29 de Enero de 1959
TÍTULO ORIGINAL
Sleeping Beauty
DIRECCIÓN
Clyde Geronimi, Les Clark, Eric Larson, Wolfgang
Reitherman
PRODUCCIÓN
Walt Disney
GUION
Erdman Penner, Joe Rinaldi, Winston Hibler, Bill Peet, Ted Sears, Ralph Wright,
Milt Banta
Basado en los trabajos de Charles
Perrault y Pyotr Ilyich Tchaikovsky
REPARTO (VOCES)
Mary Costa (Princesa Aurora),
Eleanor Adley (Maléfica), Verna Felton (Hada Flora, Reina Leah), Barbara Jo
Allen (Hada Fauna), Barbara Luddy (Hada Primavera), Bill Shirley (Principe
Felipe), Taylor Holmes (Rey Stefano), Bill Thompson (Rey Huberto), Marvin
Miller (Narrador), Candy Candido, Pinto Colvig, Bill Amsbery (Hombres de
Maléfica), Dallas McKennon (Búho)
CINEMATOGRAFÍA
Inaplicable
BANDA SONORA
George Bruns
DISTRIBUCIÓN
Buena Vista Distributions
Buena Vista Distributions
DURACIÓN
75 minutos
75 minutos
CLÁSICO ANTERIOR:
MALEFICA: “Y para demostraros mi
buena voluntad, yo también concederé un don a vuestra hija. Oíd bien todos
vosotros. La princesa sí crecerá dotada de gracia y belleza, podrá ser amada
por cuantos la conozcan. Pero, al cumplir los dieciséis años, antes de que el
sol se ponga, se pinchará el dedo con el huso de una rueca, y morirá.”
Se trata del décimo sexto clásico animado de Disney. La
película pasó en producción prácticamente toda la década de 1950. La adaptación
del guion comenzó en 1951, las voces fueron grabadas en 1952, y el trabajo de
animación se desarrolló desde 1953 hasta 1958, mientras la banda sonora, en su
mayor parte basada en el ballet de Tchaikovsky del mismo título fue grabada en
1957. Esta fue la última película animada de Disney que utilizó células
entintadas a mano.
A partir del siguiente clásico, “101 Dálmatas”, Disney
procedió a utilizar xerografía para transferir los dibujos de los animadores
del papel al celuloide. En el arte de “La Bella Durmiente”, Disney quería
conseguir una ilustración viviente del arte
medieval, lo cual no era característico de sus películas. Su deseo
también era que la película destacara por un estilo visual diferente, el cual
fue descrito como mucho más estilizado para corresponder a la época mostrada.
Los fondos contenían trabajo artístico más detallado y complejo al de
anteriores películas.
Dichos fondos necesitaron entre siete y diez días para
ser completados; mientras que en el pasado solo necesitaban un día. La película
fue la primera con la que estudio experimentó con el proceso Xerox. Se utilizó
sobre el dragón para incrementar o reducir su tamaño, pero debido al primitivo
equipo que utilizaron, las líneas Xerox fueron remplazadas con tinta
tradicional.
La princesa fue llamada Aurora, tal y como se hacía en el
ballet de Tchaikovsky. En la versión de Perrault, Aurora era el nombre de la
hija de la princesa. El príncipe recibió el nombre más principesco para los
americanos de la década de 1950, tras el Principe Felipe, Duque de Edimburgo.
Fue el primer príncipe de los clásicos de Disney en recibir un nombre, ya que
los de “Blancanieves y los Siete Enanitos” y “Cenicienta” carecían de nombre.
Walt Disney sugirió que las tres Hadas fueran parecidas
en aspecto, pero los animadores vetarnos Frank Thomas y Ollie Johnston se
mostraron en contra. Decidieron tener tres Hadas con personalidad, aspecto y
colores diferentes, como los sobrinos del Pato Donald. Originalmente, se
consideró en crear siete hadas, ya que este era el número en la historia de
Perrault. Para determinar el diseño de Maléfica, se descartaron los harapos
característicos de las brujas, y en animador Marc Davis optó por un aspecto más
elegante. Durante su investigación de la edad media, encontró la imagen de una
mujer de naturaleza religiosa, pero vestida de forma elegante con capas y
ropajes que se parecían a las llamas.
Con esta imagen, se concentró en la apariencia
de las llamas, y acabó por coronar a la villana con los cuernos del diablo.
Esto desembocó en que los personajes de las Hadas y el de Maléfica fueran los
puntos más fuertes de la película.
Varios aspectos de la historia en esta película
procedieron de ideas descartadas por Disney en “Blancanieves y los Siete
Enanitos”, en la que la heroína también acababa dormida. Dichos aspectos
incluían a Maléfica capturando al Principe para torturarle con su plan, y su
valiente fuga del castillo. En Blancanieves, estas ideas fueron descartadas
porque los artistas de aquel entonces no lograban dibujar a un personaje
masculino convincente, aunque fueron incorporadas a su versión en el cómic.
También se incorporó la idea de la princesa bailando con un falso príncipe creado
por animales, que también había sido considerado para Blancanieves, denominado
el Príncipe Cabeza de Cubo en el cómic. La escena de Aurora y Felipe bailando
entre las nubes al final del film, era una idea descartada para “Cenicienta”.
Antes de que comenzara la producción de animación, cada
toma de la película fue realizada en una versión de acción real como
referencia, con actores caracterizados y que servían como modelos para los
animadores. El papel del Príncipe Felipe fue modelado por Ed Kemmer, quien
había interpretado al Comandante Buzz Corry en la serie de televisión
“Patrulleros del Espacio” cinco años antes. Para la secuencia de la batalla
final, Kemmer fue fotografiado en un ciervo de madera.
Helene Stanley fue la referencia de acción real para la
Princesa Aurora. Solo ha sobrevivido metraje de dicha interpretación de Stanley
en una referencia del programa de televisión “Disneyland”, la cual consistía en
artistas dibujándola mientras bailaba en el bosque. Helene Stanley también
otorgó referencias de acción real para los personajes de Cenicienta, y el de
Anita en “101 Dálmatas”.
Durante el estreno original en 1959, la película logró
recaudar casi ocho millones de dólares en taquilla.
Los costes de producción
alcanzaban los seis millones, lo que la había convertido en el clásico de
Disney más caro hasta la fecha, y dos veces más caro que los tres anteriores “Alicia
en el País de las Maravillas”, “Peter Pan” y “La Dama y el Vagabundo”. Esto
añadido a otros factores provocó que Disney sufriera pérdidas fiscales, por
primera vez desde 1950, en el año 1960.
La película fue nominada a los Oscar por Mejor Banda
Sonora, pero perdió la estatuilla contra “Porgy & Bess”.
Este es uno de mis clásicos favoritos. La razón de mayor peso es
que posee la que considero la mejor villana en la historia de la animación de
Disney, Maléfica. El diseño es genial, mezclando un vestuario elegante con una
presencia aterradora, así como de poderes excepcionales.
Creo que el personaje
contiene la mejor presencia, es lo suficientemente retorcida para desbancar a
otras villanas, y posee un genial sequito de monstruos que destacan por su
estupidez. Su transformación en dragón es simplemente sobresaliente, logrando
conceder una de las mejores escenas de combate en la historia de los clásicos
animados.
Sin duda cabe destacar diferentes logros estéticos de la película.
Su mayor logro es lograr transportar al espectador a una creíble Edad Media,
con fondos y atrezos simplemente formidables. En particular me encantó el
aspecto de la Montaña Prohibida, sede de Maléfica, donde toda la escena del
rescate del Príncipe Felipe me pareció formidable. Sin embargo también me
encantó el diseño del castillo de los reyes, así como el del bosque en el que
reside Aurora durante su juventud. La escena en la que Aurora se pincha con el
huso de la rueca encantada me pareció dotada de un toque tenebroso único en la
historia de los clásicos.
El ritmo de la acción es trepidante, con las necesarias pausas
para otorgarnos momentos hilarantes, en su mayor parte debido a las geniales
Hadas, como la preparación de la fiesta sorpresa, o la discusión sobre el color
que debe tener el vestido de Aurora. Sin embargo hay que destacar la genial
escena en la que el Rey Huberto y el Rey Stefano brindan por la prosperidad del
reino, y el trovador acaba seriamente perjudicado por el alcohol. Por fin se
nos proporciona, por primera vez, un Príncipe bien definido, que toma acción
real en la trama, y que además está dotado de un nombre, algo que no había
sucedido hasta entonces.
El aspecto romántico de la película esta proporcionado por el
encuentro de Aurora y Felipe en el bosque, característicamente acompañados de
animales que adoran a la princesa. Dicha esta escena está dotada con una de las
canciones más clásicas de Disney: “Eres Tú el Príncipe Azul que yo soñé”.
En definitiva, siempre me ha parecido un clásico muy completo, a
pesar de que en su momento no gozó de gran éxito, y que daría lugar a una lista
de clásicos que se convertirían en mis favoritos durante la siguiente década,
aunque cambiaran un poco en su estilo, y disminuyera la fantástica oscuridad
incluida en esta película.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
Los reyes Stefano y Leah gobernaban en un reino lejano del siglo
XIV. Cuando la pareja tienen a su primera hija, Aurora, deciden celebrar una
fiesta en la que los habitantes del reino acuden a rendir sus respetos a la
niña. Entre ellos está el buen amigo de Stefano, Huberto, cuyo joven hijo
Felipe es prometido a Aurora, para que los reinos queden unidos. Entre los
asistentes también se encuentran las Hadas Flora, Fauna y Primavera, cada una
de las cuales le conceden un don a Aurora. Flora le concede el don de la
belleza, y Fauna el del canto. Antes de que Primavera conceda su don, la fiesta
es interrumpida por la hechicera Maléfica, ofendida por no haber sido invitada.
Maléfica lanza una maldición sobre Aurora, quien a pesar de ser dotada de
belleza y una hermosa voz, antes de que el sol se ponga en su décimo sexto
cumpleaños, perecerá al pincharse el dedo con el huso de una rueca. Después de
que la bruja abandone el palacio, Primavera s capaz de debilitar la maldición,
asegurando que Aurora solo quedará dormida al pincharse un dedo, y que podrá
despertar al recibir un beso de amor verdadero. El Rey Stefano ordena que todas
las ruecas del reino sean quemadas, pero las tres Hadas son conscientes de que
esto no detendrá a Maléfica y diseñan un plan para proteger a Aurora.
Haciéndose pasar por plebeyas, y con el consentimiento del rey y la reina, se
llevan a la niña en secreto para que viva con ellas en una pequeña cabaña
durante los próximos dieciséis años.
A medida que los años pasan, Maléfica se enfurece por la
incapacidad de sus monstruos para encontrar a Aurora, para descubrir que estos
han seguido buscando a un bebé, sin tener en cuenta que este ha tenido que
crecer.
Maléfica decide enviar a su cuervo en una nueva búsqueda. Años más
tarde, Aurora, que ha recibido el nombre de Rosa, ha crecido para convertirse
en una hermosa joven, soñando con poder enamorarse. El día de su dieciséis
cumpleaños, las Hadas la envían a recoger fresas para prepararle una fiesta
sorpresa. Mientras canta en el bosque, Aurora llama la atención del ya adulto y
apuesto Principe Felipe. Al conocerse, ambos se enamoran instantáneamente, pero
la joven parte de regreso a casa, invitando a Felipe a que visite la cabaña esa
misma noche
Mientras tanto, las Hadas se ven incapaces de preparar la fiesta
sin hacer uso de la magia, lo que llama la atención del cuervo de Maléfica.
Aurora revela a las Hadas que se ha enamorado, y estas le señalan que esto no
puede ser, y revelándole su origen, y que ha de casarse con el Principe Felipe,
sin saber que se trata del mismo joven. El cuervo parte para informar a
Maléfica de que ha encontrado a Aurora, quien regresará al palacio al
anochecer. Por su parte, Felipe le comunica a su padre que se ha enamorado de
una joven plebeya, y que no se casara con Aurora.
Todo está preparado para el regreso de Aurora, pero Maléfica
consigue atraerla hasta una habitación del palacio, donde le espera una rueca
encantada. Aurora se pincha con el huso, llevando a cabo la maldición, momentos
antes de que anochezca. Las Hadas la depositan en una cama de la torre más
alta, creando un hechizo para que el reino quede dormido hasta que la maldición
sea rota. Antes de dormir, Huberto revela a Stefano que Felipe se ha enamorado
de una campesina plebeya, y las Hadas lo escuchen dándose cuenta de que Aurora
y Felipe se han enamorado. Sin embargo, Felipe ha partido a la cabaña del
bosque donde es capturado por Maléfica y sus hombres, que le llevan a su morada
en la Montaña Prohibida.
Las Hadas acuden a la Montaña Prohibida donde consiguen localizar
a Felipe en una celda, en la que Maléfica revela que le liberara cuando sea un
anciano decrepito. De esta forma, al despertar a Aurora, que no habrá
envejecido, la joven le abandonara. Una vez Maléfica abandona la celda, las
Hadas liberan a Felipe entregándole las armas mágicas conocidas como la espada
de la verdad y el escudo de la virtud.
Felipe logra recuperar su caballo y
escapar del castillo enfrentándose a las hordas de Maléfica. La bruja rodea el
castillo de Stefano con una selva de espinos, pero Felipe logra atravesarlo
usando su espada, y con la ayuda de las tres Hadas. Es entonces cuando Maléfica
aparece ante el castillo convirtiéndose en un enorme dragón para enfrentarse al
príncipe, al que acorrala contra un barranco. Las Hadas bendicen la espada de
Felipe, que la arroja contra el corazón del dragón, acabando con la amenaza de
Maléfica, que acaba cayendo por un barranco y quedando reducida a polvo.
Felipe acude a la torre de Aurora, donde la despierta al besarla.
La maldición ha sido rota y todo el reino despierta. Felipe y Aurora acuden al
salón del trono, donde la joven se rencuentra con sus padres, mientras Huberto
queda reconfortado al ver que la campesina era Aurora. Las Hadas observan desde
un balcón, mientras la pareja baila, feliz para siempre.
ESCENA
Sin duda mi escena favorita, con mi villana de Disney favorita. Maléfica
aparece para maldecir a Aurora, poco después de su nacimiento.
La bella durmiente es mi clásico favorito de Disney, me encanta toda la belleza romántica que transmite la película, no me gustó que la redoblaran pasó lo mismo con Blancanieves y Cenicienta supongo que se debe a que como he crecido con los doblajes antiguos al escuchar los nuevos pierden todo el encanto que tenían.
ResponderEliminar