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miércoles, 23 de enero de 2019

CHITTY CHITTY BANG BANG

FECHA DE ESTRENO
16 de Diciembre de 1968
TÍTULO ORIGINAL
Chitty Chitty Bang Bang
DIRECCIÓN
Ken Hughes
PRODUCCIÓN
Albert R. Broccoli
GUION
Roald Dahl, Ken Hughes
Basado en la novela de Ian Fleming
REPARTO
Dick Van Dyke (Caractacus Potts), Sally Ann Howes (Truly Scrumptious), Adrian Hall (Jeremy Potts), Heather Ripley (Jemima Potts), Lionel Jeffries (Abuelo Bungie Potts), Gert Fröbe (Barón Bomburst), Anna Quayle (Baronesa Bomburst), Benny Hill (Jueguetero), James Robertson Justice (Lord Scrumptious), Robert Helpmann (Secuestrador de niños), Barbara Windsor (Blonde), Davy Kaye (Almirante), Stanley Unwin (Canciller), Peter Arne (Capitán del ejército Bomburst), Desmond Llewelyn (Señor Coggins), Victor Maddern (Chatarrero), Arthur Mullard (Hombre grande), Max Wall (Inventor), Gerald Campion (Ministro), Max Bacon (Conductor de orquesta), Alexander Doré (Espía), Bernard Spear (Espía)
CINEMATOGRAFÍA
Christopher Challis
BANDA SONORA
Irwin Kostal
DISTRIBUCIÓN
United Artists Pictures Inc.
DURACIÓN 
145 minutos

SECUESTRADOR DE NIÑOS: “Es aquí donde están, no hay duda. Mi fino olfato es infalible. Me da en la nariz que aquí hay niños, y nunca me equivoco.”
JUGUETERO: “¿Niños? ¿En una juguetería? ¿Qué iban a hacer aquí?”
SECUESTRADOR DE NIÑOS: “Permíteme que te diga, señor fabricante de juguetes, que mi fina nariz no me ha fallado ni me fallará jamás. Por lo tanto si aquí hay niños escondidos y los encontramos, amigo mío, te condenarán a la pena de muerte.”
CAPITÁN: “Deprisa, levanten esa trampa. Bajen y registren el sótano.”
SECUESTRADOR DE NIÑOS: “La Baronesa se hará un espléndido collar con tus dientes, y un maravilloso cepillo con tu bigote, amigo mío.”
SOLDADO: “Abajo no hay nadie mi capitán.”
SECUESTRADOR DE NIÑOS: “Estúpido, idiota, quítate de en medio. Hay que saber dónde y cómo se ha de buscar. Los niños son como las cucarachas, se esconden en las rendijas del suelo, en las grietas de las paredes y, en cualquier parte. Yo no me fio de un individuo que fabrica juguetes en un país en el que los niños están prohibidos.”

CURIOSIDADES
La película está basada en la novela infantil de Ian Fleming titulada “Chitty-Chitty-Bang-Bang: The Magical Car”, y que fue publicada en el año 1964. Sin embargo se toma numerosas licencias creando una aventura fantástica con elementos del libro, pero que al final resultaba ser un cuento narrado por el protagonista Caractacus Potts. El papel de Truly Scrumptious le fue ofrecido inicialmente a Julie Andrews. La idea era volver a reunir a la actriz con Van Dyke tras el éxito de ambos en “Mary Poppins” (1964). Andrews rechazó el papel porque consideraba que era muy del estilo de Mary Poppins, y no deseaba repetirse. Debido a esto el papel recayó en Sally Ann Howes. Van Dyke fue contratado después de que rechazara interpretar a Fagin en la película musical “Oliver” (1968), que le fue dado a Ron Moody.
El director Ken Hughes declaró que no disfrutó realizando la película, que le llevó demasiado trabajo y tiempo. 
Llegó a declarar que había sudado por el proyecto durante un año aproximadamente, consciente de que no dejaba de ser una película infantil. Consideraba que este tipo de trabajo debía ser rápido, divertido y entusiasta. Sin embargo su entusiasmo por el proyecto desapareció mucho antes de su finalización. Con una duración de dos horas y veinte minutos, es una de las películas infantiles más largas de la historia del cine especialmente para su época. No sería hasta el siguiente mileno, con las películas de Harry Potter, que se volverían a realizar películas infantiles de tanta duración.
Dick Van Dyke aceptó el papel de Caractacus Potts con la condición de que no tuviera que intentar imitar un acento británico. Esto se debía a que su intento de hacerlo en “Mary Poppins” (1964), había generado burlas por parte de la crítica. En aquel entonces Van Dyke fumaba hasta cuarenta cigarrillos diarios, por lo que bailar en los números musicales se le hizo particularmente difícil, especialmente en el número de “Mi Buen Bambú”. 
La coreografía de “Muñeca en una Caja de Música” era especialmente complicada, pero Sally Ann Howes logró que fuera rodada en una sola toma para sorpresa de todos. El número musical más complicado fue el de “Dulces Pitos”. Fueron necesarias tres semanas para rodarlo, e involucró a treinta y ocho bailarines, cuarenta cantantes, ochenta y cinco músicos y cien perros.
Los inventos de Caractacus Potts mostrados en la película fueron creados por Rowland Emett. También se crearon seis coches Chitty Chitty Bang Bang para la película, y solamente uno de ellos era completamente funcional. Durante una subasta de 1973, uno de los coches fue vendido por treinta y siete mil dólares. El coche que era funcional también fue subastado en mayo de 2011, en una casa de subastas de California. Fue vendido por ochocientos mil dólares, cuando se esperaba obtener entre uno y dos millones de dólares. Fue comprado por el director neozelandés Sir Peter Jackson.
La película no funcionó de  la forma esperada en taquilla, y la crítica tampoco fue completamente favorable. Recibió una nominación a los Oscar a la Mejor Canción por “Chitty Chitty Bang Bang”, pero perdió la estatuilla contra la canción “The Windmills of Your Mind” de la película “El Caso de Thomas Crown” (1968).

NOTA PERSONAL
Pues a pesar de que fuera uno de esos proyectos que no logró funcionar, siempre he sido un gran fan de esta película. Evidentemente, la primera vez que la vi fue al alquilarla, en compañía de mi hermano y mi prima. Recuerdo perfectamente lo mucho que nos reímos a pesar de su larga duración. Es curioso pero los personajes de los niños se convirtieron en casi secundarios, tras un elenco de personajes secundarios  absolutamente desternillantes. Todas las escenas del Barón y la Baronesa, incluido el genial número musical en que el primero quiere matar a la segunda, son absolutamente brillantes. 
La personalidad infantil pero malvada del Barón es perfectamente interpretada por Gert Fröbe, y Anna Quayle consigue tener una gran química con él. Escenas como la llegada a caballo de juguete o la Baronesa cayendo en falda paracaídas son ejemplos geniales de comedia infantil. Pero el personaje que más me fascinó con diferencia fue el del Secuestrador de Niños interpretado por Robert Helpmann. No voy a decir que me diera miedo porque no sería verdad, pero reconozco que siempre ha logrado darme un mal rollo considerable y sé que a muchos niños que vieron la película si les asustó. Van Dyke no defrauda, aunque casi se le ve estereotipado, y Howes logra establecer buena química con él.
Finalmente acabaré elogiando los entornos escogidos, así como ciertos decorados. La casa de los Potts me pareció una genialidad, y los inventos que se mostraban eran también un buen reclamo para el público infantil. Los entornos de Baviera fueron aprovechados de la mejor manera posible, como el Pueblo de Rotemburgo o el Castillo de Neuschwanstein. 
Nunca he entendido demasiado bien el motivo por el que la película no logró funcionar. Quizás fuera demasiado ambiciosa para una época que no estaba lista para películas infantiles que requirieran de un descanso debido a su excesiva duración.

HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)
En los años 1907 y 1908 un coche logra ganar todos los Grand Prix Europeos. Sin embargo durante su última carrera en el año 1909, el coche se ve obligado a esquivar a una niña que recoge un perro en la pista, y acaba estrellándose y ardiendo. De esta manera se acaba su trayectoria en las carreras. El coche acaba en un viejo garaje de la Inglaterra rural, donde dos niños llamados Jeremy y Jemima lo usan para jugar y le han cogido cariño. Sin embargo un hombre compra el coche con la intención de prensarlo y meterlo en el horno para aprovechar el metal. Los niños convencen al Señor Coggins para que esperen a su padre, convencidos de que pagara los treinta chelines que vale. Al salir casi son atropellados por una joven llamada Truly Scrumptious que va en automóvil. 
Sorprendida de no verles en la escuela, Truly decide llevarles a su casa. El padre de los niños, Caractacus Potts, es un excéntrico inventor, y Truly también conoce al abuelo de los muchachos, un peculiar hombre que imagina viajes a lugares exóticos. La actitud permisiva de Caractacus irrita bastante a Truly, pero el inventor le señala que no permitirá que le indique como educar a sus hijos. Truly se marcha enfurecida.
Los niños le explican a su padre lo sucedido con el coche, y él asegura que lo comprará  aunque se ve incapaz de asumir el coste. Al descubrir que unos caramelos defectuosos que ha inventado sirven como silbatos, Caractacus acude a visitar a Lord Scrumptious, el rico director de “Toot Sweets” para enseñárselos. Allí descubre que Truly es la hija de Lord Scrumptious, y se sorprende al recibir la ayuda de la joven para presentar sus caramelos. A punto de convencer a Lord Scrumptious para que compre sus “Dulces Pitos”, el sonido de los caramelos atrae a una jauría de perros que invade la fábrica de caramelos provocando que Caractacus sea expulsado de allí. 
Caractacus intenta usar sus inventos para hacerse con el dinero en una feria, pero no tiene éxito. Sin embargo al unirse a un grupo de bailarines que usan un bambú en su acto, consigue hacerse con el dinero y compra el coche para los niños que lo reciben con entusiasmo. Viendo que el motor está en buen estado, Caractacus decide arreglar y reformarlo. El coche queda como nuevo y la familia decide llamarlo “Chitty Chitty Bang Bang”. Mientras lo estrenan provocan que Truly y su coche acaben en un lago, y la invitan a un picnic en la playa. Durante la excursión Truly les coge mucho cariño a los niños. Caractacus decide contarles a todos la historia del malvado Barón Bomburst, tirano del ficticio país de Vulgaria que desea hacerse con Chitty, al ser un coche excepcional.
Caractacus, Truly y los niños quedan aislados por la marea mientras el Barón Bomburst se acerca en su buque insignia. Chitty está dotado de vida y activa mecanismos de flotación para escapar y regresar a la costa, eludiendo los cañonazos del Barón.
El villano procede a enviar a dos torpes espías para que hagan con el coche. Los espías resultan un desastre en sus intentos de hacerse con el coche, capturando por error a Lord Scrumptious. Al no ser capaces de hacerlo deciden capturar al abuelo, pero por error se llevan al Abuelo en su pequeña caseta con un zepelín. Caractacus, Truly y los niños ven lo ocurrido mientras dan un paseo en Chitty y salen tras el zepelín. Al caer por un barranco Chitty activa un sistema de vuelo para poder seguirles a distancia. El Barón llega Vulgaria con el Abuelo en su poder, y le socita que transforme su coche particular para que flote. Le da veinticuatro horas para lograrlo, amenazando con matarle si no lo consigue.
Mientras tanto Chitty llega al castillo del Barón, donde es recibido a cañonazos. Debido a esto el coche aterriza cerca del pueblo. El Barón envía a su ejército y la Baronesa, al percatarse de que había niños en el coche, al Secuestrador de Niños. En el pueblo todos se alejan de Caractacus al ver que va acompañado de niños; y Truly se percata de que no hay un solo niño en el pueblo. 
Cuando los soldados anuncian su llegada, todos los pueblerinos se ocultan y los cuatro visitantes obtienen refugio de un Juguetero. Este les esconde y explica que la Baronesa odia a los niños y ha conseguido que sean prohibidos en Vulgaria. Los soldados llegan y gracias al olfato del Secuestrador de Niños se adentran en la juguetería. Sin embargo Caractacus, Truly y los niños se disfrazan de juguetes y pasan inadvertidos. Los soldados se van cuando Chitty es localizado, y lo llevan a palacio donde el Barón le exige al Abuelo que lo haga funcionar. El abuelo activa la palanca errónea y propulsa a la Baronesa al cielo, siendo esta derribada sobre el lago por el Barón, cuando dispara sobre su falda paracaídas.
EL juguetero accede a ayudar a Caractacus y le lleva a mostrarle los alrededores del castillo; mientras que Truly sale a por comida para los hambrientos niños. El Secuestrador de Niños aprovecha la ocasión para atraer a los niños a una trampa ofreciéndoles caramelos y golosinas, logrando capturarles. 
Truly ve pasar el carromato del Secuestrador de Niños, y le comunica a Caractacus lo ocurrido. El Juguetero lleva a Caractacus y Truly a una gruta oculta bajo el castillo del Barón. Allí descubren a los niños del pueblo, que llevan doce años ocultos allí. Los niños ocultos revelan que Jeremy y Jemima han sido encerrados en la torre, y el Abuelo en el calabozo. Caractacus idea un plan para entrar en el castillo en el día del cumpleaños del Barón.
El Juguetero les disfraza de juguetes para introducirles en el castillo. Truly se hace pasar por una muñeca de una caja de música, y Caractacus por una marioneta mecánica. El Barón queda cautivado y al ponerse a bailar con Caractacus, éste le atrapa con un gancho que le eleva al techo donde los niños rebeldes le sostienen. Los niños invaden el salón del banquete y logran atrapar a todos los invitados con una inmensa red, logrando reducir a la guardia al recibir la ayuda de los pueblerinos que también se han revelado. EL Secuestrador de Niños también es reducido y atrapado por los niños. El Barón y la Baronesa intentan escapar por el vertedero, pero acaban atrapados en la carroza del Secuestrador de Niños. 
Mientras tanto el juguetero, Caractacus y Truly localizan a Jeremy y Jemima y los rescatan, reuniéndose con Chitty y el Abuelo en el gran salón del castillo. Con el fin de la tiranía del Barón, Caractacus y los demás parten de regreso en Chitty.
De esta forma Caractacus acaba el cuento, pero los niños añaden que Truly se casó con su padre para ser felices para siempre. El inventor se hace el indiferente con esa idea, ya que no se cree digno de alguien como Truly, procedente de una familia rica e importante. Al explicárselo a Truly ella se ofende y le indica que si ella le hubiera dicho algo así, la hubiera llamado arrogante. Caractacus y los niños llegan a casa, donde les espera Lord Scrumptious jugando con el Abuelo, que fue su asistente en la India. Lord Scrumptious le explica que sus caramelos le gustan a los perros, y le ofrece un contrato que le hará rico. Antes de hacerlo, Caractacus parte en busca de Truly, que al descubrir lo ocurrido había partido también en su busca. Tras desviar de nuevo su coche al pantano, Caractacus le pide matrimonio y Truly accede. Conduciendo en Chitty de regreso a casa, Caractacus hace un discurso sobre la importancia del pragmatismo, mientras Chitty comienza a volar por encima de la casa de los Potts.

ESCENA
La canción de la muñeca en la caja de música siempre ha sido mi favorita de la película, desde que era un niño.

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