24 de Noviembre de 1974
TÍTULO ORIGINAL
Murder on the Orient Express
DIRECCIÓN
Sidney Lurnet
PRODUCCIÓN
John Brabourne
GUION
Paul Dehn &
Anthony Shaffer
Basado en la novela
de Agatha Christie
REPARTO
Albert Finney (Hercule Poirot), Lauren Bacall (Harriet Belinda Hubbart),
Sean Connery (Coronel Arbuthnott), Ingrid Bergman (Greta Ohlsson), Michael York
(Conde Rudolf Andrenyi), Vanessa Redgrave (Mary Debenham), Jacqueline Bisset
(Condesa Elena Andrenyi), Richard Widmark (Rachett / Cassetti), John Gielgud
(Edward Beddous), Anthony Perkins (Hector McQueen), Martin Balsam (Bianchi),
Rachel Roberts (Hildegarde Schmidt), Wendy Hiller (Princesa Natalia
Dragomiroff), Denis Quilley (Gino Foscarelli), Colin Blakely (Cyrus Hardman),
Jean-Pierre Cassel (Pierre Michel), George Coulouris (Doctor Constantine)
CINEMATOGRAFÍA
Geoffrey Unsworth
BANDA SONORA
Richard Rodney
Bennett
DISTRIBUCIÓN
EMI Films & Paramount Pictures
EMI Films & Paramount Pictures
DURACIÓN
128 minutos
HARRIET HUBBART:
“Estuve cerca de su asesino.”
BIANCHI: “¿Quiere
decir que vio usted al hombre, que puede identificar al asesino?”
HARRIET HUBBART: “No
quiero decir nada de eso. Quiero decir que anoche había un hombre en mi
departamento, estaba muy oscuro y yo tenía los ojos cerrados por el miedo.”
BIANCHI: “¿Entonces
como sabe que era un hombre?”
HARRIET HUBBART:
“Porque he tenido relaciones muy íntimas con mis dos maridos.”
BIANCHI: “Con los
ojos cerrados.”
HARRIET HUBBART: “Eso
ayudaba.”
BIANCHI: “¿Me permite
que le presente al gran investigador Hercule Poirot?”
PRINCESA DRAGOMIROFF:
“Hildegarde solía leerme muchos de sus casos en los periódicos, pero
últimamente se lo he prohibido. Hoy en día es la única literatura que me
mantiene despierta, y por encima de todo yo necesito conciliar lo que llamo mi
sueño de belleza.”
CURIOSIDADES
Agatha Christie se
había mostrado hasta la fecha en contra de toda adaptación cinematográfica de
sus novelas, considerando que ninguna había logrado hacer justicia a las
mismas. Por estos motivos después de muchas versiones fallidas de los años
sesenta se negó en rotundo a vender los derechos de su trabajo para futuros
proyectos. Nat Cohen intercedió en nombre del productor John Brabourne
intentando que Christie les cediese permiso para su proyecto de “Asesinato en
el Orient Express”. Fue necesaria la ayuda de Louis Mountbatten, miembro de la
familia real Británica, para convencerla.
Agatha Christie
accedió a vender los derechos, e incluso vio la película calificándola como una
adecuada adaptación, a la que puso una objeción. El bigote de Hercule Poirot,
no estaba logrado, ya que ella había dejado claro en todas sus novelas, que
este era un rasgo siempre perfecto del personaje.
Sin embargo calificó a Albert
Finney como el mejor Poirot representado en el cine. Dos años después, la afamada
escritora fallecía.
El eslogan de la
película fue: "el mayor reparto de personajes sospechosos que hayan sido
involucrados en un asesinato". Esto hacía referencia al impresionante
reparto que se había reunido para el proyecto, cuyo inmenso presupuesto fue
dedicado en particular al afamado reparto. Por supuesto en los años setenta ya
no existía el Orient Express, pero el equipo lo diseño a escala real basándose
en vagones que se encontraban en distintos museos, la mayoría en Bélgica. Sin
embargo si se utilizó la verdadera locomotora en varios planos, aunque esta no
pudo viajar demasiado tiempo debido a la inactividad, y riesgo sobre la misma.
Mucho se giró en
torno al reparto. Ingrid Bergman fue la primera opción para interpretar a la
Princesa Dragomiroff, pero declinó a favor del personaje de Greta Ohlson, lo
cual probó ser todo un acierto cuando su interpretación le hizo ganar el Oscar
de la Academia a la mejor Actriz de reparto.
El único de las seis nominaciones
que recibió la película, y que curiosamente se basa en el interrogatorio del
personaje a manos de Poirot. Albert Finney fue la tercera opción para
interpretar a Poirot, siendo las dos primeras Alec Guinness y Paul Scofield,
que no estaban disponibles en ese momento. Finney fue nominado a mejor actor,
pero no logró hacerse con la estatuilla que fue a parar a Art Carney aquel año.
Realizar la película
dentro de estrechos vagones supuso una complicación particular, forzando a
realizar infinidad de ángulos y puntos de vista para hacer creíble la acción en
un espacio tan comprimido. La escena más complicada resultó ser la final en la
que Poirot expone la solución del caso. Esto se debía de nuevo a lo estrecho
del vagón, y la presencia de dieciséis personajes que debían estar presentes en
la escena.
La película fue todo
un éxito, mayormente por la ostentosa reunión de las mayores estrellas de
Hollywood en un mismo proyecto, estilo que se intentó reutilizar en repetidas
ocasiones a partir de entonces. Al mismo tiempo resucitó en interés en el cine
detectivesco.
Muchos proyectos basados en obras de Agatha Christie comenzaron a
surgir a partir de entonces, el más popular de ellos fue “Muerte en el Nilo”,
en el que Peter Ustinov heredó el papel de Poirot, pero ninguno logró repetir
el impresionante éxito del primero.
NOTA PERSONAL
Ya no se realizan
películas de este estilo, en las que se presta más atención a las excepcionales
interpretaciones del reparto más que a los efectos de la misma. Y es que
“Asesinato en el Orient Express” es ante todo una reunión de los mayores
intérpretes de la época. Cada vez que uno cree ver una escena de inmejorable
labor interpretativa, esta se sucede con otra que resulta igualmente
calificable. Todos los personajes están logrados a la perfección y resultan
creíbles al cien por cien.
El estilo de la
película le sumerge a uno en el misterio que la rodea, y no puedo si no sentir
pena por aquel que con anterioridad hubiera leído el libro antes de verla. La
mayoría de las películas detectivescas, carecen de una trama fácil de seguir
por el espectador, ante todo por su emisión de muchos aspectos.
Pero este no es
el caso aquí, la trama es narrada con sumo cuidado, y prestando atención a los
detalles y las pistas en la misma, uno no puede evitar empezar a sacar las
mismas conclusiones que Poirot. Uno puede hasta sentir estar viajando en el
mismo tren, que se nos muestra con una calidad de realismo irreal para la
época. El sonido, el humo, el traqueteo del tren, el movimiento interior en los
vagones, no hay detalle que se le escape al director.
El Orient Express se
nos muestra con todo lujo de detalle, no solo en su aspecto físico, pero
también en el exquisito detalle de todos sus lujos y beneficios de viajar en el
en aquella época. Formidables escenas, como la selección de alimentos del Cheff
en la estación en los momentos previos a la salida, nos muestran hasta qué
punto el detalle y el lujo se fusionaban.
Nadie, a pesar de los
innumerables actores de calidad que lo han hecho, ha logrado emular la
fantástica labor de Albert Finney en su representación de Poirot.
Este logra
mostrarnos todos los aspectos del mismo, desde su desidia y falta de interés
por aquello indigno de su interés, hasta la ilusión casi infantil que
desarrolla mientras estudia con interés un caso que se le ha presentado como un
reto. Memorable resulta la escena que nos muestra sus histriónicas
preparaciones a la hora de irse a dormir en su vagón particular.
Si bien la película
fue reconocida en su momento, creo que no lo fue lo suficiente. El
impresionante despliegue de actores bien podría haber acaparado nominaciones
para las categorías de actores y actrices secundarias, sin ningún problema, y
por muy incorrecto que esto hubiera podido parecer.
Para ser una película
basada en diálogos, y poca acción, consiguió atraparme, y a día de hoy aún lo
hace, impidiendo que me mueva del sofá cuando la veo.
HISTORIA (esta
sección contiene detalles de la trama y el argumento)
La película comienza
mostrándonos los eventos de un secuestro a través de las imágenes de
periódicos. Alrededor del año 1930, Daisy Armstrong, una pequeña niña hija de
unos famosos millonarios es secuestrada. Los secuestradores atan a la niñera a
una silla, y se llevan a la niña. El mayordomo es golpeado intentando
detenerlos, y la cocinera de la mansión observa como huyen. Fuera los
secuestradores toman un coche y huyen a las tres de la madrugada ante la
presencia de la doncella Pollet que se encuentra en el jardín. Al huir se
cruzan con el chofer de la familia al que fuerzan a salir de la carretera. Los
Armstrong deciden pagar el rescate por su hija, pero esta aparece muerta.
Pollet es falsamente acusada de cómplice, por estar a sospechosas horas en el
jardín, y se suicida angustiada por la presión. La señora Armstrong fallece
tras dar a luz a un niño que se malogra, y el señor Armstrong impresionando por
los eventos se pega un tiro. Los eventos del secuestro han logrado acabar con
la vida de cinco personas.
Han pasado cinco
años, el famoso detective Hercule Poirot se dirige de vuelta a casa después de
una misión en Estambul, para lo cual pretende tomar el famoso Orient Express.
En la estación se encuentra con un antiguo amigo llamado Bianchi que dirige el
mencionado servicio y que le garantiza que viajara en primera clase. Sin
embargo, y para sorpresa de Bianchi, debido a que se encuentran en pleno
invierno y es inusual, el vagón de primera clase va completamente lleno.
Bianchi cede su litera a Poirot.
Durante el viaje
Poirot conoce a un hombre llamado Rachett. Este solicita sus servicios como
guardaespaldas, ya que su vida ha sido amenazada a través de varios anónimos,
todos son frases cortas con doce letras cada una. Poirot se muestra
desinteresado, y rechaza el trabajo. Esa misma noche, el detective escucha a su
vecino, Rachett, despertarse agitado por una pesadilla, a una viajera llamada
Hubbard quejarse de haber visto a un hombre en su compartimento, y a una
silueta femenina caminar con una bata decorada con animales salvajes.
A la mañana
siguiente, el tren se ha quedado parado por una avalancha de nieve que corta la
vía.
Rachett aparece muerto por doce puñaladas, y Poirot decide ayudar a
Bianchi a evitar un escándalo, y tener el caso resuelto antes de llegar al
destino. Con ayuda del médico de un vagón deduce que Rachett fue drogado, y
después apuñalado. En los restos de un mensaje aparece el nombre Daisy
Armstrong, por lo cual Poirot deduce que Rachett es en realidad un mafioso
llamado Cassetti, responsable del secuestro y muerte de Daisy Armstrong, y de
todos los eventos fatales que sucedieron a este incidente. Poirot comienza a
interrogar a los doce pasajeros del vagón, y se da cuenta de que todos tienen
un motivo para haber asesinado al criminal, mientras que los sucesos de la
noche anterior son meras distracciones, para que el detective deduzca que el
asesino sea otro miembro de la mafia inspirado por alguna vendetta.
Hector Moqueen,
secretario de Rachett, había conocido a la señora Armstrong, durante la
búsqueda de Daisy, y se había enamorado de ella, sorprendido por el interés de
la mujer por su carrera aún dadas las circunstancias.
Pierre Michell, el
encargado del vagón, y empleado del Orient Express le explica que su hija
falleció de escarlatina, pero Poirot deduce que su hija era en realidad la
doncella Pollet, falsamente acusada del secuestro de Daisy, y que había
cometido suicidio.
Edward Beddoes,
mayordomo personal de Rachett, resulta también ser el mayordomo de los
Armstrong golpeado por los secuestradores. Poirot lo deduce al ver la señal del
golpe que recibió en la nuca.
Belinda Hubbard, la
charlatana del tren que aseguraba haber visto al asesino, se delata por sus
aptitudes interpretativas, como la famosa actriz, madre de la Señora Armstrong,
que se había casado por segunda vez ocultando su identidad.
Greta Ohlsson, que se
hace pasar por una misionera algo retrasada, resulta ser la niñera de Daisy a
la que los secuestradores maniataron para huir con la niña.
Elena Adrenyi,
acompañada de su esposo el Conde Rudolf, resulta ser la hermana pequeña de la
señora Armstrong, y tía de Daisy.
Poirot lo descubre al ver como su nombre de
soltera se ha tratado de borrar parcialmente en su pasaporte con una mancha.
La Princesa
Dragomiroff resulta ser la madrina, y aquí es la propia princesa la que lo
admite, de la Señora Armstrong. Al preguntarle por el resto del personal de la
casa, Poirot no recibe nada más que evasivas que le hacen sospechar.
Hildergarde Schmidt,
asistente personal de la Princesa, admite haber sido amiga de Pollet, y cuando
Poirot alaba su arte en la cocina, se delata como la que fue entonces cocinera
de los Armstrong.
El Coronel Arbuthnott
resulta haber servido junto al Coronel Armstrong en la India, y haber además
sido su mejor amigo. Mary Debenham, amante
en secreto del coronel, resulta haber sido la secretaria personal de la Señora
Armstrong, y ama de llaves de la mansión de la familia. Gino Foscarelly se
delata como el chofer de los Armstrong que se cruzó con los secuestradores la
noche que tomaron a Daisy, y le hicieron salir de la carretera. Por último Cyrus
Hardman resulta ser el novio de Pollet, con la cual se había reunido en secreto
la noche del secuestro, levantando las sospechas de la Doncella en relación al
mencionado secuestro.
Este se delata cuando Poirot le cuela por sorpresa una
foto de Pollet.
Acabado el
interrogatorio, Poirot reúne a todos en el vagón restaurante y expone dos
soluciones al caso. La primera es la que le han intentado hacer creer, que un
miembro rival de la mafia entro en el tren y asesinó a Cassetti. La segunda es
que la madre de la Señora Armstrong, y abuela de Daisy, Belinda Hubbard organizó
una venganza reuniendo a las doce personas que sufrieron los acontecimientos
del secuestro. Juntos drogaron a Cassetti, y cada uno de ellos le asestó una
puñalada, doce en total. De esta manera había actuado como un jurado de doce
personas, pero también como verdugos de su sentencia. Poirot decide que el
Señor Bianchi decida la solución más conveniente, pero admite que la policía
preferirá la simplicidad de la primera. Bianchi está de acuerdo, y las doce
víctimas de la tragedia de Daisy Armstrong brindan al poder dejar descansar sus
fantasmas personales, al tiempo que la vía queda libre de nieve, y el Orient
Express reanuda su marcha.
ESCENA
Poirot entrevista a
Greta Ohlsson. Ingrid Bergman ganó un Oscar a la mejor actriz de reparto en
1975 por esta interpretación.
Las pelis basadas en novelas de Agatha Christie siempre se han prestado a ser unas reuniones de estrellonas de relumbrón.
ResponderEliminarAdemás del peliculón que comentas, me vienen a mi cabecita loca "Muerte en el Nilo" (con una divertidísima Angela Landsbury) o "El espejo roto" (un duelo entre divas de la talla de Elizabeth Taylor y Kim Novak, además de media docena de actorazos de la época, ya maduritos).
Amén.
"Muerte en el Nilo" me encantó aunque creo Ustinov no hace tan buen papel como Poirot... sin embrago "El Espejo Roto" me pareció algo más floja...
ResponderEliminary po supuesto "Un Cadaver a los Postres" que es una parodia del genero
me ha encantado la pelicula, pero quisiera saber, ¿donde se realizo la pelicula, en que ciudad y entorno? gracias
ResponderEliminarDe las películas que más miedo me han dado y que sin duda sigue dándomelo al verla jeje. Un clásico
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