
La verdad es que es misión imposible analizar esta obra maestra, que he dado en definir como una cebolla infinita. No importa cuántas veces la he visto, siempre me fijo en detalles nuevos y aspectos que interpreto de forma diferente. La película se sostiene por sí misma, pero al mismo tiempo permite que el espectador realice sus propias interpretaciones. Hay dos aspectos que destacaré a falta de espacio para realizar un análisis más extenso. El primero es la relación entre Alexander y el Obispo, pues vi la película completa en formato de serie cuando era un niño, y esos momentos me aterrorizaban. El segundo es ese aspecto sobrenatural que está siempre presente, y que en ocasiones se analiza como un equilibro entre la realidad y la imaginación.
Lo curioso del personaje de Alexander, es que al principio de la historia resulta irritante y hasta excesivamente mimado. 
Eso es algo que no encontré con Fanny, a quien veía más centrada y más adorable. A pesar de que Alexander no me cayó bien al principio, su relación con el Obispo hizo que esa percepción cambiara de inmediato. Esto ocurre con todos los personajes de la obra, a veces estas de su lado, otras no los comprendes, y en otras te exasperan y producen rechazo. Gran acierto, pues no hay ser humano perfecto, y todos tenemos altibajos. Si bien el Obispo resulta aterrador, Emilie también fracasa como madre y su debilidad provoca que sus hijos queden sometidos a esa maldad. Todos los personajes acaban resultando ser fascinantes por estos altibajos.
La película tiene tres fases que muestran un mundo familiar de felicidad, la caída hacia un mundo estricto, austero y miserable, y el retorno a esa felicidad previa. Sin embargo, en esa tercera fase se deja claro que ese retorno no es al mismo principio. Los personajes han cambiado, y el fantasma del Obispo siempre estará ahí. Durante todo el viaje, la magia, lo sobrenatural y los fantasmas incrementan su presencia cada vez más. 
Yo siempre he preferido pensar en lo sobrenatural sobre la imaginación. No hay una explicación definitiva. Cada vez que observo estos eventos sobrenaturales, se me ocurren distintas formas de interpretarlos, lo que hace que la película sea genial.
En términos generales, y no quiero seguir extendiéndome, considero que estamos ante una obra maestra y, aunque puedo entender que no sea para todos, a mi me sigue fascinando.

HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)
Es el año 1907 de una ciudad de Suecia, done la adinerada familia Ekdahl reside y dirige un teatro que les proporciona bastantes beneficios. Alexander es un joven niño que tiene una hermana menor llamada Fanny. Ambos son hijos de Oscar y Emilie Ekdahl. Alexander tiene una vivida imaginación, la cual no queda claro sea responsable de las visiones que sufre en la mansión familiar. Helena Ekdahl es la abuela viuda de los niños y se encarga de supervisar las preparaciones para la celebración de la Navidad, a la que los miembros de la familia acudirán. 
Tras interpretar una obra navideña, la familia Ekdahl se reúne para la gran fiesta de Navidad. Allí acuden los hermanos del padre de Alexander, Carl y Gustav, con sus respectivas esposas Lydia y Alma, y sus hijos. A la fiesta también acude un amigo de la familia llamado Isak Jacobi, un judío con quien Helena mantiene una relación de fuerte amistad. Gustav y Alma tienen una buena y cariñosa relación, a pesar de que ella es consciente de las aventuras de Gustav con el servicio. Para Alma esas aventuras resultan divertidas, y prefiere quedarse con el hecho de que su marido es bueno con ella. Carl y Lydia mantienen una relación tensa debido al fracaso del primero, que no deja de perder dinero a pesar de los préstamos de Helena. Carl constantemente desprecia a Lydia a pesar de la comprensión que ella muestra.
Durante el ensayo de una obra, Oscar sufre un ataque al corazón que le deja postrado en la cama, hasta que termina por fallecer. Alexander queda impactado ante la muerte de su padre, que tiene lugar justo después de que coja su mano para despedirse. 
Emilie también queda devastada y durante la noche que vela el cuerpo de su difunto marido, despierta a Fanny y Alexander al proferir constantes gritos de dolor. Durante el funeral de Oscar, Emilie conoce al Obispo Edvard Vergérus que oficia la ceremonia. Tras la comida después del funeral, Alexander y Fanny tienen una visión de Oscar tocando el piano. Emilie continúa visitando a Edvard en busca de consejo espiritual y apoyo. Tiempo después, Emilie lleva a Alexander ante Edvard que elogia sus buenos resultados académicos, aunque aborda el hecho de que ha estado mintiendo en el colegio. El director ha escrito a su madre informando de que Alexander ha estado contando que le había vendido a un circo ambulante. Tras hacer que el joven se disculpe ante su madre, esta comunica a los dos hermanos que ha aceptado casarse con Edvard, que también es viudo. Justo después del anuncio, Alexander vuelve a tener una visión de su padre mientras los cuatro rezan por la nueva familia.
Emilie y sus hijos se mudan a un antiguo y austero castillo que servirá como residencia para la familia. Allí conocen a su madre, hermana y tía enferma que permanece postrada en cama. Edvard le pide a Emilie que cuando se instalen en el castillo dejen todas sus pertenencias, costumbres e ideologías para entrar en su nueva vida. Sintiéndose vacía, Emilie no tiene dificultad en aceptar las condiciones, pero le pide que deje que prepare a los niños para dicho cambio de austeridad. La boda tiene lugar y Alexander vuelve a tener una visión de su padre durante la ceremonia. Helena se muestra preocupada por los niños, y no cree que el matrimonio pueda durar, aunque Gustav está convencido de que les irá bien. Henrietta, hermana de Edvard, es la primera en chocar con Emilie durante la primera comida de la familia, al ver que los niños no tienen apetito. Henrietta señala los deberes que los niños deberán cumplir, viviendo en la casa. Deberán permanecer en la mesa hasta acabar la comida, y levantarse a las seis de la mañana incluso los domingos. Esto provoca que Emilie se enfrente a ella de nuevo, e incluso a su madre Blenda cuando interviene. 
Fanny y Alexander también son informados de que el Obispo y sus dos hijos perecieron al ahogarse en el río. Emilie está convencido de que tanta austeridad será rebajada con el paso del tiempo, pero los niños consideran que tienen un padrastro horrible y no lo ven tan posible al comprobar que sus ventanas tienen rejas. En su casa, Helena tiene una visión de su fallecido hijo Oscar, con quien conversa sobre el paso del tiempo. Oscar confiesa estar deprimido por los niños, lo cual preocupa a Helena todavía más.
Ha pasado un año, y nada ha cambiado. En el castillo, la sirvienta Justina se encarga de llevar la comida a los niños, y les cuenta que la relación entre el Obispo y su anterior esposa era peor. También que tras la muerte de su familia, cosas extrañas han estado ocurriendo en el castillo. Alexander asegura haber tenido una visión de la fallecida mujer y sus hijas, y que estas le narraron como intentaron escapar al quedar encerradas durante tres días, ahogándose en el intento. Justina comunica esta historia al Obispo, que convoca a los niños a su presencia en plena noche. 
Alexander niega haber contado esa historia, y Fanny niega haber escuchado nada. El Obispo le hace jurar sobre la Biblia que dirá la verdad, y el niño declara creer que Edvard le odia. El obispo niega odiarlo y le muestra tres posibles castigos si no dice la verdad, golpes, aceite de ricino o un cuarto oscuro con ratones. Alexander confiesa haber mentido y escoge los diez golpes con una vara. Fanny es testigo del crudo castigo, que continua cuando Alexander se niega a pedir perdón.
Emilie visita a Helena y le comunica la terrible situación que viven. También le cuenta que le pidió el divorcio, y Edvard se lo denegó explicándole que si le dejaba, la custodia de los niños pasaría a ser suya. Emilie también confiesa haber terminado por odiarle, y que a veces teme cometer algún acto del que se arrepienta, y que espera un hijo suyo. Nada más volver al castillo, Emilie le arrebata a Henrietta la llave del desván donde ha dejado a Alexander encerrado, y es testigo del castigo al que el niño ha sido sometido. Preocupada por sus nietos, Helena le pide ayuda a Isak Jacobi para rescatarlos. 
Isak visita el castillo asegurando querer comprar un arcón, que se había negado a comprar en el pasado. Mientras el Obispo cuenta el dinero y firma el contrato de compra, Isak saca a los niños de su cuarto y los oculta en el arcón. Justo después, Isak le muestra el arcón que resulta estar vacío. Edvard agrede a Isak, acusándole de intentar robar los niños. Al subir a comprobarlo, Isak exclama un grito, y el Obispo sufre una visión de los niños en el cuarto, que Emilie le prohíbe tocarlos.
Isak lleva a los niños a su tienda para mantenerles ocultos, con ayuda de sus sobrinos Aron e Ismael. Alexander explora la inmensa tienda, en la que vuelve a tener una visión de su padre. Éste le asegura que todo lo ocurrido no es culpa suya, y Alexander le indica que lo mejor sería que subiera al cielo. Oscar le indica que no debe sumirse en el rencor, y llevarse bien con la gente. Justo después, Aron le gasta una broma en la que se hace pasar por Dios usando una marioneta. Disculpándose, le explica que en la tienda pasan cosas raras, ya que Alexander creyó verle durmiendo poco antes. Al oir a Ismael cantando, Aron lleva a Alexander ante una momia que todavía respira y que tiene luz. Cuando la momia comienza mover el rostro, también lo hace el de la enferma tía Elsa en el castillo. 
Aron lleva a Alexander a conocer a Ismael, que le solicita que les deje solos durante media hora. Ismael puede leer sus pensamientos, y le indica a Alexander que son espantosos y hacen sufrir. Alexander ha estado obsesionado con el deseo de que el Obispo muera, e Ismael es capaz de leerlo en sus sentimientos. Ismael le indica que sus deseos se pueden hacer realidad, y guía sus pensamientos para que así suceda.
En el castillo, Edvard le comunica a Emilie que exigirá el retorno de los niños. Emilie le permite beber de su caldo, que toma contra el insomnio. Sin embargo, Emilie ha puesto un fuerte sedante en la taza. Mientras el Obispo se queda dormido, Emilie le indica que cuando despierte ella se habrá marchado a vivir con sus hijos y su familia. Edvard le promete que cambiara, pero al ver que Emilie no le cree le asegura que intentará arruinar su vida. Justo después de que se Emilie se marche, a tía Elsa tira una lámpara de petróleo al suelo provocando un incendio que la sume en llamas. Al recorrer el castillo en llamas para buscar la ayuda de Edvard, al que también sume en llamas acabando con su vida.
La policía visita a Emilie en casa de Helena para comunicarle el fallecimiento de su esposo. Ya libre de su yugo, Emilie tiene una hija y celebra su bautizo al mismo tiempo que Gustav celebra el de su hija con la doncella de la familia Maj. Emilie, Fanny y Alexander han recuperado la felicidad de sus antiguas vidas. Sin embargo, Alexander tiene una visión del Obispo que le golpea para tirarle al suelo, declarándole que nunca se librará de él. Emilie acude a hablar con Helena, que le confirma que el teatro es ahora propiedad suya. Emilie le regala una obra titulada “El Sueño”, y le sugiere que interprete un papel con ella. A pesar de que Helena considera que el actor es un misógino, comienza a leer la obra para Alexander, mostrando interés por la proposición de Emilie.

ESCENA
A falta de escenas, aquí dejo una de Alexander en el salón. ¿Es todo imaginación? ¿Hay algo más en la casa?.

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