TÍTULO ORIGINAL
Little
El Cid no Bōken (リトル・エル・シドの冒険)
DIRECCIÓN
Fumio Korokawa
CREADORES
Kôkô Kuzuha, Joaquín Amichartis
PRODUCCIÓN
BRB Internacional, Nippon
Animation
REPARTO (VOCES)
Naoko Watanabe (Ruy), Akiko
Tsuboi (Jimena), Kaneto Shiozawa (Alvar), Hidekatsu Shibata (Diego Laínez),
Kinpei Azusa (Rey Fernando), Keiko Yamamoto (Tía Juana), Jouji Yanami (Froilán),
Banjou Ginga, Kouji Totani, Kouji Yada, Kôzô Shioya, Takeshi Aono
FECHA DE ESTRENO Y FINAL
Del 5 de Octubre de 1980 al 29 de
Marzo de 1981
CANAL DE EMISIÓN
TV Tokyo
COMPOSITOR DEL TEMA MUSICAL
Guido y Maurizio De Angelis
NÚMERO DE EPISODIOS
26 episodios de 23 minutos de
duración aproximada cada uno
CURIOSIDADES
La serie fue la primera
coproducción entre la compañía de animación española conocida como “BRB
Internacional” y la “Nippon Animation” de Japón. Sería la primera colaboración
de muchas, aunque la serie se emitió por primera vez en Japón, al contrario de
sucesoras como “D’Artacan y los Tres Mosqueperros” y “La Vuelta al Mundo de Willy
Fog”, que serían estrenadas en España y estarían dotadas de un equipo de
producción mayoritariamente de locales.
La serie tiene lugar en el siglo
XI, en plena Reconquista. La intención de la serie era la de tomar los
personajes del poema medieval conocido como “Cantar del Mío Cid”, y con ellos
crear una infancia imaginaria del famoso Cid Campeador. En dicha narrativa
veríamos como el Cid, llamado Ruy durante su niñez, pasaba por varias aventuras
que le prepararían para comenzar su carrera de caballero. La serie se emitió
los domingos a las tres y media de la tarde, justo después del telediario. La
apertura de la serie emitida en televisión comenzaba con una narración de los
momentos históricos más relevantes de la época. Sin embargo, dicha apertura se
perdió en un incendio de los estudios de la “BRB International”. Cuando la
serie se lanzó en DVD, fue necesario incluir otra secuencia de apertura
diferente. La canción de la sintonía inicial, “El Mundo de Ruy”, fue
interpretada por el Grupo Nins. Durante los créditos finales se usaron tres
canciones de forma intercalada: “Ruy, Pequeño Cid”, “Mi Burrita Peca” y “Balada
Medieval”.
El doblaje español contó con
actores como Ana Angels García, Fernando Álvarez, Rocío Garcel, Amelia Jara,
Claudio Rodríguez, Eduardo Morano, Matilde Vilariño, Teófilo Martínez, Matilde
Conesa, y otros. Como era acostumbrado, la mayoría de las voces de los
personajes infantiles estaba proporcionada por actrices.
La serie gozó de un merchandising
extenso. La editorial Fher se encargó de sacar una colección de tebeos, que no
llegó a cubrir toda la serie, siendo cancelada prematuramente. Solamente contó
con siete números y un especial de Navidad. La editorial Fher también se
encargó de editar dos álbumes de cromos, aunque estos tampoco cubrían toda la
serie. Los cromos no eran fotogramas, sino dibujos de escenas de la serie. “Ediciones
Fournier” realizó una baraja de cartas. La editorial Laida editó libros
ilustrados en tapa dura; y también se hicieron libros de bolsillo. Los
pastelitos Phoskitos regalaban figuritas unicolores de los distintos personajes
de la serie.
Danone distribuía recortables de los personajes, y de un castillo
para representar batallas. También existían Pegakitos, cuadernos para ser
decorados con pegatinas, estuches y otros objetos basados en la serie. Lo que
es todavía más curioso, es que el merchandising
de esta serie es de los más difíciles de encontrar a día de hoy.
Esto no es de extrañar,
considerando que la serie gozó de considerable popularidad cuando fue emitida.
NOTA PERSONAL
En el colegió al que asistí
siendo un chaval, “El Cantar del Mío Cid” era enseñado de forma particularmente
seria, ya que la familia de la dirección estaba muy ligada a sus ediciones. De
ahí surgió mi afición por tan grande personaje histórico. Al mismo tiempo,
durante mis estudios primarios, surgió esta fantástica serie. Si bien era
completamente ficticia, creando una infancia inventada para el caballero, la
idea resultó brillante.
Aunque la historia del pequeño Ruy era inventada, la
historia no dejaba de ser instructiva, pues hacia uso de un marco histórico
real, y adaptaba a personajes reales a determinadas situaciones. Sin duda la
escena más potente es la última de la serie, en la que Ruy se encuentra con una
visión del Cid Campeador desterrado que será en el futuro.
Lo que más me atraía era ese
concepto del muchacho errante, que viajaba de lugar en lugar, haciendo amigos
diferentes, y mostrando gallardía e ingenio para enfrentarse a las distintas
aventuras que surgían. Esto era algo inusual en una serie de dibujos animados,
ya que a excepción del protagonista, los personajes secundarios iban cambiando
a lo largo de los capítulos, para resaltar esa idea de cambio a través del
viaje y el crecimiento personal. De hecho, el personaje de Jimena solo aparecía
en un total de cuatro episodios.
En su momento, no pude seguir la
serie por completo, aunque vi la mayoría de los episodios.
Esto se debía a que
por aquel entonces, mi familia solía salir a comer los domingos, con lo que
siempre volvíamos tarde a casa para ver los capítulos, que vi escalonadamente,
aunque por lo menos pude ver el último capítulo. No sería hasta dos décadas y
media más tarde, que lograría ver la serie completa, y la verdad es que al
hacerlo logré volver a recordar lo que sentía siendo un niño lleno de
ilusiones. ¿Qué más se le puede pedir a una serie de dibujos animados?
HISTORIA (Resumen breve, debido a
la extensión de la serie)
La historia comienza en el pueblo
de Vivar, lejos de la frontera árabe, donde el joven Rodrigo, apodado Ruy, vive
con su madre Teresa Rodríguez y sus dos hermanos delicados de salud. Mientras
tanto, su padre Don Diego Laínez se encuentra en la corte del Reino de
Castilla. Esto provoca un poco de resentimiento por parte de Ruy, quien se
siente abandonado por su padre sin entender las responsabilidades que tiene que
llevar a cabo.
Ruy es un muchacho travieso, aficionado a las aventuras, dotado
de una gran imaginación, y a menudo defiende a los niños más débiles de los
abusones.
Por su parte Don Diego Laínez es
convocado por el Rey Fernando quien anuncia que su hermano Don García, Rey de
Navarra, se ha aliado con los árabes para luchar contra Castilla. Don Diego
parte a la guerra, justo cuando estaba a punto de acudir a visitar a su
familia. En Vivar, los hermanos mayores de Ruy parten a otro lugar, sin
identificar, para mejorar de sus problemas de salud. Teresa Rodríguez se queda
sola con su hijo Ruy, al que comunica la inminente guerra en la que su padre se
verá involucrado. La batalla termina con la muerte de Don García, y Castilla se
convierte en Primer Reino de España. En Vivar, Ruy se refugia en unas ruinas
durante una tormenta, y se queda dormido. Un hada se aparece al joven en sueños
comunicándole que su destino es convertirse en un gran Caballero.
Finalmente, Don Diego Laínez
consigue visitar a su hijo Ruy, quien inicialmente se muestra algo distante.
Sin embargo, Ruy pronto se interesa por la vida de Caballero de su padre, y
este comienza a someterle a un fuerte entrenamiento físico, y también comienza
a instruirle en el uso de la espada. Sin embargo, Teresa Rodríguez también
enferma, por lo que parte para acompañar a sus hijos mayores para mejorar su
salud junto a ellos. Don Diego Laínez vuelve a ser reclamado a la corte, por lo
que decide dejar a Ruy en el Monasterio de Cardeña, bajo la tutela de unos
frailes que han de encargarse de su educación, indispensable para un futuro
Caballero.
Ruy mantiene una actitud de
muchacho travieso y poco concentrado en los estudios durante su estancia en el
monasterio. Don Jeremías es el Padre Prior del monasterio, y se muestra muy
severo con Ruy. Fray Constanzo es el más anciano, y aunque Ruy le saca de sus
casillas, le tiene aprecio. El mayor apoyo que Ruy recibe procede de Fray
Amadeo, aficionado a comer y bastante vago, y Fray Cirial, el más joven del
monasterio.
Ruy recibe el trabajo de tocar la campana, aunque a menudo sale
para jugar. En una ocasión escucha como unos bandidos planean robar el
monasterio, y logra ahuyentarlos. Se hace muy amigo de la burra Peca del
monasterio, junto a la que comete varias travesuras y quebraderos de cabeza.
Esto provoca que Ruy sea castigado a un encierro en la torre durante una
semana, a pan y agua. Sin embargo, Fray Amadeo y Fray Cirial le hacen llegar
queso y leche. Sin embargo, las travesuras de Ruy continúan, y el Padre Prior
no tiene más remedio que expulsarlo del monasterio, y enviarlo junto a su tíos
Tomás y Juana.
De esta manera, Ruy es trasladado
junto a Peca con sus tíos, los Rodríguez, y conoce a su primo Alvar. Ambos
comienzan una relación basada en la rivalidad, aunque poco a poco se van
convirtiendo en amigos. De hecho, Ruy no tarda en convertirse en el nuevo líder
de la pandilla de Alvar, liderándola contra la pandilla rival de Ordoño, un
muchacho de la aldea Ubierna.
Ruy y Alvar exploran el Torreón del Gigante,
donde conocen a Jimena, hija del Conde Diego Fernandez, quien también había
acudido allí para explorar. Los tres logran escapar de unos ladrones que se
encuentran el en Torreón. Agradecido por la ayuda que le han prestado a Jimena,
el Conde les invita a su castillo.
Allí, Jimena se encarga de
servirles de guía, y les muestra un pendón árabe, trofeo de guerra que su padre
ganó en batalla un año atrás. Ruy y Alvar deciden hondear el Pendón desde una
torre y se ven arrastrados por éste, hasta caer en una cabaña. Quiere la
casualidad que por allí pasara el Rey Fernando. Al saber que Ruy fue expulsado
del Monasterio de Cardeña, el Rey solicita a los frailes que vuelvan a acogerle.
Sin embargo, Ruy decide no acudir al Monasterio, y escapar para vivir
aventuras, cuyas experiencias le conviertan en un caballero.
En su viaje, Ruy encuentra una
herradura de plata, y descubre una aldea aterrorizada por el Alcaide Enneco,
quien roba a los pastores locales y sus gentes.
Los pastores identifican a Ruy
como “Herradura de Plata”, enviado por el Conde Don García para que les ayude a
luchar contra el alcaide. Ruy les sigue la corriente ayudándoles a derrotar a
Enneco, mientras Ansur Álvarez fue a asumir el papel de Alcaide. Tras esto, Ruy
se encuentra con unos bandidos que se aprovechan de su buena fe para robarle a
su burra Peka. Ruy, acusado de ser el ladrón, es llevado los soldados ante el
Conde de Alcocer. Este se percata en seguida de que Ruy es un buen muchacho, e
inocente, y le pide que entrene a su hijo Froilán, quien es bastante cobarde e
inútil en combate. Ruy hace lo que puede, pero las cosas se complican cuando
soldados del Conde de Carrión llegan para retar al Conde de Alcocer. Ruy se
hace pasar por Froilán, derrotando a Jenaro de Mansilla.
Tras esto, el Conde de Alcocer le
regala un burro, y Ruy continua su camino, acompañando durante un tiempo a
Froilán, quien se dirige al Torneo de Sahagún.
De camino, ayudan a un posadero
contra el Bandido Abdalla. Llegando a una casa abandonada en ruinas, Ruy y
Froilán deciden pasar allí la noche. Sin embargo, descubren una reunión secreta
de la Secta del Toro liderada por Zaino. La secta planea secuestrar a Florinda,
hija del Conde de Matilla. Al descubrir a los muchachos, les obligan a
ayudarles, aunque Ruy consigue engañar a los hombres de Zaino, e impedir el
secuestro de Florinda.
Los bandidos que tienen a Peka se
encuentran con un anciano caballero llamado Fidel, y le convencen de que Ruy y
Froilán son bandidos que les persiguen. Fidel se enfrenta a Ruy y Froilán,
quien logra superar sus miedos derrotando al caballero. Ya sin miedos, Froilán
se separa de Ruy para dirigirse al Torneo de Sahagún. En el pueblo de Almansa,
Ruy conoce a un chico llamado Bermúdez, quien le indica que los ladrones han
sido vistos en un bosque cercano. Ruy se enfrenta a un peligroso jabalí en el
bosque, y consigue recuperar a Peka de los tres bandidos, a los que deja
marchar. Tras esto, Ruy acepta a Bermúdez como nuevo acompañante en su viaje.
Al llegar a un pequeño pueblo,
Ruy y Bermúdez conocen a un joven de quince años llamado Martín, dado a las
mentiras. Soldados del Conde Per Ansares anuncian que su señor ha perdido un
estandarte ganado en batalla, al que tiene gran estima. Los soldados anuncian
que el Conde regalara el Castillo de la Colina del Cuerno a quien encuentre el
estandarte. Martín le pide a Ruy y Bermúdez que le ayuden, pero estos se
niegan. Cuando Martín se ve amenazado por los bandidos Ordoño y Legro, miente
de nuevo al decir que el estandarte lo tienen Ruy y Bermúdez. A pesar de esto,
los dos chicos perdonan a Martín y deciden intentar ayudarle. Aunque encuentran
el estandarte, Ordoño y Logroño consiguen arrebatárselo. Ruy recupera el
estandarte en una posada. Sin embargo, el Castillo que obtienen como recompensa
está en ruinas. Martín y Bermúdez deciden quedarse en el Castillo para
remodelarlo, mientras Ruy sigue su camino.
Siguiendo su viaje, Ruy ayuda a
un chico árabe llamado Abén, hijo del alcaide de Molina, contra la banda de ladrones
liderada por Almodabir. Ruy descarga unos carromatos que llevan las campanas de
la Iglesia del pueblo de Pancorbo sobre los bandidos.
De esta forma, Ruy
rescata a Abén quien se convierte en su nuevo compañero de viaje, a quien
decide acompañar a Molina. Sin embargo, Peka ha desaparecido de nuevo. De
camino ayudan a un grupo de montañeses contra una banda de ladrones. Ruy y Abén
dan con un hombre llamado Domingo, que está construyendo un puente para que los
peregrinos puedan cruzar un caudaloso río. Los dos muchachos le ayudan, hasta
que un hombre llamado García finge ayudarles para escapar con sus herramientas.
Abén decide que puede pedirle
herramientas nuevas a su padre, pero de camino los dos muchachos son capturados
por los hombres del musulmán Texufin, descubriendo en su encierro que este
planea atacar al Rey Fernando para hacerse con Castilla. Tras ayudar a Ruy a
escapar, Abén se despide de su amigo, que parte para avisar al rey de la
amenaza que se cierne sobre él. Ruy llega a Burgos, donde se reúne con su padre
y avisa al Rey sobre la amenaza. A punto de ser derrotados, una estrategia de
Ruy, ayudado por los Infantes García, Alfonso, Sancho y Urraca, les otorga la
victoria.
Tras esto, Ruy regresa a su aldea
reencontrándose con su madre, Alvar, Jimena, y su burra Peka. Ruy le promete a
Jimena que la visitara, pues a de partir para comenzar a servir al Rey Fernando.
De camino, se encuentra con una visión de su mismo del futuro, convertido en el
Cid Campeador y desterrado. Tras esta visión, Ruy avanza hacia su futuro.
ESCENA
Mi favorita es la última escena de la serie en la que Ruy se encuentra con sí mismo, ya convertido en El Cid y desterrado en el futuro.
Gran post!!
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