母をたずねて三千里 (Haha wo tazunete sanzenri)
DIRECCIÓN
Isao Takahata
CREADORES
Isao Takahata, Seiji Okuda,
Yoshio Kuroda, Yoshiyuki Tomino
Basado en la novela de Edmondo De
Amicis
PRODUCCIÓN
Nippon Animation
REPARTO (VOCES)
Yoshiko Matsuo (Marco Rossi),
Yukiko Nikaido (Anna Rossi), Kiyoshi Kawakubo (Pietro Rossi), Kazuyuki Sogabe
(Tonio Rossi), Mieko Nobusawa (Fiorina), Ichirô Nagai (Peppino), Noriko Ohara
(Concetta), Sachiko Chijimatsu (Julietta), Takuzô Kamiyama (Leonardo), Keiko
Yokozawa (Juana), Kei Tomiyama (Mario), Reiko Takefuji (Clara), Hikaru Miyata
(Fernandez), Akiko Tsuboi (Narrador)
FECHA DE ESTRENO Y FINAL
Del 4 de Enero de 1976 al 26 de
Diciembre de 1976
CANAL DE EMISIÓN
Fuji TV
COMPOSITOR DEL TEMA MUSICAL
Köichi Sakata
NÚMERO DE EPISODIOS
52 episodios de 22 minutos de
duración aproximada cada uno
CURIOSIDADES
Sin duda se trata de uno de los
grandes éxitos de la animación en la década de 1970, que arrasó en España. La
serie está basada en un relato corto titulado “Marco, De los Apeninos a los
Andes”, el cual estaba incluido en la novela italiana “Corazón”, escrita por
Edmondo de Amicis.
Dicho relato corto fue estirado para crear una serie que
duraría cincuenta y dos episodios, con gran variedad de personajes añadidos, y que
fueron emitidos a lo largo del año 1976 en Japón, como parte de programa
infantil “Meisaku” de la productora Nippon Animation en el canal de Fuji TV.
La serie toma como partida la
histórica depresión económica de 1881, durante la cual inmigrantes de toda Europa,
en este caso de Italia, para encontrar un futuro en Argentina. La serie, aun
siendo dirigida al público infantil, trataba temas serios como el clasismo, la
xenofobia o los serios problemas laborales, reflejados en el personaje de Marco
Rossi, un niño que se vería obligado a abandonar sus estudios, trabajar, y
embarcarse en un viaje lleno de dificultades para encontrar a su madre. Las
series Anime de esta época estaban caracterizadas por un alto grado dramático,
aunque esta era una ocasión en la que los niños recibían un final feliz.
Una curiosidad es que en el
relato de Edmundo de Amicis no se menciona el apellido de la familia
protagonista en ningún momento.
A pesar de esto, las adaptaciones realizadas
para el cine o la televisión les otorgaron distintos apellidos. En la película
de 1943, Marco se apellidaba Ansaldi; en la película de 1959, Marco se
apellidaba Valesini; y finalmente en la serie que hoy nos ocupa, Marco recibió
el apellido de Rossi.
El merchandasing de la serie
respondió a su inmensa popularidad. Los yogures Danone realizaron dos álbumes
de cromos. Las editoriales Fher y Bruguera realizaron colecciones de cómics. En
el caso de ediciones Fher, se creó otro álbum de cromos, y una baraja de
cartas.
La banda sonora también fue
bastante popular, y la canción principal, titulada “Marco”, fue interpretada
por un niño llamado José María López Pascual. Este también interpretó la
canción de los créditos finales, “Somos Dos”, más popularmente conocida como
“Mi Mono Amedio y Yo”.
A finales de la década de 1980,
se realizó una película que resumía la serie, utilizando material de los
episodios. En 1999, Nippon Animation realizó una nueva producción, en la que se
mejoró considerablemente la animación.
NOTA PERSONAL
Todo un drama de mi niñez, aunque
por lo menos estaba dotado de un final feliz, del cual, por ejemplo, carecía
“El Perro de Flandes”. A pesar de esto, siempre la considerado de mayor
intensidad dramática que “Heidi”.
Para analizar la serie me he
vuelto a tragar los cincuenta y dos episodios recientemente, y mi reacción ha
sido bastante diferente a la que experimente siendo un niño. Es inevitable,
pues todos crecemos. De niño, Marco era prácticamente un héroe para mí, y que
niño no ha deseado tener un mono Amedio que nos acompañara siempre. Sin
embargo, recuerdo la angustia que sufría cuando Marco se veía obligado a vagar
de un lado a otro, sin que la suerte pareciera acompañarle.
Ya como adulto, debo reconocer
que Marco me ha parecido bastante impertinente. No es que no tenga en cuenta el
sufrimiento del personaje. Sin embargo, me frustró ver como el personaje
descargaba sus frustraciones y mal humor a menudo en las personas que tendían a
ayudarle cuando se encontraba en apuros. Y es que para la mala suerte que
tenía, siempre había un rayo de esperanza en la forma de un afable inmigrante o
nativo, dispuesto a ayudar al muchacho. Sin embargo, cuando este se encontraba
con alguien desagradable, tendía a contenerse.
Independientemente de esta
anecdótica comparación, debo admitir que la serie es sobresaliente, y
excepcionalmente educativa. Creo que su acierto es mostrar a través de un niño
las dificultades de la vida, incrementadas en la clase baja. La serie realiza
una crítica constructiva acerca del clasismo, la xenofobia y las innecesarias
dificultades del ser humano. Por otro lado el viaje era relatado con gran
extensión, introduciendo a los personajes a los hermosos parajes de Sudamérica,
genialmente recreados en la animación, que deja a nivel del betún a muchos
dibujos animados actuales.
Todos los personajes secundarios
que aparecen a lo largo de la serie, y son muchos, están muy bien desarrollados
y contribuyen de manera efectiva al desarrollo de la serie. Me encantaban la
familia de Peppino y el cocinero del barco de Rocky entre otros.
Sin duda es una de esas series
que pueden ser consideradas como clásicos inmortales de la animación, y que
conservan su coherencia a día de hoy. Al volverla a ver, a pesar de mi punto de
vista más adulto, logró transportarme a esa época tan añorada de mi niñez en la
que encargaba yogures Danone a mi madre, para poder completar las colecciones
de cromos. Simplemente, es inolvidable.
HISTORIA (Resumen breve, debido a
la extensión de la serie)
Durante la depresión económica de
1881, la familia Rossi reside en Génova, Italia. Pietro y Anna Rossi son padres
de Tonio, y el pequeño Marco de solo nueve años.
La familia pasa por serias
dificultades económicas debido a las deudas de Pietro, por lo que Anna decide
aceptar un trabajo en Argentina. Cuando el joven Marco se entera de esto, se
viene abajo. Apenado, Marco despide a su madre en el puerto, cuando esta parte
hacia Argentina.
Mientras Marco acude a la
escuela, pues es deseo de su padre que llegue a convertirse en médico, Tonio ha
comenzado a estudiar en Milán con la esperanza de convertirse en maquinista de
trenes. Este visita a Pietro y Marco cuando tiene la oportunidad, y le regala a
su hermano pequeño su mono Amedio, el cual adquirió en uno de sus viajes. Por
su parte, Marco desea contribuir a la economía familiar, por lo que acepta un
trabajo de la encargada de correos de la Compañía Naviera, Gina, para
distribuir el correo. Esto le margina considerablemente de algunos de sus
compañeros de clase, que consideran que un niño que trabaja no es digno de su
amistad.
A Génova llega un titiritero
llamado Peppino, en compañía de sus hijas Concetta, Fiorina y Giulietta. Dicha
familia desea recaudar dinero para viajar también a Argentina.
Esto le inspira a
querer partir hacia Argentina para encontrar a su madre, aunque el mayor problema
al que se enfrenta es reunir dinero para el pasaje. Su amigo Emilio, que ha
abandonado el colegio para ayudar trabajando a su madre enferma, le consigue un
trabajo como limpiador de botellas. Sin embargo, Marco no puede evitar
preocuparse cuando las cartas de su madre dejan de llegar.
Por su parte, las dificultades
económicas de los Rossi obligan a Pietro a cambiar de casa, algo que Marco no
digiere bien, a pesar de visita temporal de su hermano. Finalmente, Marco
conoce a Fiorina, y ambos se hacen buenos amigos. Marco conoce a su familia, y
el entonces borracho Peppino le ofrece que Amedio y él, partan a Argentina con
su familia. A pesar de que Fiorina le advierte que no lo tomé en serio, Marco
lo hace, confesando a su padre que ha estado trabajando, y que su intención es
partir tras su madre a Argentina.
Marco se reconcilia con su padre,
al ver la dedicación de su padre para dirigir un centro médico para los más
necesitados.
Marco pierde su trabajo, cuando se instala una fábrica con una
máquina que se encarga de limpiar las botellas. Cuando Concetta y Peppino
enferman, Marco les proporciona un médico y ayuda a Fiorina a realizar un
espectáculo con sus marionetas para conseguir dinero. Sin embargo se entristece
al ver que la familia esta a punto de partir a Argentina, y que no pueden
llevarle con ellos.
La familia de Fiorina parte hacia
Argentina dejando a Marco desolado. Una carta de su madre revela que ha estado
enferma, aunque se esta recuperando. Sin embargo, las cartas dejan de llegar de
nuevo, y Marco se decide a viajar a buscar a su madre y ayudarla. Marco conoce
a un marinero brasileño llamado Rocky, quien trabaja en un barco llamado el
Folgore, que se dirige rumbo a Brasil. Ya con once años, Marco intenta ir de
polizón, pero es descubierto. Al caer bien a la tripulación, estos interceden
con su padre, que accede a que Marco parta en el Folgore. El cocinero jefe le
toma como su ayudante, asegurando que Marco podrá tomar otro barco desde Brasil
hasta Argentina.
Marco se despide de su padre, y
parte en el Folgore, donde demuestra ser un chico trabajador como ayudante de
cocinero, y haciéndose buen amigo de Rocky. Tras un viaje en el que Marco
adquiere experiencia como marinero el Folgore llega a Río de Janeiro, pero el
barco que Marco debía tomar hacia Buenos Aires, ha sufrido una avería que
tardará ocho días en ser reparado. El cocinero jefe consigue que un barco de
inmigrantes acepte a Marco como pasajero.
Marco embarca para descubrir las
miserables condiciones en las que viajan los inmigrantes. Marco se hace amigo
de un abuelo, y una mujer llamada Renata y su hijo, pasando por una terrible
tempestad, de la cual el barco surge a duras penas. Finalmente, el barco llega
al Río de la Plata, y a Buenos Aires. Sin embargo, Marco descubre que su madre
ya no se encuentra allí, y todo parece señalar que se ha trasladado a Bahía
Blanca. Marco se encuentra sin dinero, después de que le roben en las aduanas.
Sin embargo, las cosas mejoran cuando Marco encuentra a Peppino, Concetta y
Fiorina, y la familia accede a viajar con él hasta Bahía Blanca.
Peppino reforma un carromato en
el que su familia y Marco parten camino de Bahía Blanca. Durante el camino, son
invitados a la hacienda de un hombre rico, donde realizan una de sus
actuaciones para seguir recaudando dinero que necesitaran cuando lleguen a su
destino. El viaje resulta lleno de complicaciones, comenzando con una avería en
una de las ruedas del carro, siguiendo con un malhechor que acosa al grupo, y
la amenaza de un Puma. Sin embargo, la tropa recibe la ayuda de un solitario
gaucho llamado Carlos, y consigue seguir su viaje, ya a punto de llegar a Bahía
Blanca.
Una nueva decepción surge cuando
al llegar a Bahía Blanca, Marco descubre que su madre no se encuentra allí.
Temiendo lo peor, se planeta regresar a Génova. Es entonces cuando conoce a un
inmigrante español, al que relata todas sus desventuras. Sin embargo, Marco
desconoce que este es en realidad su tío Francesco Merelli con una identidad
falsa. Merelli recibía la correspondencia y dinero de Anna Rossi, el cual debía
enviar a Génova.
Sin embargo, Merelli se quedó con el dinero para gastárselo en
alcohol. Sin embargo, el hombre se siente culpable y pide un préstamo. Merelli
sabe que Anna se ha trasladado a Córdoba, pero sin dinero suficiente para enviar
a Marco allí, le consigue un billete para regresar a Buenos Aires, con
contactos que podrán ayudarle a llegar a Córdoba desde allí. Marco toma el tren
despidiéndose de Peppino, Concetta, Giuletta y su buena amiga Fiorina.
Al regresar a Buenos Aires, Marco
descubre que su madre se trasladó tres meses atrás a Córdoba, y que el Señor
Esteban era el tío Merelli, que se había quedado con el dinero de su madre, y
su correspondencia para que su familia no lo supiera. Marco decide perdonar a
su tío, y parte en un barco hacia Rosario. Allí visita a un contacto que le ha
de ayudar a dirigirse a Córdoba, pero este se haya en Buenos Aires en ese
momento. Marco se encuentra con el abuelo inmigrante que conoció en el barco,
quien le ayuda a recopilar dinero para viajar a Córdoba en tren.
Una vez en Córdoba, Marco
descubre que su madre se trasladó con sus amos a Tucumán, quedando decepcionado
de nuevo. Marco conoce a Pablo y su hermana Juana, dos niños pobres de Córdoba
que residen con su abuelo, y le ayudan a encontrarse con el primo de los amos
de su madre, quien le entrega dinero para que viaje en tren a Tucumán. Sin
embargo, cuando Juana se pone muy enferma, Marco toma la decisión de gastarse
su dinero para que un médico le salve la vida. Agradecido, Pablo le ayuda a
entrar como polizón en el tren que le llevará a Tucumán.
Sin embargo, Marco es descubierto
y arrojado del tren. Afortunadamente se encuentra con grupo de rudos arrieros,
acostumbrados a las durezas de la estepa. Un joven llamado Manuel ayuda a
Marco, y cuando el grupo toma otra dirección, le regalan una burra llamada
Vieja, por su avanzada edad. Marco continúa el viaje solo, y las cosas se
complican cuando Vieja muere de agotamiento.
Marco realiza el resto del viaje
a pie, perdiendo una bota y con un pie herido infectado. Con ayuda de un
viajero es capaz de llegar a una aldea, donde toma un carro que le lleva a
Tucumán. Allí recibe indicaciones para llegar a la hacienda de los señores
Mequínez, donde por fin encuentra a su madre, la cual esta muy enferma. Al ver
a Marco, Anna recupera sus fuerzas, y es operada, tras lo cual se recupera. Los
señores Mequínez pagan el viaje de regreso de Anna y Marco, durante el cual se
van encontrando con todos aquellos que ayudaron al niño durante el viaje. En
Buenos Aires se encuentran con la familia de Peppino, que ha regresado a la
ciudad. Marco se despide de Fiorina, prometiéndole que regresara convertido en
médico para ayudar a los inmigrantes. Finalmente, Marco y Anna llegan a Génova,
donde se rencuentran con Pietro y Tonio. Reunida de nuevo, la familia parte
rumbo a su casa.
ESCENA
La escena más esperada tras los
cincuenta primeros episodios, Marco encuentra a su madre enferma, y su
presencia ayuda a que esta se recupere.