FECHA DE ESTRENO
27 de Junio de 1956
TÍTULO ORIGINAL
Moby Dick
DIRECCIÓN
John Huston
PRODUCCIÓN
John Huston
GUION
Ray Bradbury, John Huston
Ray Bradbury, John Huston
Basado en la novela de Herman
Melville
REPARTO
Gregory Peck (Capitán Acab), Richard Basehart (Ismael),
Leo Genn (Starbuck), James Robertson Justice (Capitán Boomer), Harry Andrews
(Stubb), Bernard Miles (Manxman), Noel Purcell (Carpintero del barco), Edric
Connor (Daggoo), Mervyn Johns (Peleg), Joseph Tomelty (Peter Coffin), Francis
de Wolff (Capitán Gardiner), Philip Stainton (Bildad), Royal Dano (Elijah),
Seamus Kelly (Flask), Friedrich von Ledebur (Queequeg), Orson Welles (Padre
Mapple)
CINEMATOGRAFÍA
Oswald Morris
BANDA SONORA
Philip Sainton
DISTRIBUCIÓN
Warner Bros.
Warner Bros.
DURACIÓN
116 minutos
116 minutos
CAPITÁN ACAB: “¿A qué viene esa
cara tan larga? ¿Es que la da miedo Moby Dick?”
STARBUCK: “Capitán Acab, a mí no
me da miedo ni aún la muerte, siempre que me arriesgue por algo que valga la
pena. Eso lo sabe usted. Pero he venido a cazar ballenas no a satisfacer la
venganza de nadie. ¿Cuántos barriles se llenan con su venganza capitán? ¿Y a
qué precio se pagaran en New Bedford.”
CAPITÁN ACAB: “A veces el dinero
importa poco. Yo recibiré un gran beneficio aquí.”
STARBUCK: “Enfurecerse con un animal
que actúa ciegamente por instinto es la peor de las locuras.”
CAPITÁN ACAB: “Le prohíbo que me
hable usted de locuras Señor Starbuck. Lucharía contra el sol si pudiera
insultarme. Oiga Starbuck, estas visibles marcas que me dejó significan poco.
Lo peor es el ansia de venganza que siento, la pesadilla al enfrentarme a ella
de nuevo. La ballena blanca se ha reído de mí; esa idea de humilla. Su
destrucción me obsesiona. El odio a Moby Dick es lo que me incita a cometer
esta locura. La perseguiré hasta darle muerte, aunque para conseguirlo pierda
hombres y barco. El único objeto que ya tiene mi vida es este. No seguirá
cruzando mares como una horrorosa maldición. La perseguiré hasta el fin de la
Tierra y la venceré.”
STARBUCK: “Dios tenga piedad de
nosotros.”
Se han realizado múltiples versiones cinematográficas de
esta aclamada novela. Durante una reunión para debatir la adaptación del guion,
Ray Bradbury le informó a John Huston que nunca había sido capaz de acabar de
leer la novela de Herman Melville. De hecho se desarrolló una gran tensión
entre ambos hombres durante la producción de la película, debido a que Huston
no dejaba de decirle a Bradbury como debía realizar su trabajo, a pesar de que
este era un guionista de gran talento. Huston siempre había deseado realizar
una película sobre la novela con la intención de que su padre Walter
interpretara al Capitán Ahab. Desafortunadamente, Walter había fallecido en
1950, antes de que la película recibiera toda la financiación necesaria. La
película fue financiada por los hermanos Walter, Harold, y Marvin Mirisch. El
rodaje de la película comenzó en Gales a petición de Huston.
Partes de la
película fueron rodadas en el mar en frente de Caniçal, un pequeño puerto de
pescadores ubicado en el distrito de Machico, las Islas de Madeira, en Portugal.
Allí se realizaron secuencias reales de caza de ballenas, realizadas por los
balleneros de Madeira. También se rodó en la playa de Las Canteras, de Las
Palmas de Gran Canaria, España.
Muchas de las escenas exteriores de New Bedford fueron
rodadas en Youghal, Co. Cork, Irlanda. El pueblo tenía un pub que originalmente
se llamaba “Linehan’s” que en aquel entonces era propiedad de Paddy Linehan. El
exterior del pub aparece en la película, y el local cambió su nombre por el de
“Moby Dick’s” tras la película. Todavía es propiedad de la familia Linehan, y
contiene una excelente colección de fotografías del reparto y el equipo de
producción durante el rodaje de la película. John Huston utilizó el bar como su
base personal para planear cada día de rodaje. La ballena Moby Dick fue
construida por Dunlop en Stoke-on-Trent, Inglaterra. Moby Dick medía doce
metros de largo y pesaba doce toneladas.
Necesitaba ochenta bobinas de aire
comprimido y un sistema hidráulico para poder mantenerse a flote y operacional.
Sin embargo, la ballena artificial se soltó de sus amarres y acabó perdiéndose
en la niebla. Tras esto, se decidió utilizar miniaturas y segmentos de copias
la anatomía de la ballena como aletas o la giba. El noventa por ciento de las
tomas de la ballena blanca fueron de las miniaturas grabadas en un tanque de
agua en los Estudios Shepperton de Londres. Los problemas de la producción se
complicaron con costes elevados, superando un presupuesto de dos millones de
dólares para llegar casi a los cuatro y medio. Esto dejó a “Moulin Productions”
y el proyecto terminó por ser vendido a “United Artists”.
Tiempo después del estreno, Gregory Peck y John Huston
terminaron distanciándose. Esto sucedió cuando Pech descubrió que nunca había
sido la elección de Huston para interpretar al Capitán Acab. Dicha decisión
había sido impuesta por los hermanos Mirisch para asegurar la financiación de
la película.
Peck quedó muy decepcionado y sintió que Huston le había engañado
para aceptar un papel para el que siempre se había sentido poco preparado. De
hecho, Peck siempre había considerado que el propio Huston debía haber
interpretado a Acab. Irónicamente, la primera opción de Huston era su propio
padre Walter Huston, pero éste había fallecido para cuando el proyecto había
arrancado. Años más tarde, el actor intentó solventar sus diferencias con el
director, pero Huston le rechazó al pensar que era demasiado tarde para empezar
de nuevo. A pesar de esto, su hija Angelica Huston confesó en una entrevista de
2003, que su padre había adorado a Peck.
Gregory Peck nunca quedó satisfecho con su trabajo en
“Moby Dick”. Cuando rodaba “Tiburón” (1975), Spielberg deseaba presentar al
personaje de Quint viendo la película de la ballena, pero Peck negó el permiso
a utilizar escenas de la película al seguir sin sentirse contento con su interpretación.
Vi la película por primera vez cuando era un adolescente, y debo
de decir que fue lo que me llevó a leer la novela. Lo que más me impresionó al
investigar elementos de esta película, lo que más me sorprendió fue descubrir
que a Gregory Peck no le gustaba su interpretación de Acab. Personalmente, fue
lo que más me impresionó de toda la película. El actor no solo me pareció un
formidable Acab, sino que transmitió sus obsesiones y ansias de venganza con tal
intensidad que en ocasiones me llegaba a asustar. En realidad todo el reparto
realiza una labor más que elogiable. Luego existen escenas que también me
impresionaron muchos. Toda la escena de la partida a alta mar, en un viaje que
durara tres años, es formidable. Me fije especialmente en el detalle de las
mujeres despidiendo a sus hombres en el puerto, con rostros prácticamente
cadavéricos como si se tratara de una predicción. John Huston realizó un gran
trabajo dirigiendo y creando escenas de esa índole.
También consideré que se
había logrado demostrar perfectamente las duras condiciones de vida que sufrían
los balleneros a mediados del siglo XIX. La temática de la formidable novela se
defiende a la perfección. Los deseos de venganza no solo llevan al Capitán Acab
a su muerte, sino que además arrastra a su tripulación y barco al desastre. Es
curioso contrastar la dureza de Acab con la afabilidad de Ismael. En términos
generales a mi pareció una película formidable, y que en su día me dejó
bastante impresionado a pesar de que no había tanta ballena como un chaval
podía esperar.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
En el año 1841, un marino mercante llamado Ismael que lleva
demasiado tiempo en tierra, llega al puerto de New Bedford. En el hostal
Spouter de Peter Coffin, acepta compartir una habitación con un arponero.
Coffin también le explica que necesita permiso del resto de los marinos del
local para cazar ballenas. Cuando un marino llamado Stubb le explica que el mar
de esa costa pertenece a los marineros de New Bedford, Ismael no lo niega y
recibe el permiso de todos. A través de una ventana, Ismael ve a un hombre con
una pata de palo, y se le explica que es el Capitán Acab. Al anochecer, Ismael
entra en su habitación conoce al arponero con el que la comparte. Su nombre es
Queequeg y es un caníbal vendiendo cabezas en la ciudad.
A la mañana siguiente, Ismael acude a misa en la capilla de los
balleneros, cuyas paredes están cubiertas con las lapidas de los hombres que
perecieron en el mar. Tras la misa, Ismael conversa con Queequeg, que le
informa que es hijo de un rey y hermano de un sacerdote en una remota isla.
Tomó un barco para conocer el mundo y no tarda en hacerse amigo de Ismael.
Ambos deciden enrolarse en barco dedicado a la caza de ballenas. Al día
siguiente, los dos deciden enrolarse en el “Pequod” capitaneado por Acab.
Quakers Peleg y Bildad, representantes de los propietarios del barco, deciden
contratar a Ismael. Queequeg también es contratado una vez es capaz de
demostrar su destreza con su arpón. En el puerto, Ismael y Queequeg conocen a
un hombre andrajoso llamado Elijah, que le advierte del peligro de navegar con
Acab. También le advierte que el capitán recibió serias heridas tras el ataque
de una ballena que le ha obsesionado. Tras la conversación, los dos hombres
embarcan en el Pequod, que abandona el puerto dejando atrás a las
apesadumbradas mujeres, para embarcarse en un viaje de tres años pescando
ballenas.
Rumbo este hacia las aguas balleneras de las Azores, el Pequod
cuenta con una tripulación compuesta por hombres de todo el mundo. El tercer
oficial se llama Flask y odia a las ballenas o todo lo que es más grande que
él. El segundo oficial es el alegre Stubb. El segundo de a bordo es Starbuck,
un hombre serio y frio pero de gran valor.
El barco cuenta con un carpintero,
un herrero para preparar los arpones. Queequeg se convierte en primer arponero,
tras el indio Tashtego, y Daggoo. El Capitán Acab se mantiene recluido en su
camarote hasta que se decide a salir un día. Acab le explica a toda la
tripulación su deseo de destruir a una ballena blanca de gran tamaño. También
clava un doblón de oro en el mástil, prometiendo entregárselo a aquel que sea
el primero en divisar esa ballena blanca. Dicha ballena es conocida por ser
enorme, tener arpones clavados y se llama Moby Dick. Es la ballena que destrozó
la pierna de Acab llenando su alma de odio. La tripulación accede a embarcarse
en la misión y junto a Acab sellan el trato bebiendo de la misma jarra.
La tripulación no tarda en divisar su primera ballena y parte en
botes cargados con arpones para poder pescarla. Tras esto, los hombres hierven
la grasa de la ballena para producir aceite fino que podrán vender a su
regreso. Acab le muestra a Starbuck un cuaderno de bitácora que contiene
información sobre antiguos balleneros, que le ayudaron a confeccionar una carta
marina con lugares donde distintos tipos de ballenas pueden ser encontradas.
Starbuck se percata de que esa información puede usarse para hacerse con las
presas suficientes para volver a casa en tiempo record. Sin embargo, Acab le
explica que su prioridad es Moby Dick, a la que esperara en Isla Bikini en
abril. Starbuck considera que buscar venganza contra un animal es la mayor de
las locuras, pero entiende que la tripulación apoyara a Acab. Poco después, el
Pequod topa con un banco de ballenas. Mientras la tripulación sale a la caza
otro barco se aproxima y su capitán conversa con Acab, explicándole que una
ballena blanca le arrancó la mano de cuajo. Acab se percata que esto ha
sucedido en Bikini, y decide ordenar a sus hombres que dejen el banco de
ballenas para continuar navegando.
Starbuck se reúne en secreto con Stubb y Flask y les propone la
posibilidad de amotinarse, temiendo que la locura de Acab les lleve a la
perdición. Sin embargo, Starbuck desiste al ver que Stubb y Flask todavía son
leales a Acab. Al llegar a Bikini, el vigía cae al mar y no vuelve a aparecer,
lo que tripulación considera un mal augurio.
El barco se detiene en Bikini, y
la tripulación se ve obligada a esperar a que Moby Dick aparezca. Queequeg
contempla su futuro en unos huesos y predice su propia muerte, encargándole al
carpintero que le construya un ataúd a prueba de agua. Tras esto entra en
trance esperando a que la muerte a pesar de los intentos de Ismael para que
coma algo. Otro marinero realiza cortes en la piel de Queequeg, hasta que
Ismael le detiene enfrentándose a él. Al ver a su amigo en peligro, Queequeg
decide salir de su trance y ayudarle. Justo entonces se divisa a Moby Dick en
la distancia. Debido a la ausencia de viento, Acab ordena que los botes tiren
del barco hacia la ballena, que termina dejándolos atrás. El Pequod se
encuentra con el barco Rachel, bajo el mando del Capitán Gardiner, que ha
perdido a varios marineros enfrentándose a la ballena incluyendo al hijo de
doce años del capitán. Para sorpresa de todos, Acab se niega a detenerse para
prestar ayuda al Capitán Gardiner para no detenerse en su obsesiva misión. Sin
embargo, Acab logra volver a camelar a la tripulación con otro discurso.
Más
adelante, el Pequod se enfrenta a un tifón y Acab prohíbe que se plieguen las
velas. Starbuck está a punto de cortar las cuerdas para plegarlas, pero Acab le
amenaza con un arpón. Tras esto utiliza el fenómeno del Fuego de San Telmo del
arpón que sostiene para volver a convencer a su tripulación de que deben seguir
adelante.
Cuando el tiempo mejora, Starbuck está a punto de disparar sobre
Acab, pero se ve incapaz de hacerlo. El capitán le explica que sus destinos
están ligados. Moby Dick vuelve a aparecer y Acab embarca en uno de los botes
que parten para cazar a la ballena. Los arponeros lanzan sus arpones contra
Moby Dick. Enfurecido y en plena demencia, Acab se agarra a las cuerdas que
rodean a la ballena, hundiendo su arpón repetidas veces en la ballena. Sin
embargo, acaba atado al inmenso animal y termina por ahogarse debido a sus
inmersiones. Stubb y otros marineros admiten la derrota, pero Starbuck cambia
de parecer y les lidera para acabar con Moby Dick. Sin embargo la ballena acaba
por destruir todos sus botes, aplastando a los hombres con su enorme aleta
caudal. Tras esto la ballena embiste contra el Pequod en repetidas ocasiones,
hasta que el barco termina por hundirse. Toda la tripulación perece menos
Ismael, que se agarra al ataúd que Queequeg había hecho construir. El Rachel le
rescata tiempo después, para que pueda contar su historia.
ESCENA
Sin duda alguna la escena por excelencia es la del enfrentamiento
final entre Acab y Moby Dick.
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