FECHA DE ESTRENO
26 de Marzo de 1986
TÍTULO ORIGINAL
The Money Pit
DIRECCIÓN
Richard Benjamin
PRODUCCIÓN
Kathleen Kennedy, Art Levinson, Frank Marshall
GUION
David Giler
David Giler
REPARTO
Tom Hanks (Walter Fielding), Shelley Long (Anna
Crowley), Alexander Godunov (Max Beissart), Maureen Stapleton (Estelle), Joe
Mantegna (Art Shirk), Philip Bosco (Curly), Frankie Maison (James), Frankie
Faison (James), Josh Mostel (Jack Schnittman), Yakov Smirnoff (Shatov), Carmine
Caridi (Brad Shirk), Brian Backer (Ethan), Mia Dillon (Marika), John van
Dreelen (Carlos), Douglass Watson (Walter Fielding, Sr), Tetchie Agbayani
(Florinda Fielding), Michael Jeter (Arnie), Billy Lombardo (Benny)
CINEMATOGRAFÍA
Gordon Willis
BANDA SONORA
Michel Colombier
DISTRIBUCIÓN
Universal Pictures
Universal Pictures
DURACIÓN
91 minutos
91 minutos
WALTER FIELDING: “Es un
carpintero cojonudo.”
ANNA CROWLEY: “Me ha metido
mano.”
WALTER FIELDING: “Él solo ha
visto a una tía que está de puta madre, una tía buena. No te conocía.”
ANNA CROWLEY: “Y yo no te conozco
a ti.”
WALTER FIELDING: “¿Sabes lo
difícil que es encontrar a un buen carpintero? Además creo que tiene un hermano
que es fontanero.”
ANNA CROWLEY: “¿De veras? ¿Un
hermano fontanero?”
WALTER FIELDING: “Eso me ha
dicho.”
ANNA CROWLEY: “¿Tengo que
acostarme con él?”
WALTER FIELDING: “Quizás solo
esta vez.”
CURLY: “Hablando con franqueza,
hubo un momento en el que llegué a pensar que nunca podríamos reconstruir esta
casa. Pero no ha quedado mal.”
ANNA CROWLEY: “Está preciosa
Curly.”
WALTER FIELDING: “Es cierto.
Mucho mejor de lo que había imaginado.”
CURLY: “Oh, gracias, gracias, muy
amable. Aún queda una cosa, su llave. Es la única que tengo. ¿Quién la quiere?
Bueno la dejaré en la barandilla. No tendrán problemas para vender la casa. Los
hermanos Shirk les darían un millón de dólares mañana mismo.”
WALTER FIELDING: “Estupendo.”
CURLY: “No, no ha sido nada
fácil. Pero los cimientos son buenos, eso es cierto. Y si son buenos, todo lo
demás se puede arreglar.”
La película es el primer remake de otra titulada “Los Blandings
ya Tienen Casa” (1948). El segundo remake sería siete años después con la
película sueca “Drömkåken” (1993) El tercer remake fue “Una Casa Patas Arriba”
(2007).
Steven Spielberg fue el productor ejecutivo de la película, la cual se
convirtió en su primera colaboración con Tom Hanks. Ambos procederían a
colaborar en numerosos proyectos a partir de entonces.
El comienzo del rodaje fue retrasado debido a que Shelley
Long estaba embarazada. Tras el nacimiento de su hija Juliana, a actriz comenzó
su trabajo incluyendo todas las escenas físicas que se requerían de ella sin
problema alguno. Durante los descansos del rodaje, Tom Hanks pasaba el tiempo
conduciendo el coche “Lincoln Model L” utilizado en la película. En la escena
en la que el pintoresco equipo de demolición llegaba a la casa, se utilizó a
moteros a Moteros del Infierno, una tribu motera, para formaran parte del
mismo. La escena en la que el pavo sale disparado del horno fue ensayada una y
otra vez mediante el uso de un balón de football. El mayor problema al que los
productores se enfrentaron, fue el de encontrar una mansión de gran tamaño,
cuyos propietarios permitieran fuera parcialmente demolida. La familia Ridder
era la propietaria de la casa utilizada en la película.
La dirección verdadera de
la casa es “199 Feeks Lane”, en Locust Valley, Nueva York. La casa estaba a la
venta cuando la película comenzó a
rodarse. La Señora Ridder, copropietaria de la casa utilizada en la película,
se quedó en shock al ver como la casa era demolida parcialmente. Tras esto, el
director Richard Benjamin la convenció para que apareciera en las últimas
escenas del film, una vez el equipo de producción había restaurado la casa
completamente. Se construyó una réplica de la parte frontal de la mansión en la
parte de atrás de la misma, de forma que cuando el espectador la contemplara
estuviera viendo en realidad la parte trasera. La mansión utilizada en la
escena final de la película, que tiene lugar en Rio de Janeiro, se encuentra en
Coconut Grove, sur de Miami, en Florida. En la realidad es conocida como Villa
Vizcaya.
La película fue una de las tres en las que Tom Hanks
ejerció de protagonista en el mismo año. Las otras dos películas fueron “Nada
el Común” y “Mil Veces Adiós”. Se consideró contratar a Kathleen Turner para
interpretar el papel femenino protagonista de Anna Crowley.
En aquel momento,
Kathleen Turner estaba enfrentada a la “20th Century Fox” debido a que no
deseaba participar en “La Joya del Nilo”. La actriz intentó utilizar la oferta
para trabajar en “Esta Casa Es Una Ruina” como parte de un plan para negociar
su situación. Sin embargo, fueron muchos los que pensaron que solo estaba
intentando cobrar más dinero. Los personajes de los hermanos Shirk recibieron
ese nombre porque deriva de la palabra en inglés “Shirk” (eludir, holgazanear,
evitar). Evidentemente, esto se debe a que ambos evitan cualquier involucración
con el proyecto de la casa, y ni siquiera vuelven a aparecer tras ser
contratados, delegándolo todo. La idea inicial era la de estrenar las película
durante las Navidades de 1985, pero el estreno tuvo que ser retrasado hasta
marzo de 1986.
Esta fue la primera película de Tom Hanks que vi en el cine.
Recuerdo que era un preadolescente, y que la razón por la que fui a ver la
película fue bastante inmadura, quería cabrear a mi primo. No tenía una muy
buena relación con él, chiquilladas, y un día llegó del cine tras ver esta
película. Con su chulería adolescente hizo un juego de palabras con el título
alegando que “Esta Peli es una Ruina”. Inmediatamente, decidí que había que ver
esa película, pues tenía que ser muy buena. A día de hoy me llevo muy bien con
mi primo.
Acudí a ver la película, y la encontré hilarante y original. Desde
aquel momento, Tom Hanks se convirtió en mi actor de comedias favorito. Me
convertí en gran fan de sus películas y, aunque admiro mucho su trabajo
posterior dramático, siempre he añorado su vena cómica. Es verdad que esta no
es su mejor película de comedia, siendo mi opinión que lo es “Big”, pero está
muy cerda de las mejores para mi gusto. Añadido a esto, Hanks hace una
excelente pareja con Shelley Long, que también me encantaba durante su
participación en la serie de televisión “Cheers” (1982).
Pero es que además, la
película cuenta con personajes secundarios desternillantes, desde el equipo de
demolición a los contratistas hermanos Shirk, pasando por la galería de
cantantes y grupos musicales a los que el personaje de Fielding representa.
Es una secuencia tras otra de situaciones sin sentido, pero
desternillantes. Hay pequeñas escenas que activan la carcajada de forma
inmediata, como la del cantante preadolescente que tiene a su madre de doncella
personal, o la del grupo musical de travestis. Pero la guinda del pastel se la
lleva la casa y la sucesión de desastres que van provocando su venida abajo. La
llegada del equipo de demolición es legendaria, así como la breve aparición de
los hermanos Shirk, estando aderezadas con diálogos inesperados y francamente
divertidos. Tom Hanks no solo hace gala de sus dotes cómicas gracias al
original guion, sino que resulta hilarante en momentos de expresividad física,
que convencen sobre la desesperación de su personaje al verse sumergido en un
problema tras otro.
Todos estos factores consiguen que la película carezca de un solo
momento lento, aburrido o fuera de lugar. Toda la trama se convierte en una
sucesión de momentos divertidos que no dan descanso al espectador. En el fondo,
la casa no deja de ser una alegoría de una relación aparentemente perfecta,
pero que revela tener multitud de defectos. A través de duro trabajo y
reparaciones costosas y de largo tiempo, tanto la casa como la relación entre
Walter y Anna quedan solventadas. Finalizo señalando que esta es una de esas
raras ocasiones en la que una película no envejece y su trama es perfectamente
aplicable al presente.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
Walter Fielding es un joven abogado que mantiene una relación con
un Anna Crowley, una violinista. Su padre se casa con una joven de edad
bastante inferior llamada Florinda en Rio de Janeiro, tras malversar millones
de dólares de sus clientes músicos.
Al día siguiente, la pareja se entera que
debe abandonar el apartamento en el que residen, ya que pertenece al exmarido
de Anna, Max Beissart, un egocéntrico director de orquesta que regresa de
Europa. El fracaso en su matrimonio es lo que ha provocado que Anna se resista
a casarse con Walter. Max regresa decidido a recuperar su relación con Anna,
que se niega rotundamente a aceptarle, asegurando querer a Walter. A pesar de
estos problemas, Walter contacta con un inescrupuloso agente inmobiliario
llamado Walter. Este asegura haber encontrado una ganga, una casa de un valor
de un millón de dólares que se vende por solo doscientos mil. Walter y Anna
acuden a ver la casa y conocen a la propietaria, Estelle, que asegura necesitar
vender rápidamente. El motivo es que su marido Carlos ha sido arrestado por el
servicio de espionaje Israelí por haber sido el limpia piscinas de Adolf
Hitler. Estelle asegura utilizar velas para ahorrar dinero para los parásitos
abogados que llevan el caso. Walter queda encantado por lo que considera una
gran oportunidad, y los llantos de Estelle conmueven a Anna por su
romanticismo.
Walter acude a su cliente más adinerado, un niño, al que convence
para que le preste el dinero necesario para comprar la casa, amenazándole con
dejar de quererle si no lo hace.
Ya en posesión de la casa, la pareja comienza a comprobar que esta
se encuentra en un estado lamentable. La cama se hunde, la puerta principal se
derrumba de su marco, las escaleras se derrumban, el techo del dormitorio
comienza a caerse, las tuberías están llenas de porquería, el sistema eléctrico
se quema, la bañera cae a través del suelo, la chimenea se viene abajo, hay
goteras en una noche de tormenta y un mapache aparece en el montaplatos. Cada
vez que Walter intenta reparar algo, lo que sea, vuelve a venirse abajo. A la
casa llega un gran carpintero llamado Art Shirk, que inicialmente intenta ligar
con Anna. Sin embargo, la pareja decide considerarlo un malentendido debido a
que es un gran carpintero, y su hermano Brad es un gran fontanero. Art echa un
vistazo a la casa y asegura que tardara dos semanas en realizar las
reparaciones, aunque necesitará materiales nuevos pues la madera en la casa
está podrida.
Brad llega y exige un cheque de cinco mil dólares, ya que vio las
tuberías de la casa tres años atrás y está seguro de que han empeorado. Los
presupuestos para realizar las reparaciones se disparan y Walter se desespera
poco a poco a pesar de los ánimos de Anna, que decide conseguir más dinero para
las reparaciones.
A la mañana siguiente, los hermanos Shirk envían a un pintoresco y
amplio equipo a iniciar las reparaciones, y envían a la pareja fuera. Anna se
reúne con Max y consigue hacerse con más dinero vendiéndole un cuadro que se
había quedado tras el divorcio. Walter regresa a la casa y la encuentra
destrozada. El encargado le indica que el equipo volverá cuando tengan el
permiso de obras, ya que ni Walter ni Anna estaban presentes cuando llegó el
enviado del ayuntamiento. Walter le llama por teléfono y le convence para que
acuda a la casa en media hora, pero queda atrapado cuando una alfombra se
desliza dentro de un boquete en el suelo. El enviado del funcionario vuelve a
marcharse indignado, y Anna llega por la noche encontrando al atascado y
desesperado Walter.
Anna le explica que ha conseguido el dinero, pero Walter se
siente inseguro ante el hecho de que proceda de Max.
Cuatro meses después, las obras ya llevan un tiempo llevándose a
cabo, a pesar de que los hermanos Shirk y los obreros siempre aseguran que las
obras tardaran solo dos semanas. Sin embargo, Walter se emociona al ver que
vuelven a tener una escalera principal y Anna también lo hace al comprobar que
ya tienen agua. Walter parte en un viaje de negocios a Filadelfia, y una
agotada Anna accede a salir a cenar con Max. Al despertar en la cama de Max,
tras haber bebido mucho, Anna no recuerda que ha ocurrido y Max le confirma que
mantuvieron relaciones sexuales. Walter regresa de su viaje y sospecha de forma
inmediata al descubrir que Anna cenó con Max la noche anterior. Walter insiste
revelando que llamó por teléfono y nadie contestó en casa. Ante su insistencia,
Anna termina por reconocer haberse acostado con Max y Walter reacciona
enfurecido. Debido a esto, la relación sufre un duro golpe y la pareja tiene un
serio enfrentamiento delante de todos los obreros, que aseguran acabaran las
obras en dos semanas.
Anna deciden que aguantaran en la casa hasta que las
obras finalicen, tras esto venderán la casa y dividirán el dinero para partir
cada uno por su lado. Max visita a Anna e intenta que vuelva con él. Sin
embargo, al ver que Anna está dispuesta a dejar la orquesta, decide admitir que
nunca se acostaron juntos y que mintió en un intento de recuperarla. Max le
pide que le cuente la verdad a Walter, pero Anna se niega alegando que no puede
perdonarle que no quisiera perdonarla.
Finalmente, las obras llegan a su fin y la casa queda restaurada.
El encargado les deja las llaves en la barandilla de la escalera, indicando que
cuando los cimientos son buenos todo se puede arreglar. Walter se disculpa y
declara que no desea finalizar la relación por lo ocurrido con Max. Ante esto,
Anna decide contarle que no llegó a acostarse con Max y la pareja se
reconcilia. Tras esto, Walter y Anna se casan en su nueva reconstruida casa,
con Max encargándose de la banda nupcial para ambos. Los músicos clientes de
Walter también acuden. Mientras tanto, el padre de Walter y Florinda compran
una casa en Rio de Janeiro. Los vendedores son Carlos y Stella, que se dedican
a vender casas en pésimo estado.
ESCENA
Genial escena del desastre en la cocina y la bañera atravesando
techo para caer en el piso de abajo.
gracias
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