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miércoles, 26 de agosto de 2015

ALADDIN

FECHA DE ESTRENO
25 de Noviembre de 1992
TÍTULO ORIGINAL
Aladdin
DIRECCIÓN
Ron Clements, John Musker
PRODUCCIÓN
Ron Clements, John Musker
GUION
Ron Clements, John Musker, Ted Elliott, Terry Rossio
REPARTO (VOCES)
Scott Weinger (Aladdin), Robin Williams (Genio, Mercader), Linda Larkin (Princesa Jasmine), Jonathan Freeman (Jafar), Frank Welker (Abu, Cueva de las Maravillas, Rajah), Gilbert Gottfried (Iago), Douglas Seale (Sultán), Jim Cummings (Razoul, Farouk), Charlie Adler (Gazeem), Corey Burton (Príncipe Achmed)
CINEMATOGRAFÍA
Inaplicable
BANDA SONORA
Alan Menken
DISTRIBUCIÓN
Buena Vista Pictures
DURACIÓN
90 minutos
CLÁSICO ANTERIOR:
CLÁSICO SIGUIENTE:

GENIO: “Dile la verdad”
ALADDIN: “Ni hablar. Si Jasmine se entera de que en realidad soy una despreciable rata callejera, se reirá de mí.”
GENIO: “A lo mejor le gustan los hombres claros como la luz. Al, bromas aparte mira, lo mejor es que seas tú mismo.”
ALADDIN: “Eso es lo último que quiero ser. De acuerdo, iré a verla. Tengo que ser sofisticado, hábil, seguro de mí mismo. ¿Qué aspecto tengo?”
GENIO: “Pues… de Príncipe.”

CURIOSIDADES
En el año 1988, el compositor de letras musicales Howard Ashman presentó a Disney la idea de crear una adaptación musical sobre Aladdin. Ashman escribió algunas canciones en cooperación con Alan Menken, así como un borrador sobre la trama, y un guion fue escrito por Linda Woolverton, quien había trabajado en “La Bella y la Bestia”. Tras esto, los directores John Musker y Ron Clements se unieron para producir el proyecto, escogiendo el de Aladdin de entre otros tres ofrecidos, los cuales incluían “El Lago de los Cisnes” y el “Rey de la Selva, que con el tiempo se convertiría en “El Rey León”. 
Musker y Clements escribieron un borrador del guion y lo enviaron al jefe del estudio, Jeffrey Katzenberg en 1991. Katzenberg consideró que el guion no lograba enganchar, y exigió que todo el guion volviera s ser escrito. Finalmente, dio luz verde al proyecto cuando Ted Elliott y Terry Rossio reescribieron el guion.
Entre algunos de los cambios, se eliminó al personaje de la madre de Aladdin, Jasmine fue diseñada como un personaje más fuerte, la personalidad de Aladdin se volvió más intrépida, y el personaje del papagayo Iago se convirtió en uno cómico. Algunos personajes y elementos de la trama también se basaron en la versión de 1940 de “El Ladrón de Bagdad”, y muchos elementos de la historia tradicional fueron cambiados para la película. En lugar de establecer la trama en China, se decidió crear la ciudad ficticia de Agrabah.
Como muestra de gratitud por su éxito con la película “Buenos Días, Vietnam”, Robin Williams creó la voz del Genio por solo setenta y cinco mil dólares, a cambio de su imagen no fuera utilizada en la publicidad, y que su personaje no ocupara más del veinticinco por cierto del arte publicitario, ya que su película “Toys” se planeaba estrenar un mes después del estreno de “Aladdin”. 
Por razones financieras, el estudio se echó atrás en el trato, especialmente en el arte de uno de los posters, en el que el Genio ocupaba más de una cuarta parte del mismo. 
Esto provocó un desencuentro bastante amargo entre Williams y Disney, y por lo tanto el actor se negó a ceder su voz para la secuela “El Retorno de Jafar”, y la serie de televisión basada en la película. Para la tercera película, “Aladdin y el Rey de los Ladrones”, se utilizó su voz grabada previamente. Cuando Katzenberg abandonó Disney, fue reemplazado por Joe Roth, quien preparó una disculpa formal y pública de Disney para Williams.
La película recibió cinco nominaciones a los Oscars, dos a la mejor canción por “Un Mundo Ideal” y “No Hay un Genio tan Genial”, a la mejor Banda Sonora, Mejor Sonido y Mejor Montaje de Sonido. Logró hacerse con el Oscar a la mejor Banda Sonora y mejor canción por “Un Mundo Ideal”.

NOTA PERSONAL
Otro de los clásicos que vi por primera vez en Estados Unidos cuando vivía allí, aunque volví a verla con unos amigos al estar de vacaciones en casa. 
El gran punto de la película, desde mi punto de vista, es lo inmensamente divertida que es, aunque pierde bastante si no se ve en versión original. Evidentemente, Robin Williams se lleva la palma por crear la voz del desternillante Genio, aunque siempre me ha encantado el personaje de Iago, que encuentro igualmente divertido. Curiosamente, es una de esas películas en las que los personajes secundarios son simplemente geniales, llegando a superar a los de Aladdin y Jasmine, aunque su historia de amor sea bastante buena. Tanto el Sultán como el mono Abu también tienen momentos sublimes y francamente divertidos. Jafar también me pareció un villano formidable, algo que en alguna de las últimas películas de la factoría se ha perdido y es esencial. La alfombra mágica también me pareció formidable, ya que se logró representar sus estados de ánimo, algo inverosímil.
Lo que más me impresionó en su momento fue la excepcional animación y lista de canciones. Hay escenas magistrales, en especial las del exterior e interior de la Cueva de las Maravillas, en las que destacaría a Aladdin escapando en la alfombra mágica, de una enorme ola de lava. 
Otro ejemplo claro fue el de la lucha final entre Aladdin y un Jafar que se convierte en una Cobra gigante. En términos generales, es una gran película de acción, con la moraleja de la importancia de ser un mismo. El único defecto que le encontré fue el uso de bromas basadas en personajes y aspectos de la cultura americana de la época, que con el tiempo pueden no ser entendidas. Pero esto es algo mínimo, considerando la gran cantidad de atributos encomiables que la película contiene.

HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)
En una noche oscura, Jafar, Gran Visir del Sultán de Agrabah consigue que un ladrón le entregué la mitad de un escarabajo dorado, con ayuda de su mascota el papagayo Iago. 
Al unir las dos mitades del escarabajo, éste le conduce a la Cueva de las Maravillas. Jafar le ordena al ladrón que entre para obtener una lámpara, y a cambio puede quedarse con los tesoros en su interior. La Cueva, en forma de gigante cabeza de tigre, le advierte que solo un diamante en bruto, alguien digno, podrá entrar en la cueva. 
El ladrón no es digno, y es devorado por la Cueva. Jafar se percata de que debe encontrar a esa persona considerada diamante en bruto.
Al día siguiente, en Agrabah, un joven ladrón llamado Aladdin es perseguido por la guardia del Sultán, tras haber robado una barra de pan. Aladdin consigue escapar de los guardias, acompañado por su amigo el mono Abu. Sin embargo, al ver a dos niños hambrientos buscando comida en la basura, Aladdin decide entregarles la barra de pan. Tras esto, Aladdin observa como otro pretendiente para la Princesa llega a Agrabah. El pretendiente está a punto de atropellar a los niños, pero Aladdin les salva ganándose una patada del pretendiente, que le recuerda que siempre será una rata callejera. 
Al día siguiente, el pretendiente abandona el palacio de Sultán, tras ser atacado por el tigre de la Princesa Jasmine. La Princesa tiene tres días, antes de su cumpleaños, para casarse con un Principe debido a una antigua ley, pero Jasmine sigue rechazando a sus pretendientes deseando casarse por amor. También se siente prisionera de su vida en palacio.
El Sultán está preocupado por las constantes negativas de Jasmine, por lo que pide consejo a Jafar. El Gran Visir le pide el místico diamante azul que lleva para poder ayudarle, e hipnotiza al Sultán para que se lo entregue. Esa noche, Jasmine escapa de palacio para evitar que sigan dirigiendo su vida. A la mañana siguiente, Jasmine explora el mercado y le regala una manzana a un niño, sin entender que tiene que pagarla. Cuando el mercador intenta cortarle una mano, Aladdin, que se ha quedado prendado de ella, la rescata del mercader haciéndola pasar por su hermana loca. Mientras tanto, Jafar e Iago utilizan el diamante para descubrir quién es el diamante en bruto, y la visión resultante muestra a Aladdin. 
El joven lleva a Jasmine a su casa en un edificio derruido, donde Jasmine le revela que su padre intenta casarla a la fuerza. La atracción entre ambos es evidente, pero Jafar envía a sus guardias para que le capturen. Jasmine revela ser la Princesa, pero el Jefe de la Guardia le explica que son órdenes de Jafar, y no pude desobedecerlos.
De regreso en el palacio, Jasmine se enfrenta a Jafar, quien explica que el joven ha sido acusado de secuestrarla. Jasmine intenta aclarar lo que ha sucedido, pero Jafar le explica que Aladdin ya ha sido ejecutado. Esto provoca que Jasmine se sienta culpable. Sin embargo, Aladdin sigue vivo en prisión, donde conoce a un anciano que le ayuda a escapar explicándole la existencia de la Cueva de las Maravillas. El anciano no es otro que Jafar disfrazado. Aladdin accede y le acompaña a la Cueva de las Maravillas, donde el joven es considerado digno y consigue entrar. Sin embargo, la Cueva le advierte que no toque nada excepto la lámpara, precisamente el objeto que le ha solicitado el anciano. En el interior de la cueva, Aladdin y Abu conocen a una alfombra mágica, que decide ayudarles a encontrar la lámpara. 
Sin embargo, mientras Aladdin obtiene la lámpara, Abu toca un enorme diamante, y la cueva comienza a colapsarse emitiendo grandes explosiones de lava. Aladdin y Abu consiguen llegar a la entrada gracias a la alfombra mágica, donde el anciano solicita la lámpara antes de ayudarle a salir. 
Aladdin se la entrega, pero el anciano intenta matarle. Abu lo impide, pero ambos caen al interior de la cueva, quedando atrapados en su interior. En el exterior, Jafar se percata de que no tiene la lámpara.
Aladdin se recupera, y descubre que Abu le robó la lámpara al anciano antes de que ambos quedaran atrapados. Al frotarla, un Genio emerge de la lámpara, explicándole que puede concederle tres deseos, con la excepción de matar, hacer que alguien se enamore, o resucitar a alguien. Aladdin reta al Genio explicando que no puede ser tan hábil si tiene limitaciones, declarando que no podría sacarle de la cueva. El Genio les saca de la Cueva para probar su poder, y Aladdin le hace saber que no se lo había pedido. El Genio cede, pero le hace saber que a partir de ese momento los tres deseos tendrán lugar. 
Aladdin le pregunta al Genio que pediría, y este le explica que desearía ser libre de la lámpara. Aladdin le promete que utilizará su tercer deseo para liberarle, tras lo cual le pide que le convierta en un Principe, para así poder conquistar a Jasmine. El Genio transforma a Abu en un gran elefante, para que Aladdin entre en Agrabah como un gran Principe.
En palacio, Jasmine le explica al Sultán lo que ha hecho Jafar. El Sultán se enfrenta a Jafar por lo sucedido, y el Gran Visir se disculpa convenciéndole. Jasmine le comunica a Jafar que cuando se Reina, lo primero que hará será deshacerse de él. Iago le propone a Jafar que consiga casarse con la Princesa, para así convertirse en Sultán, tras lo cual podrá asesinar tanto a Jasmine como a su padre. Jafar visita al Sultán y le hace saber que existe una cláusula de la ley, según la cual si Jasmine no elige pretendiente, y si el Sultán no encuentra un pretendiente adecuado, la Princesa tendrá que casarse con el Gran Visir. Ante la duda del Sultán, Jafar le hipnotiza para que acceda, pero es interrumpido por la espectacular entrada del Príncipe Ali, quien no es otro que Aladdin. 
El Sultán queda impresionado por el Príncipe Ali, mientras que Jafar le ve como una amenaza. Sin embargo, Aladdin actúa de forma arrogante, provocando el rechazo de Jasmine.
Por la noche, el Genio le recuerda a Aladdin que debe ser el mismo, y que debería decirle la verdad. Aladdin no accede y visita a Jasmine y la invita a un paseo en la alfombra mágica. 
Jasmine reconoce los gestos de Aladdin en el Príncipe y acepta. La pareja viaja por tierras lejanas, y Jasmine termina por enamorarse del Principe Ali. Tras el paseo, Jasmine revela saber que el Principe Ali es Aladdin, y este se excusa explicándole que en ocasiones se viste de plebeyo para escapar de las presiones de palacio. Tras despedirse con un beso, Aladdin es capturado por los hombres de Jafar, que le encadenan y arrojan al mar. Allí, Aladdin frota la lámpara y pide su segundo deseo, logrando ser rescatado por el Genio. En palacio, el hipnotizado Sultán le anuncia a Jasmine que deberá casarse con Jafar. Aladdin llega a tiempo para liberar al Sultán, y revelarle que ha sido manipulado por Jafar. 
El Gran Visir se ve obligado a escapar, pero logra ver que el Príncipe Ali tiene la lámpara. Por su parte, el Sultán se deleita al descubrir que Jasmine ha elegido al Príncipe Ali.
Aladdin comienza a dudar de su capacidad para ser Sultán, y no siente listo para liberar al Genio, que queda decepcionado. 
Poco después, Iago consigue robarle la lámpara y llevarla a Jafar. Cuando el Sultán anuncia el matrimonio de Jasmine y Ali, Jafar pide su primer deseo, ser Sultán de Agrabah. De esta forma, Jafar se presenta ante el Sultán, Ali y Jasmine como nuevo Sultán. Jafar pide su segundo deseo, ser el hechicero más poderoso del mundo, tras lo cual revela que Ali no es otro que Aladdin, un plebeyo pobre y ladrón de Agrabah ante el Sultán y la Princesa. Tras esto, Jafar envía a Aladdin a una tierra helada. Sin embargo, la alfombra mágica le lleva de regreso a Agrabah. Allí, Jafar le pide al Genio que Jasmine se enamore de ella, algo que no es posible. Sin embargo, Jasmine ve a Aladdin y finge que el deseo se ha cumplido. 
Jafar descubre a Aladdin y se convierte en una enorme Cobra, dispuesta a matar a Aladdin. El joven usa su ingenio para hacerle ver que el Genio siempre será más poderoso que él. Por ello, Jafar pide su tercer deseo, convertirse en un Genio. Sin embargo, al obtener ese deseo Jafar se convierte en esclavo de su propia lámpara, quedando atrapado en ella junto a Iago.
Todo en Agrabah vuelve a la normalidad, y Aladdin utiliza su último deseo para liberar al Genio de la lámpara. Impresionado, el Sultán decreta una nueva ley según la cual la Princesa podrá casarse con quien considere digno. Jasmine elige a Aladdin, y ambos celebran su compromiso viajando en la alfombra mágica, mientras el Genio parte a explorar el mundo.

ESCENA
Pues no queda otra que escoger la escena de la canción “Un Mundo Ideal” en la que Aladdin y Jasmine viajan por el mundo, enamorándose.