11 de Marzo de 1977
TÍTULO ORIGINAL
The Many Adventures of Winnie the Pooh
DIRECCIÓN
John Lounsbery, Wolfgang Reitherman
PRODUCCIÓN
Wolfgang Reitherman
GUION
Larry Clemmons, Ralph Wright, Vance Gerry, Xavier Atencio, Ken Anderson, Julius Svendsen, Ted Berman, Eric Cleworth
Larry Clemmons, Ralph Wright, Vance Gerry, Xavier Atencio, Ken Anderson, Julius Svendsen, Ted Berman, Eric Cleworth
Basado en los cuentos populares
de A.A. Milne
REPARTO (VOCES)
Sterling Holloway (Winnie the Pooh), John Fiedler (Piglet),
Junius Matthews (Conejo), Paul Winchell (Tigger), Howard Morris (Gopher), Bruce
Reitherman (Christopher Robin), Ralph Wright (Igor), Hal Smith (Buho), Clint
Howard (Roo), Barbara Luddy (Kanga), Sebastian Cabot (Narrador)
CINEMATOGRAFÍA
Inaplicable
BANDA SONORA
Richard M. Sherman, Robert B. Sherman, Buddy Baker
DISTRIBUCIÓN
Buena Vista Distribution
Buena Vista Distribution
DURACIÓN
74 minutos
74 minutos
CLÁSICO ANTERIOR:
CLÁSICO SIGUIENTE:
TIGGER: “Lo que hay de prodigio
en los Tiggers es lo prodigiosos que son. De goma son sus cabezas, sus colas de
resorte son. Y bailan, brincan, saltan, botan cual jamás se vio. Lo más
prodigioso que tienen los Tiggers es que no hay más que yo. Sí, no hay más que
yo.”
CHRISTOPHER ROBIN: “Pooh. ¿Qué es
lo que más te gusta hacer en el mundo?”
WINNIE POOH: “Lo que más me gusta
es que yo te vaya a visitar, y que tú me digas, ¿quieres una probadita de
miel?”
CHRISTOPHER ROBIN: “También me
gusta eso, pero lo que más me gusta es no hacer nada.”
WINNIE POOH: “¿Y cómo haces
nada?”
CHRISTOPHER ROBIN: “Bueno, cuando
los adultos preguntan qué vas a hacer, y les dices nada. Luego sales y lo haces.”
WINNIE POOH: “Me gusta, vamos a
hacerlo siempre.”
CHRISTOPHER ROBIN: “¿Sabes una
cosa Pooh? Ya no voy a hacer nada solamente.”
WINNIE POOH: “¿No lo harás nunca
más?”
CHRISTOPHER ROBIN: “Bueno, no
demasiado. Pooh, cuando estés lejos haciendo nada, ¿vendrás aquí a veces?”
WINNIE POOH: “¿Venir yo solo?
¿Solo yo?”
CHRISTOPHER ROBIN: “Sí, y Pooh,
prométeme que no me olvidarás, nunca.”
WINNIE POOH: “Claro que no
Christopher, lo prometo.”
Se trata del vigésimo segundo Clásico Animado de Disney.
En realidad, la película fue un recopilatorio de tres cortos sobre Winnie Pooh,
personaje que protagonizaba los cuentos de Alan Alexander Milne. Dichos cortos
habían sido exhibidos en cines. “Winnie Pooh y el Árbol de la Miel” fue
exhibido en 1966, “Winnie Pooh y el Bosque Encantado” en 1968, y “Winnie Pooh y
Tigger También” en 1974. En ese sentido guarda parecido con las películas
paquete realizadas durante la Segunda Guerra Mundial, y que tenían una
animación menos elaborada por motivos meramente económicos.
Debido al éxito del
personaje entre los niños se decidió unir los tres cortos, y lanzarlos en modo
de largometraje en 1977.
Por este motivo es una de las últimas películas que fue
supervisada por Walt Disney. “Winnie Pooh
el Árbol de la Miel” fue emitido cuando Disney todavía vivía, y también
se encargó de supervisar la producción del “Winnie Pooh y el Bosque Encantado.
Para que los tres cortos lograran encajar como película fue necesario realizar
alteraciones en sus finales. Aunque la idea de Disney había sido crear una
película con una narrativa que se extendiera durante su duración, se optó por
unir los tres cortos considerando que otorgarían la oportunidad de que los
espectadores se familiarizaran con los personajes.
Milne había nombrado al personaje de Winnie Pooh
inspirándose en un osito de peluche de su hijo, Christopher Robin Milne, quien
a su vez fue la fuente de la creación del personaje de Christopher Robin en sus
cuentos.
Christopher visitaba a menudo el Zoo de Londres, donde a menudo veía a
un oso negro llamado Winnie; y conoció a un cisne llamado Pooh en sus
vacaciones. Por esto decidió nombrar a su osito Winnie Pooh. Los juguetes de
Christopher también nombraron a la mayoría de los personajes excepto Búho,
Conejo y Topo. De hecho, el personaje de Topo fue añadido por Disney. La razón
era que deseaba reemplazar a Piglet por Topo, y así lo hizo en el primer corto.
Sin embargo, para el segundo corto, se decidió incluir al personaje de Piglet,
que curiosamente se convertiría en uno de los más populares. El osito de
peluche de Christopher Robin Milne esta exhibido en la Biblioteca Pública de
Nueva York.
La escena del primer corto en la que Conejo utiliza el
trasero de Pooh para decorar su casa no era parte del libro, pero Disney
decidió incluirla y la consideró su escena favorita. Originalmente, el
personaje de Christopher Robin fue doblado por un actor diferente para cada
corto.
Al unir los cortos en una película, Timothy Turner se encargó de volver
a realizar el doblaje de todas sus frases para que su voz fuera consistente. Para
el personaje de Piglet, los animadores utilizaron gestos manuales y otros
movimientos para poder crear a un personaje expresivo. Esto se debía a que el
personaje tenía la apariencia de un peluche, así como Pooh, mientras el resto
de personajes se mostraban como animales.
Sin una animación destacable, aunque perfectamente funcional, este
clásico tiene unas características notorias que lo convierten en uno de los
mejores de Disney. Tenemos una serie de cortos que evocan a la niñez y la
inocencia de una forma extraordinaria. Yo siempre he sentido un alto grado de
añoranza hacia una época en la que nada era más importante que la imaginación,
la amistad y los juegos. Uno bien pudiera pensar que es una de las películas
más infantiles de Disney, sin embargo siempre he considerado que tiene la
capacidad de conectar perfectamente con el espectador más adulto.
Una de las curiosidades es que el film no contiene villano alguno,
ni siquiera un personaje de dudosa moral. La película mantiene la sencillez de
un cuento popular que narra aventuras entre un grupo de animales que son
amigos, y que son parte de la imaginación de un niño en su más tierna infancia.
Cada personaje está perfectamente desarrollado, con personalidades distintivas.
Personalmente, siempre he considerado a Tigger mi personaje favorito, y todavía
consigue arrancarme carcajadas cada vez que veo la película. En términos
generales, la película demuestra como historias con una narración sencilla
pueden entretener, divertir y en definitiva funcionar a la perfección.
Entrando en el personaje de Christopher Robin, siempre me ha
sorprendido que apenas tenga relevancia en la película. Me hubiera gustado que
sus intervenciones fueran más decisivas, y que se mostrara su necesidad de sus
amigos de peluche, mientras que siempre se muestra lo necesario que resulta él
para sus amigos imaginarios.
Sin embargo, es curioso que siga siendo el
personaje con el que siempre acabamos identificándonos, pues es la alegoría
viva de la niñez.
Hay otros detalles que siempre me han gustado en la película. En
particular disfruto del homenaje a los cuentos, ya que se nos narra la historia
a través de un libro que se ve a menudo en pantalla, y a cuyo paso de páginas
se hace referencia constantemente. Algunos de los diálogos son hilarantes, en
particular me encanta la escena entre el Búho y el Topo cuando hay que sacar a
Pooh de la madriguera. En definitiva, me parece uno de esos cuentos inmortales.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
La historia comienza mostrando la habitación de un niño llamado
Christopher Robin, quien posee varios animales de peluche con los que juega a
menudo en un mundo imaginario.
De todos los animales, su favorito es un oso de
peluche llamado Winnie Pooh, o solamente Pooh. El oso vive con el resto de sus
amigos en un imaginario bosque encantado.
Como todas las mañanas, Pooh hace unos breves ejercicios de
gimnasia, hasta que su estómago le señala que es la hora de comer. Pooh sale a
pasear en busca de miel, hasta que la presencia de abejas le hace deducir que
cerca tiene que haber miel. Pooh da con una colmena en el agujero de un árbol.
El oso comienza a trepar por el árbol, pero su falta de agilidad provoca que
acabe por caer del árbol, sobre un arbusto de espinas. Pooh comienza a pesar
que puede hacer, y decide pedirle ayuda a Christopher Robin. En ese mismo
momento, el niño se encuentra en otro lado del bosque ayudando al burro Igor,
quien ha perdido su cola. Christopher vuelve a colocarle la cola en presencia
de los canguros Rito y Canga, y el Búho. En ese momento llega Pooh, quien le
pide al niño que le preste su globo para que le lleve volando hasta la miel.
Christopher le intenta hacer ver que las abejas no le van a dejar llevarse la
miel.
Pooh le pide a su amigo que le lleve hasta una charca cercana, donde se
cubre de lodo. La idea del oso es hacerse pasar por una nube, y así poder
hacerse con la miel. Aunque Christopher no cree que sea una buena idea, decide
acompañarle. Cubierto de lodo y flotando en su globo, el oso llega hasta la
miel. Sin embargo, las abejas no se dejan engañar y comienzan a atacar a Pooh,
hasta que su globo se pincha, y el oso vuelve a caer.
Desesperado y con mucha hambre, Pooh decide visitar a su amigo Conejo,
que nunca es capaz de negarle comida. Conejo queda aterrado ante la visita del
oso, pues siempre saquea su despensa, pero no logra hacerle creer que no se
encuentra en casa. De esta forma, Pooh se zampa todos los tarros de miel de
Conejo. A la hora de marcharse, Pooh queda atascado en el agujero de la
madriguera de Conejo, quien corre a buscar la ayuda de Christopher Robin y el
resto de los animales. El niño intenta sacar a Pooh del agujero de la
madriguera, pero no lo consigue. Llega al lugar Topo, quien indica que no puede
cavar alrededor del agujero, pues la madriguera se derrumbaría.
Christopher
declara que Pooh debe pasar unos días a dieta para que puedan sacarle. Durante
esos días, el niño pasa tiempo con él, y Conejo impide que Topo le de miel para
comer. Llegado un día, Conejo observa que Pooh ya comienza a poder moverse.
Christopher llega con el resto de los animales, y todos comienzan a tirar del
oso. Todos tiran con tanta fuerza, que el oso sale disparado con gran velocidad
y acaba atascado en la colmena del árbol, la cual es abandonada por las
aterrorizadas abejas. Aunque Christopher le promete que le sacaran, Pooh está
encantado pues puede comerse toda la miel del árbol.
Otro día, durante una tarde de fuertes vientos, Pooh decide acudir
a visitar a su amigo Piglet. Pooh llega justo cuando una fuerte corriente de
viento se lleva a Piglet. El oso le agarra de la bufanda, pero esta se comienza
a deshilachar. Piglet coge el efecto de una cometa y arrastra a Pooh, ambos
quedando pegados a una de las ventanas de la casa de Búho, en lo alto de un
árbol. Búho les deja pasar, pero el fuerte viento termina por derrumbar su
casa.
Christopher acude al lugar, pero la casa ha quedado destrozada, y no
queda más remedio que comenzar una nueva casa. Esa misma noche, Pooh conoce a
un peculiar animal llamado Tigger, quien le visita al sentir hambre. Sin
embargo, a Tigger resulta no gustarle la miel, aunque antes de partir le
comunica a Pooh, que unas criaturas llamadas Efelantes, se dedican a robar la
miel durante las noches. Preocupado, Pooh comienza a montar guardia para proteger su miel. Sin
embargo, durante la larga vigía Pooh termina por quedarse dormido. Pooh tiene
una pesadilla en la que tiene un encuentro con los supuestos Efelantes, y su
supuesta afición por la miel. Pooh logra despertar cuando la tempestad es tal,
que su casa queda inundada.
Las fuertes lluvias inundan el bosque. Piglet queda sorprendido
por la inundación de su casa, y envía un mensaje pidiendo ayuda. Mientras
tanto, Pooh termina por caer en las corrientes de la riada que se ha provocado. Solo la casa de Christopher Robin
queda a salvo de las lluvias, y los animales acuden allí. El niño recibe el
mensaje de Piglet, y decide organizar un rescate.
Búho divisa a Piglet
corriente abajo en una silla, y a Pooh atascado en una vasija de miel. Ambos se
dirigen a una catarata por la que caen, y las corrientes les llevan a casa de
Christopher. El niño asume que el oso ha salvado a Piglet, y le proporciona una
fiesta de héroe. En ese momento, Igor llega para anunciar que ha encontrado una
casa para Búho, pero esta resulta ser la de Piglet. Al ver como Piglet está
decidido a darle su casa a Búho, Pooh decide que a partir de ese momento,
Piglet compartirá casa con él.
Otro día, Tigger dedica el tiempo a visitar a los animales del
bosque rebotando, y asustándoles en ocasiones. Tigger causa varios problemas,
destrozando la huerta de Conejo. Este decide convocar una reunión para buscar
una solución a la afición de Tigger por rebotar, con Piglet y Pooh. Los tres
deciden llevar a Tigger a dar un paseo durante un día de bruma intensa, y
cuando llega el momento lo abandonan para que se pierda, y así no pueda
provocarles más problemas.
Sin embargo, el plan les rebota y son Conejo, Pooh y
Piglet acaban perdidos en el bosque. Conejo intenta buscar el camino de regreso pero acaba perdido. Sin embargo,
el hambre hace que Pooh localice la salida de la bruma gracias a su estómago,
que actúa como brújula hacia la miel de su casa. Fuera de la bruma, encuentran
a Tigger, quien les asegura que encontrará a Conejo. Tigger localiza a Conejo,
y le lleva fuera de la bruma y de regreso a casa.
En un día de nieve, Tigger acude a recoger a Rito, el pequeño
canguro con quien le gusta a ir a rebotar. Ambos encuentran a Conejo patinando
en un lago congelado, con quien el apresurado Tigger choca. Más adelante,
Tigger queda atrapado en la copa de un árbol, y Christopher y los animales
acuden al rescate. Tigger promete que no rebotará más si le bajan. Sin embargo,
cuando Tigger logra bajar se pone tan triste que todos, incluso Conejo, le
levantan la promesa. De esta forma, todos regresan rebotando a casa. Unos días
más tarde, Christopher ha de abandonar el bosque, pues debe acudir al colegio.
El niño da un paseo con Pooh, pidiéndole que nunca le olvide.
ESCENA
Haciendo uso de un globo, y cubierto de barro, Pooh intenta
hacerse con la miel de las abejas sin resultado.
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