FECHA DE ESTRENO
20 de Diciembre de 1973
TÍTULO ORIGINAL
The Golden Voyage of Sinbad
DIRECCIÓN
Gordon Hessler
PRODUCCIÓN
Charles H. Schneer, Ray
Harryhausen
GUION
Brian Clemens, Ray Harryhausen
Brian Clemens, Ray Harryhausen
REPARTO
John Phillip Law (Simbad), Tom Baker (Principe Koura),
Takis Emmanuel (Achmed), Caroline Munro (Margiana), Douglas Wilmer (El Visir),
Grégoire Aslan (Hakim), David Garfield (Abdul), Kurt Christian (Haroun), Martin
Shaw (Rachid), Aldo Sambrell (Omar)
CINEMATOGRAFÍA
Ted Moore
BANDA SONORA
Miklós Rózsa
DISTRIBUCIÓN
Columbia Pictures
Columbia Pictures
DURACIÓN
105 minutos
105 minutos
PREDECIDA POR:
SUCEDIDA POR:
MARGIANA: “Me has buscado a mí, y
no a Koura. Entonces ha ganado la lucha.”
SIMBAD: “La lucha quizá.”
MARGIANA: “Y el premio.”
SIMBAD: “El premio no.”
MARGIANA: “Una corona de riqueza
incalculable…”
SIMBAD: “Eso no me importa.”
MARGIANA: “No lo entiendo.
Simbad, ¿por qué lo has hecho? Despreciar un reino e inmensos tesoros. ¿Por
qué?”
SIMBAD: “Adoro la libertad, y un
Rey no es libre. Hasta le dicen con quien ha de casarse.”
Se trata de la segunda película de la trilogía de Simbad
creada para Columbia Pictures, que fue precedida por “Simbad y la Princesa”
(1958), y sucedida por “Simbad y el Ojo del Tigre” (1977). Las tres películas
fueron concebidas por Ray Harryhausen, quien utilizó la técnica de animación
“stop motion” en color, conocida como Dynamation.
Los productores Charles
Schneer y Ray Harryhausen establecieron la producción de la película en España,
más concretamente en Madrid y la isla de Mallorca, para poder aprovechar sus
paisajes. En un momento dado se planteó la posibilidad de rodar algunas escenas
en los alrededores del Palacio La Alhambra. Sin embargo, los costes de alquiler
exigidos por las autoridades locales resultaron ser inaccesibles. Finalmente,
el equipo fue capaz de rodar en el Palacio Real de La Almudaina. Otras escenas
fueron roradas en las Cuevas de Artà, que sirvieron de ubicación del Templo del
Oráculo, y el Torrente de Pareis. El decorado en miniatura de la Fuente del
Destino fue bastante caro en relación a los efectos de fotografía. Los
monolitos tenían ochenta centímetros de altura y la fuente se mantenía a una
altura de ciento treinta centímetros de forma constante. El fondo rocoso tenía
más de cuatro metros y medio de altura y todo el decorado estaba construido
sobre una plataforma de madera.
Ray Harryhausen confesó que a la hora de animar al
centauro, tenía en mente a un tenor de opera en sus últimos momentos
agonizantes. El modelo del centauro tenía una altura de treinta y tres
centímetros, y estaba dotado de pelaje de ocelote en sus piernas y un pequeño
ojo de muñeca en su frente. El barco de la película era en la mayoría de las
ocasiones un modelo, pero el equipo utilizó una imitación a escala real para
algunas de las escenas, como la que mostraba como acababa hundiéndose en el
océano. Antes del proceso de producción, Harryhausen también estaba preparando
un Proyecto titulado “King of the Geniis”, que incluiría al personaje de Simbad
así como dinosaurios. Harryhausen creó un poster y tres dibujos clave, pero
nunca llegó a producir el proyecto debido a su fracaso de taquilla con la
película “El Valle de Gwangi” (1969). Las ideas que tenía para dicha película
fueron incorporadas a “El Viaje Fantástico de Simbad”. Por otro Entre esas
ideas sobrantes, existía una ilustración de un centauro con un solo ojo que se
enfrentaba a una criatura gigante semejante a un Neandertal, que acabó siendo
reemplazada por un grifo.
La idea del Neandertal sería incorporada a la tercera
película de la trilogía “Simbad y el Ojo del Tigre” (1977).
En la escena en la que Simbad atraviesa el cuello del
centauro con su espada, se utilizó un proceso denominado “Shadow Boxing”, o
boxeo con un contrincante imaginario. John Phillip Law, que interpretaba a
Simbad, interpretó la escena en solitario, apuntando con su espada a
determinados lugares. Tras esto, se añadió el cuello del centauro a ese lugar
señalado. Fernando Poggi contribuyó con sus amplios conocimientos de esgrima para
las secuencias de uso de espadas. Fue Poggi quien tuvo la idea de atar a dos
especialistas con un gran cinturón para simular los seis brazos de la estatua
viviente de Kali. Sin embargo, otras escenas no pudieron llegar a realizarse; y
se eliminó una secuencia que tenía lugar en el Valle de las Víboras. La escena
habría incluido tanto serpientes reales como serpientes gigantes animadas. Sin
embargo, el productor Charles H. Schneer tenía pánico a las serpientes, y llegó
a argumentar que la escena disgustaría a mujeres embarazadas.
John Phillip Law reemplazó a Kerwin Mathews interpretando
a Simbad. Robert Shaw deseaba el papel desesperadamente, pero fue apaciguado
recibiendo el papel del Oráculo, que terminó por no ser acreditado. Su rostro
fue cubierto de gran cantidad de maquillaje y su voz alterada electrónicamente
por un ingeniero de sonido. Con la película, Harryhausen quiso pagar tributo a
la película “El Ladrón de Bagdad” (1940), que le había servido de inspiración.
Ambas obras tenían el mismo compositor, y la escena del baile de Kali copiaba
muchos movimientos del robot que había sido utilizado en el film de 1940. A la
hora de crear los decorados hindús de Lemuria, Harryhausen también se inspiró
en el templo de estilo hindú que aparecía en la mencionada película. También
había más ecos e influencias en la obra de Harryhausen.
No me cansaré de decir que soy un gran fan del trabajo de
Harryhausen y sus criaturas creadas mediante “stop motion”.
Siempre he
considerado que esos efectos tienen un toque de nostalgia que se echa de menos
a día de hoy. Dicho, esto creo que esta película de Simbad superaba con creces
a “Simbad y la Princesa” de 1958. En está ocasión tenemos un viaje mucho más
interesante, con aventuras y peligros entretenidos, un gran villano, y lo más
importante, unos monstruos geniales basados en diferentes tipos de mitología.
John Phillip Law resulta más efectivo como Simbad, aunque me quedó
con personajes como el Príncipe Koura, un villano sencillamente perfecto. De
todas las criaturas, la que más me impresionó fue Kali, y su batalla de esgrima
contra los hombres de Simbad. Sin embargo, también me quedé impresionado con el
trabajo de la Sirena mascarón de proa, o el Centauro y el Grifo. Quizás me
defraudó un poco el personaje de Margiana, ya que las visiones del comienzo del
film parecían señalar que iba a tener un papel más importante que el de ser
rescatada constantemente.
Sin embargo, la película funciona a la perfección, proporcionando
grandes momentos de acción y misterio. Cada vez que veo las películas de Simbad
recuerdo cuando era niño, época en la que las descubrí, y soñaba con embarcarme
en viajes plagados de criaturas extrañas y grandes aventuras.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
Durante una de sus travesías, el Capitán Simbad observa como una
criatura alada lleva un amuleto dorado. Uno de sus hombres, Omar, dispara una
flecha sobre la criatura, que deja caer el amuleto en la cubierta del barco. Al
recoger el amuleto, Simbad sufre una visión de una misteriosa joven con un ojo
pintado en su mano derecha, y decide colgarse el amuleto al cuello. Esa misma
noche, Simbad vuelve a soñar con la joven y con un hombre misterioso vestido de
negro y con la cara cubierta, que le llama por su nombre. Durante su sueño se
desata una gran tempestad que provoca que su barco cambie de curso. Al día
siguiente, el barco se encuentra llegado a las costas de Marabia.
Simbad decide
nadar hasta la costa, mientras sus hombres se encargan de hacer llegar el barco.
Una vez en la cosa, Simbad se encuentra con un hombre vestido de negro que
descubre su rostro, y le acusa de haberle robado el amuleto, el cual estaba
siendo transportado por la criatura alada para serle entregado. Simbad logra
escapar del misterioso hombre negro hasta una ciudad cercana. Los habitantes de
la ciudad reconocen al hombre como el Príncipe Koura, al que intentan en vano
apresar ya que Koura tiene poderes que hacen que caiga el rastrillo de la
fortaleza. Koura regresa con su servidor Acme así como su espía, la criatura
alada.
En la ciudad, Simbad es recibido amistosamente por el Gran Visir
de Marabia, quien oculta su rostro con una máscara dorada. El Visir le explica
que el país se ve bajo el poder de un maleficio de Koura. Nombrado Gran Visir
tras la muerte del Sultán, también le muestra un mural con varios símbolos
borrosos. Al morir el Sultán, cayó una gran bola de fuego sobre el lugar, obra
de Koura, dejando el rostro del Visir desfigurado.
El amuleto de Simbad es una
pieza de un puzle, y el Visir tiene otra pieza que encaja perfectamente. Falta
todavía una pieza, que al unirse a las dos revelara el poder necesario para
derrotar a Koura. El mural resulta ser un mapa que marca la ruta a una isla,
donde posiblemente se encuentre la tercera pieza. Toda la conversación es
escuchada por la criatura alada de Koura. Simbad y el Gran Visir descubren a la
criatura, en realidad un homúnculo volador, y aunque logran destruirla se
percatan de que Koura ya lo ha descubierto todo, y competirá con ellos para
hacerse con ese gran poder.
Simbad se prepara para el viaje que le llevará a buscar esa isla
misteriosa. Antes de partir, Simbad se encuentra con Margiana, la misteriosa
mujer de sus sueños con el ojo pintado en la mano. Margiana es esclava de un
hombre, quien insiste en que Simbad lleve al vago de su hijo, Haroun, en su
viaje para convertirle en un hombre. Simbad accede a llevarse a Haroun, pero
junto con Margiana también. El Gran Visir también acompañará a Simbad en su
viaje, y su barco parte en busca de la isla.
Un hombre Simbad, Rachid, deduce
que la isla que buscan es Lemuria, todo lo que queda de un gran continente que
acabó bajo las aguas. Koura también contrata un barco y tripulación para seguir
al barco de Simbad con discreción. Durante el viaje, Simbad pone al vago Haroun
a trabajar duramente, y le hace saber a Margina que ya no es una esclava.
Pronto se percata de que Koura les está siguiendo. Koura utiliza sus poderes
mágicos para dotar de vida al mascarón de proa del barco de Simbad. El mascarón,
que tiene la forma de una sirena, ataca a la tripulación y se hace con la carta
de navegación de Simbad y escapa para entregársela a Koura. Sin embargo, Koura
sufre de envejecimiento acelerado cada vez que hace uso de sus poderes. A pesar
del percance, Simbad ya ha logrado memorizar la ruta hacia Lemuria.
El barco de Simbad avista la Isla de Lemuria, por lo que Koura
decide usar sus poderes para crear otro homúnculo, que siga y espíe a Simbad.
Los hombres de Simbad desembarcan en la isla, donde localizan a una persona a
la que deciden seguir.
Koura también desembarca con Acme siguiéndoles gracias
al homúnculo. Simbad llega al Templo del Oráculo de Todo Conocimiento, marcado
por un monolito con varios rostros grabados. El grupo se introduce en la cueva
bajo el monolito, llegando ante el Guardián del Oráculo al que le muestran las
dos piezas de oro del amuleto. El Guardián convoca al Oráculo, quien les indica
que deben encontrar la tercera pieza, que ya se encuentra cerca, hacia el
norte, y advierte a Simbad que se enfrentará a varios peligros. Se encontrará
con una tierra inhóspita habitada por paganos que rinden culto a una diosa de
varios brazos que mata a los intrusos, y custodia la tercera pieza. Koura
escucha al Oráculo también, gracias a su espía homúnculo.
Koura provoca que el Templo se desmorone dejando a Simbad y sus
hombres atrapados en el interior. Simbad descubre una apertura en el techo y
crea una cuerda con los turbantes de sus hombres, disparándola con arco.
Durante
el ascenso es atacado por el homúnculo, pero Haroun consigue destruirlo con una
flecha. Koura es el primero en dirigirse al norte, donde se encuentra con los
paganos hostiles que proceden a capturarle. Al ser llevado a un extraño templo,
contempla la estatua de la diosa Kali de seis brazos, a la que va a ser
sacrificado junto a Acme. Koura utiliza sus poderes para dar vida a la estatua,
por lo que los paganos deciden liberarle. Simbad y su tripulación llegan al
Templo mientras Koura busca la tercera pieza, pero el mago envía a Kali contra
el héroe. Con ayuda de sus hombres, Simbad destruye a Kali y en su interior
encuentra la pieza de oro.
Sin embargo, los paganos siguen sirviendo a Koura y apresan a
Simbad y sus hombres, entregando las tres piezas de oro al mago. Antes de
partir, éste revela que cuando sean sumergidas en la Fuente del Destino, quien
lo haga recibirá juventud, un escudo de tinieblas y una corona de riqueza
incalculable. Los paganos descubren el ojo tatuado en la mano de Margiana, por
lo que deciden entregarla a un centauro de un solo ojo como sacrificio.
Siguiendo
el consejo de Simbad, el Gran Visir se quita la máscara enseñando su rostro
desfigurado, lo que aterra a los paganos, permitiendo que Simbad, y sus hombres
logren escapar. Mientras tanto, Koura logra llegar a la Fuente del Destino,
aunque ya muy debilitado por el uso de sus poderes. Simbad logra localizar a
Margiana y ambos llegan a la Fuente del Destino, donde Koura ha sumergido la
primera pieza recuperando su fuerza y juventud. Aunque Simbad le arrebata las
otras dos piezas, el Centauro reaparece bajo el control del mago.
Sin embargo, la Fuente del Destino envía a su guardián, un enorme
Grifo. Ambas criaturas se enzarzan en combate, pero el Centauro se hace con la
victoria con la ayuda de Koura. Sin embargo, Simbad logra acabar con el
Centauro al clavarle su espada. Koura aprovecha la confusión de la batalla para
hacerse con la segunda pieza, que le otorga el poder de hacerse invisible.
Simbad se enfrenta a Koura en un duelo de espadas y, a pesar de la invisibilidad
del mago, consigue acabar con su vida. El agua de la Fuente del Destino se
torna roja con la sangre de Koura brevemente, y la tercera pieza cae en su
interior. Simbad recoge la Corona de Riqueza Incalculable, y decide
entregársela al Gran Visir. Al hacerlo, el Gran Visir recupera su rostro
original y es proclamado nuevo gobernante de Marabia.
ESCENA
Sin duda, siendo gran fan del “Stop motion”, me quedó con la
escena de la lucha contra la diosa Kali.
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