FECHA DE ESTRENO
14 de Noviembre de 2016
TÍTULO ORIGINAL
Moana
DIRECCIÓN
Ron Clements, John Musker
PRODUCCIÓN
Osnat Shurer
GUION
Jared Bush
REPARTO (VOCES)
Auliʻi Cravalho (Vaiana), Dwayne Johnson (Maui), Rachel House (Tala), Temuera Morrison (Tui), Jemaine Clement (Tamaota), Nicole Scherzinger (Sina), Alan Tudyk (Heihei), Oscar Kightley (Pescador), Louise Bush (Joven Vaiana), Christopher Jackson (Tui cantando)
CINEMATOGRAFÍA
Rob Dressel, Adolph Lusinsky
BANDA SONORA
Mark Mancina
DISTRIBUCIÓN
Walt Disney Studios Motion Pictures
DURACIÓN
107 minutos
CLÁSICO ANTERIOR:
Zootrópolis
CLÁSICO SIGUIENTE:
Ralph Rompe Internet
MAUI: “Ya lo he entendido. Verás,
al océano le encantaba que sacara islas del mar, porque tus ancestros surcaban
los mares y las encontraban. Todas esas nuevas tierras, nuevas aldeas, era el
agua la que las unía. Si yo fuera el océano, creo que buscaría a una ‘no
princesa’ de pelo rizado, para empezar de nuevo.”
VAIANA: “Yo soy Vaiana de Motunui. Subiré a mi barco, cruzaré el
mar y devolveré el Corazón de Te Fiti.”
CURIOSIDADES
Se trata del quincuagésimo sexto Clásico Animado de Disney. La idea surgió en el año 2011, cuando John Musker comenzó a sumergirse en la mitología polinesia, y descubrió los logros heroicos del semidiós Maui. Quedó fascinado al descubrir que la cultura de Polinesia era muy rica, y consideró que había una historia de interés para una película de animación. Junto a Ron Clements, se encargó de escribir un ensayo que presentó a John Lasseter, director, productor y animador. Lasseter les recomendó que partieran en viajes de investigación.
14 de Noviembre de 2016
TÍTULO ORIGINAL
Moana
DIRECCIÓN
Ron Clements, John Musker
PRODUCCIÓN
Osnat Shurer
GUION
Jared Bush
REPARTO (VOCES)
Auliʻi Cravalho (Vaiana), Dwayne Johnson (Maui), Rachel House (Tala), Temuera Morrison (Tui), Jemaine Clement (Tamaota), Nicole Scherzinger (Sina), Alan Tudyk (Heihei), Oscar Kightley (Pescador), Louise Bush (Joven Vaiana), Christopher Jackson (Tui cantando)
CINEMATOGRAFÍA
Rob Dressel, Adolph Lusinsky
BANDA SONORA
Mark Mancina
DISTRIBUCIÓN
Walt Disney Studios Motion Pictures
DURACIÓN
107 minutos
CLÁSICO ANTERIOR:
Zootrópolis
CLÁSICO SIGUIENTE:
Ralph Rompe Internet
Se trata del quincuagésimo sexto Clásico Animado de Disney. La idea surgió en el año 2011, cuando John Musker comenzó a sumergirse en la mitología polinesia, y descubrió los logros heroicos del semidiós Maui. Quedó fascinado al descubrir que la cultura de Polinesia era muy rica, y consideró que había una historia de interés para una película de animación. Junto a Ron Clements, se encargó de escribir un ensayo que presentó a John Lasseter, director, productor y animador. Lasseter les recomendó que partieran en viajes de investigación.
Durante el año 2012, Clements y Musker viajaron a Fiyi, Samoa
y Tahití, donde se relacionaron con sus habitantes para aprender todo lo
posible acerca de su cultura. Inicialmente planeaban crear una película que se
centrara exclusivamente en Maui, pero sus viajes inspiraron a Clements para que
la protagonista fuera la hija del jefe de una tribu.
Clements y Musker indagaron en sus investigaciones, y quedaron sorprendidos al descubrir que tres mil años atrás, el pueblo de Polinesia había dejado de realizar viajes de grandes distancias. Esto era curioso al considerar que era un pueblo de tradición marina precediendo incluso a los exploradores europeos, comenzando dicha tradición alrededor del año 300. Los pueblos nativos del Pacifico ya habían explorado el mundo, mucho antes de la aparición de extranjeros en sus tierras. Un ejemplo se encontraba en los Kanaka Maoli, pues sabían de la existencia de islas lejos de sus tierras, y estaban interesadas en explorarlas y nombrarlas para beneficio de sus propias sociedades.
Clements y Musker indagaron en sus investigaciones, y quedaron sorprendidos al descubrir que tres mil años atrás, el pueblo de Polinesia había dejado de realizar viajes de grandes distancias. Esto era curioso al considerar que era un pueblo de tradición marina precediendo incluso a los exploradores europeos, comenzando dicha tradición alrededor del año 300. Los pueblos nativos del Pacifico ya habían explorado el mundo, mucho antes de la aparición de extranjeros en sus tierras. Un ejemplo se encontraba en los Kanaka Maoli, pues sabían de la existencia de islas lejos de sus tierras, y estaban interesadas en explorarlas y nombrarlas para beneficio de sus propias sociedades.
Dicha
herencia exploradora era posible gracias a un sistema de conocimiento
geográfico basado en la perspectiva del individuo, en lugar del sistema de
Puntos Cardinales. El motivo porque el que habían dejado de explorar
abruptamente todavía se desconoce, pero varios académicos han ofrecido posibles
explicaciones basadas en cambios climáticos, de corrientes oceánicas o patrones
de viento. Los nativos del Pacífico reasumieron la exploración alrededor de mil
años más tarde. Clements y Muker decidieron establecer ese periodo como marco
de la película, en una isla ficticia basada en las de Fiyi, Samoa y Tonga.
Inicialmente, el equipo consideró la posibilidad de usar animación tradicional para toda la película, pero pronto cambiaron de opinión. Fue la primera película de Musker y Clements animada por ordenador. Se optó por esa técnica debido a la dificultad que suponía el entorno de los personajes, incluido el océano. Dichos aspectos perdían realismo con la animación tradicional, pero se beneficiaban del uso de CGI.
Inicialmente, el equipo consideró la posibilidad de usar animación tradicional para toda la película, pero pronto cambiaron de opinión. Fue la primera película de Musker y Clements animada por ordenador. Se optó por esa técnica debido a la dificultad que suponía el entorno de los personajes, incluido el océano. Dichos aspectos perdían realismo con la animación tradicional, pero se beneficiaban del uso de CGI.
Los animadores llegaron a
sugerir que la animación tridimensional era más adecuada para los rostros casi
esculturales de los nativos del Sur del Pacifico. Eric Goldberg trabajó en la
única animación tradicional de la película, utilizada para animar los tatuajes
con vida propia de Maui. Durante los cinco años que fueron necesarios para
desarrollar y producir la película, Clements y Musker contrataron a varios
expertos para crear un comité encargado de controlar la exactitud culturar y su
sensibilidad. Sin embargo, la trama acabó dividiéndose en nueve versiones. El
comité no aceptó que el personaje de Maui fuera calvo, y rechazó una escena en
que Vaiana se enfadaba arrojando cocos. Poco a poco, se descartaron versiones
hasta dar con la definitiva.
En muchos países europeos, incluyendo a España, el título original de Moana tuvo que ser cambiado por el de Vaiana. Esto se debió a un conflicto de marca registrada con la empresa de perfumería conocida como “Casa Margot SA”. Uno de sus productos estaba registrado como “Moana Bouquet”.
En muchos países europeos, incluyendo a España, el título original de Moana tuvo que ser cambiado por el de Vaiana. Esto se debió a un conflicto de marca registrada con la empresa de perfumería conocida como “Casa Margot SA”. Uno de sus productos estaba registrado como “Moana Bouquet”.
En
maorí, Moana significa “océano, mar profundo, o gran extensión de agua”. Al
tener que cambiar el nombre se optó por Vaiana, de origen tahitiano, cuyo significado
es “agua que procede de la cueva”. La película fue nominada al Oscar a la Mejor
Canción, pero perdió la estatuilla contra la canción “City of Stars” de la
película “La Ciudad de las Estrellas (La La Land).
NOTA
PERSONAL
Esta película fue toda una sorpresa para un servidor, y de hecho se ha convertido en una de mis favoritas de Disney. Comenzando con el personaje de Vaiana, la describiría como alguien con quien cualquiera puede sentirse identificado. Personalmente me fascinan esos personajes que se sienten atrapados y miran al horizonte conscientes de que tiene que haber algo más ahí fuera. Maui es más un recurso cómico como el Semidiós engreído y egocéntrico, pero combina perfectamente con la responsabilidad personificada en Vaiana. Por encima de dichas genialidades, el trasfondo mitológico y la forma de abordar una cultura bastante desconocida me parecieron formidables, y lograron captar mi interés y atención desde el principio.
Esta película fue toda una sorpresa para un servidor, y de hecho se ha convertido en una de mis favoritas de Disney. Comenzando con el personaje de Vaiana, la describiría como alguien con quien cualquiera puede sentirse identificado. Personalmente me fascinan esos personajes que se sienten atrapados y miran al horizonte conscientes de que tiene que haber algo más ahí fuera. Maui es más un recurso cómico como el Semidiós engreído y egocéntrico, pero combina perfectamente con la responsabilidad personificada en Vaiana. Por encima de dichas genialidades, el trasfondo mitológico y la forma de abordar una cultura bastante desconocida me parecieron formidables, y lograron captar mi interés y atención desde el principio.
El giro argumental de la resolución de la misión de los personajes fue
completamente inesperado para mí, cosa que agradecí enormemente.
Como antropólogo, debo reconocer que esta película me pareció todo un acierto, no solo entreteniendo sino abordando aspectos culturales de lo más interesantes. La animación es sobresaliente, y eso viene de alguien que prefiere la animación tradicional por encima del CGI. Estoy de acuerdo en que en esta ocasión, la escenografía requería más del CGI, que se utilizó con pleno acierto. Otros personajes añadidos geniales fueron los cocos piratas conocidos como Kakamora, o el cangrejo Tamatoa, me parecieron hilarantes. Pero aun así señalaré algo negativo, y es el exceso de personajes cómicos. Dada la ya cómica relación entre Vaiana y Maui, no hubiera estado de más que todas las amenazas a las que se enfrentaban fueran más serias y amenazadoras. El diseño de Te Ka fue impresionante, aunque es curioso que la película en realidad no cuente con un villano o villana a la antigua usanza. El enemigo es la ambición o el deseo de poder que lleva al robo del Corazón de Te Fiti.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
En el principio solo existía el océano, hasta que emergió la isla madre, Te Fiti. Era capaz de crear vida y decidió compartir su poder con el mundo. Sin embargo, algunos deseaban obtener su corazón para poder hacerse con el poder de la creación. El semidiós del viento y el mar Maui, usó su poder de transformarse en cualquier animal para llegar hasta Te Fiti, arrancándole el corazón con su Anzuelo Mágico. Al hacerlo, provocó que Te Fiti comenzara a desmoronarse, desatando una terrible oscuridad. Al intentar escapar, Maui se vio enfrentado a un demonio de tierra y fuego llamado Te Ka, que le propinó un terrible golpe. Maui desapareció para siempre, mientras que su Anzuelo Mágico y el Corazón de Te Fiti se perdieron en el fondo del océano.
Mil años después, Tala le narra esta historia a Vaiana, hija del Tui jefe de la Isla Motunui, y su esposa Sina. Tui se muestra en contra de estas historias, ya que su pueblo se niega a embarcarse rumbo a mar profundo, por temor a posibles demonios.
Como antropólogo, debo reconocer que esta película me pareció todo un acierto, no solo entreteniendo sino abordando aspectos culturales de lo más interesantes. La animación es sobresaliente, y eso viene de alguien que prefiere la animación tradicional por encima del CGI. Estoy de acuerdo en que en esta ocasión, la escenografía requería más del CGI, que se utilizó con pleno acierto. Otros personajes añadidos geniales fueron los cocos piratas conocidos como Kakamora, o el cangrejo Tamatoa, me parecieron hilarantes. Pero aun así señalaré algo negativo, y es el exceso de personajes cómicos. Dada la ya cómica relación entre Vaiana y Maui, no hubiera estado de más que todas las amenazas a las que se enfrentaban fueran más serias y amenazadoras. El diseño de Te Ka fue impresionante, aunque es curioso que la película en realidad no cuente con un villano o villana a la antigua usanza. El enemigo es la ambición o el deseo de poder que lleva al robo del Corazón de Te Fiti.
En el principio solo existía el océano, hasta que emergió la isla madre, Te Fiti. Era capaz de crear vida y decidió compartir su poder con el mundo. Sin embargo, algunos deseaban obtener su corazón para poder hacerse con el poder de la creación. El semidiós del viento y el mar Maui, usó su poder de transformarse en cualquier animal para llegar hasta Te Fiti, arrancándole el corazón con su Anzuelo Mágico. Al hacerlo, provocó que Te Fiti comenzara a desmoronarse, desatando una terrible oscuridad. Al intentar escapar, Maui se vio enfrentado a un demonio de tierra y fuego llamado Te Ka, que le propinó un terrible golpe. Maui desapareció para siempre, mientras que su Anzuelo Mágico y el Corazón de Te Fiti se perdieron en el fondo del océano.
Mil años después, Tala le narra esta historia a Vaiana, hija del Tui jefe de la Isla Motunui, y su esposa Sina. Tui se muestra en contra de estas historias, ya que su pueblo se niega a embarcarse rumbo a mar profundo, por temor a posibles demonios.
Todavía siendo una niña, Vaiana siente una
atracción especial hacia el mar, por lo que el océano le entrega el Corazón de
Te Fiti para que restaure a la diosa. Sin embargo, Tui y Sina la mantienen
alejada del mar para poder prepararla para convertirse en la nueva jefa de la
isla. Durante los siguientes dieciséis años, Vaiana crece para convertirse en
adolescente, cada vez más interesada en partir hacia el mar que en liderar a su
pueblo.
Un buen día, la cosecha de cocos se pierde, y la pesca ha desaparecido de la isla. Vaiana propone pescar más allá del arrecife, enfureciendo a su padre que sigue sin dar su brazo a torcer. Sina le explica a Vaiana que su padre casi perdió su vida intentando cruzar el arrecife, mientras que un amigo suyo no tuvo tanta suerte. Sin embargo, Vaiana decide responder a la llamada del mar e intenta cruzar el arrecife en un pequeño barco de vela, pero las olas la envían de vuelta a la playa. Su abuela Tala es testigo de lo ocurrido y la lleva a una cueva que ha sido bloqueada con piedras. Vaiana entra y descubre antiguas embarcaciones de gran tamaño que prueban que su pueblo se dedicaba a explorar el océano como navegantes, hasta que Te Fiti perdió su corazón.
Un buen día, la cosecha de cocos se pierde, y la pesca ha desaparecido de la isla. Vaiana propone pescar más allá del arrecife, enfureciendo a su padre que sigue sin dar su brazo a torcer. Sina le explica a Vaiana que su padre casi perdió su vida intentando cruzar el arrecife, mientras que un amigo suyo no tuvo tanta suerte. Sin embargo, Vaiana decide responder a la llamada del mar e intenta cruzar el arrecife en un pequeño barco de vela, pero las olas la envían de vuelta a la playa. Su abuela Tala es testigo de lo ocurrido y la lleva a una cueva que ha sido bloqueada con piedras. Vaiana entra y descubre antiguas embarcaciones de gran tamaño que prueban que su pueblo se dedicaba a explorar el océano como navegantes, hasta que Te Fiti perdió su corazón.
Te Ka despertó y los antiguos jefes prohibieron navegar. Tala le
devuelve a Vaiana el Corazón de Te Fiti y le explica que el océano la ha
escogido para restaurar a la diosa. Vaiana fracasa en su intento de convencer a su pueblo revelando la
verdad y, justo entonces, Tala enferma gravemente y le indica a Vaiana que debe
buscar a Maui para que restaure a Te-Fiti, devolviendo su corazón. Vaiana parte
con la bendición de su madre, embarcándose en un camakau de la cueva, siguiendo
rumbo a la constelación con la forma del Anzuelo de Maui. Una noche su camakau
vuelva y es arrastrada por un tifón hasta una pequeña isla. Sin embargo, el
océano la ha llevado hasta Maui, que lleva mil años varado allí, y se
entusiasma al ver el camakau. Maui se muestra engreído y presume de haber
llevado a cabo grandes proezas para los mortales. Se niega a buscar a Te Fiti
junto a Vaiana, y la encierra a Vaiana en una cueva y parte en el camakau para
encontrar su Anzuelo. Vaiana logra encontrar una salida y el océano la lleva
hasta el camakau, obligando así a Maui a aceptar su compañía.
El semidiós se
asusta cuando Vaiana le enseña el Corazón de Te Fiti, pues en lugar de crear
vida, parece atraer el peligro.
La pareja es atacada por piratas con forma de pequeños cocos, conocidos como los Kakamora, que roban el corazón. Vaiana consigue recuperarlo y escapar junto a Maui, logrando que los barcos de los Kakamora colisionen entre ellos. Maui sigue negándose a buscar a Te Fiti, pero Vaiana le hace ver que así recuperara su estatus de héroe y le ofrece su ayuda para recuperar su Anzuelo primero. Maui pone rumbo a la guarida de Tamatoa, un cangrejo de los cocoteros gigante que reside en Lalotai, Reino de los Monstruos. De camino, Maui accede a darle a Vaiana clases de navegación. Justo antes de llegar, Vaiana tiene una pesadilla en la que la Isla Motunui y sus padres son consumidos por una gran oscuridad. Maui y Vaiana entran en Lalotai, donde la joven se ve obligada a servir de cebo distrayendo al narcisista Tamatoa. Maui consigue recuperar el Anzuelo, pero no es capaz de controlar su poder, convirtiéndose en diferentes animales aleatorios.
La pareja es atacada por piratas con forma de pequeños cocos, conocidos como los Kakamora, que roban el corazón. Vaiana consigue recuperarlo y escapar junto a Maui, logrando que los barcos de los Kakamora colisionen entre ellos. Maui sigue negándose a buscar a Te Fiti, pero Vaiana le hace ver que así recuperara su estatus de héroe y le ofrece su ayuda para recuperar su Anzuelo primero. Maui pone rumbo a la guarida de Tamatoa, un cangrejo de los cocoteros gigante que reside en Lalotai, Reino de los Monstruos. De camino, Maui accede a darle a Vaiana clases de navegación. Justo antes de llegar, Vaiana tiene una pesadilla en la que la Isla Motunui y sus padres son consumidos por una gran oscuridad. Maui y Vaiana entran en Lalotai, donde la joven se ve obligada a servir de cebo distrayendo al narcisista Tamatoa. Maui consigue recuperar el Anzuelo, pero no es capaz de controlar su poder, convirtiéndose en diferentes animales aleatorios.
Tamatoa
está a punto de devorar a Maui, pero Vaiana desvía su atención con un falso
Corazón de Te-Fiti y consigue escapar junto a Maui. Tamatoa queda boca arriba,
sin ser capaz de dar la vuelta por si solo.
Sin embargo, Maui se siente descorazonado al no poder controlar su poder, y considera que no pueden tener éxito en su misión. A pesar de esto, se siente agradecido por la ayuda que Vaiana le ha prestado, y le explica su origen. No nació como semidiós, sino que tuvo padres humanos. Cuando Maui nació, sus padres decidieron tirarle al mar tras ver su aspecto. Los dioses le encontraron y entregaron el Anzuelo para que ayudara a la humanidad. Robó el corazón para ellos, con la intención de ganarse su amor, pero nunca era suficiente. Tras admitir esto, Maui comienza a controlar sus poderes de transformación en animales y poco a poco ambos forjan una sólida amistad durante su viaje. Finalmente los dos llegan a Te Fiti, pero son inmediatamente atacados por Te Ka. Maui se transforma en halcón, pero no es capaz de acabar con Te Ka y le ordena a Vaiana que se retiren.
Sin embargo, Maui se siente descorazonado al no poder controlar su poder, y considera que no pueden tener éxito en su misión. A pesar de esto, se siente agradecido por la ayuda que Vaiana le ha prestado, y le explica su origen. No nació como semidiós, sino que tuvo padres humanos. Cuando Maui nació, sus padres decidieron tirarle al mar tras ver su aspecto. Los dioses le encontraron y entregaron el Anzuelo para que ayudara a la humanidad. Robó el corazón para ellos, con la intención de ganarse su amor, pero nunca era suficiente. Tras admitir esto, Maui comienza a controlar sus poderes de transformación en animales y poco a poco ambos forjan una sólida amistad durante su viaje. Finalmente los dos llegan a Te Fiti, pero son inmediatamente atacados por Te Ka. Maui se transforma en halcón, pero no es capaz de acabar con Te Ka y le ordena a Vaiana que se retiren.
Vaiana se niega, y Te Ka logra
derrotarles expulsándoles de la zona y dañando su Anzuelo. Esto provoca que Maui
se enfurezca y la culpe del fracaso, abandonándola en su camakau.
Descorazonada, Vaiana devuelve el Corazón de Te Fiti al océano, pero justo en
ese momento se le aparece el espíritu de su abuela. Tala logra devolverle la
confianza en sí misma, así como la aparición los espíritus de sus ancestros
navegando a su lado. Vaiana se sumerge en el océano para recuperar el Corazón
de Te Fiti, y al volver a su camakau, su abuela y los espíritus de sus
ancestros ya han desaparecido. Vaiana decide abrazar su destino y restaurar el
Corazón de Te Fiti, regresando para enfrentarse a Te Ka. A pesar de esquivar al
demonio, este consigue volcar su camakau, pero Maui decide regresar para
ayudarla. A pesar de presentar una lucha formidable, es derribado y sacrifica
su Anzuelo mágico, que es destruido al evitar que una bola de lava destruya a
Vaiana.
Vaiana descubre que el cuerpo de Te Fiti no se encuentra tras los restos de la isla, y se percata de que Te Ka es en realidad la diosa, corrompida por la ausencia de su propio corazón. Vaiana le pide al océano que abra un sendero hacia Te-Ka, y le devuelve su corazón restaurando su grandeza. Te Fiti restaura su isla y el océano, tras lo cual Maui se disculpa ante la diosa, que le devuelve su Anzuelo completamente restaurado. Tras despedirse de Maui, Vaiana regresa a Motunui para descubrir que la vida ha regresado a la isla. Allí, guía a su pueblo para restaurar y sacar las embarcaciones de sus ancestros a la mar. De esta forma, su pueblo comienza a explorar el océano de nuevo, bajo las enseñanzas de Vaiana, que también acepta su papel como líder. En el Reino de los Monstruos, Tamatoa continúa boca arriba, indicando a los espectadores que si se llamara Sebastian, seguro que le ayudarían.
ESCENA
Sin duda me quedo con la canción “Yo Soy Vaiana”, en cuya escena la joven recupera la confianza en sí misma.
Vaiana descubre que el cuerpo de Te Fiti no se encuentra tras los restos de la isla, y se percata de que Te Ka es en realidad la diosa, corrompida por la ausencia de su propio corazón. Vaiana le pide al océano que abra un sendero hacia Te-Ka, y le devuelve su corazón restaurando su grandeza. Te Fiti restaura su isla y el océano, tras lo cual Maui se disculpa ante la diosa, que le devuelve su Anzuelo completamente restaurado. Tras despedirse de Maui, Vaiana regresa a Motunui para descubrir que la vida ha regresado a la isla. Allí, guía a su pueblo para restaurar y sacar las embarcaciones de sus ancestros a la mar. De esta forma, su pueblo comienza a explorar el océano de nuevo, bajo las enseñanzas de Vaiana, que también acepta su papel como líder. En el Reino de los Monstruos, Tamatoa continúa boca arriba, indicando a los espectadores que si se llamara Sebastian, seguro que le ayudarían.
Sin duda me quedo con la canción “Yo Soy Vaiana”, en cuya escena la joven recupera la confianza en sí misma.