FECHA DE ESTRENO
13 de Diciembre de1989
TÍTULO ORIGINAL
Driving Miss Daisy
DIRECCIÓN
Bruce Beresford
PRODUCCIÓN
Richard D. Zanuck, Lili Fini
Zanuck
GUION
Alfred Uhry
Alfred Uhry
REPARTO
Morgan Freeman (Hoke Colburn), Jessica Tandy (Daisy
Werthan), Dan Aykroyd (Boolie Werthan), Patti LuPone (Florine Werthan), Esther
Rolle (Idella), Joann Havrilla (Miss McClatchey), William Hall Junior (Oscar),
Alvin M. Sugarman (Doctor Weil), Clarice F. Geigerman (Nonie), Muriel Moore
(Miriam), Sylvia Kaler (Beulah), Carolyn Gold (Vecina), Crystal R. Fox (Katie
Bell), Bob Hannah (Red Mitchell), Jack Rousso (Slick), Fred Faser (Agente de
Seguros), Indra A. Thomas (Solita), Ray McKinnon (Policía), Ashley Josey
(Policía)
CINEMATOGRAFÍA
Peter James
BANDA SONORA
Hans Zimmer
DISTRIBUCIÓN
Warner Bros.
Warner Bros.
DURACIÓN
100 minutos
100 minutos
DAISY WERTHAN: “Esto no es un
regalo de Navidad.”
HOKE COLBURN: “No señora.”
DAISY WERTHAN: “Ya sabes que no
hago regalos de Navidad.”
HOKE COLBURN: “Sí señora.”
DAISY WERTHAN: “Lo encontré esta
mañana por casualidad. Vamos ábrelo.”
HOKE COLBURN: “Vaya, que
sorpresa. Nunca me habían regalado un libro Señorita Daisy. Método Tunner de
Escritura.”
DAISY WERTHAN: “Es el método que
siempre he utilizado. Me quedaban algunos ejemplares. Es anticuado, pero es
eficaz.”
HOKE COLBURN: “Sí señora.”
DAISY WERTHAN: “Si practicas
acabarás escribiendo bien.”
HOKE COLBURN: “Sí señora.”
DAISY WERTHAN: “Pero tienes que
practicar.”
HOKE COLBURN: “Sí señora.”
DAISY WERTHAN: “Enseñé al Alcalde
Hartsfield con ese mismo libro.”
HOKE COLBURN: “Muchas gracias
Señorita Daisy.”
DAISY WERTHAN: “No es un regalo
de Navidad. Los judíos no hacemos regalos de Navidad.”
“Paseando a Miss Daisy” surgió como obra de teatro,
creada por Alfred Uhry. El director basó la historia de Daisy y Hoke en la de
su propia abuela, Lena Fox, y su chofer Will Coleman. La obra de teatro data de
1987, y formó parte de su denominada “Trilogía de Atlanta”, siendo la primera.
La trilogía abordaba historias de judíos que residían en Atlanta, estado de
Georgia. Fue seguida por “The Last Night of Ballyhoo”, una obra acerca de una
familia que se preparaba para un cotillón judío de sociedad en Atlanta. La
tercera obra, del año 1998, fue un musical sobre la falsa condena y
linchamiento de Leo Frank, en el año 1915, director de una fábrica en Atlanta.
Volviendo a la obra “Paseando a Miss Daisy”, fue
estrenada el quince de abril de 1987.
Dana Ivey interpretó al personaje de Miss
Daisy; mientras que Morgan Freeman interpretaba el papel de Hoke. La producción
fue estrenada en Playwrights Horizons en la calle 42 de Nueva York. Más
adelante, la producción fue transferida al Teatro John Houseman. Alfred Uhry
recibió el Premio Pulitzer a un Drama en el año 1988. La obra de teatro se
representó hasta el tres de junio de 1990. Fue mostrada en mil ciento noventa y
cinco ocasiones.
El título original es “Driving Miss Daisy”, no solo
haciendo referencia a que Hoke ejerce de chofer para la anciana, sino también
al hecho de la maneja sutilmente para lograr hacerse con su confianza y afecto.
A la hora de crear el proyecto de la película, muchas actrices se mostraron
interesadas por interpretar a Miss Daisy. Entre otras se encontraban Katharine
Hepburn, Bette Davis, Lucille Ball y Angela Lansbury. Los ejecutivos del
estudio consideraron a Bette Midler y Eddie Murphy para los papeles
protagonistas. En la película se puede ver a tres hombres que cruzan unos
railes de Atlanta. Los tres son verdaderos descendientes de Will Coleman, el
hombre en el que el papel de Hoke está basado.
El personaje de Florine,
interpretado por Patti LuPone no existía en la obra de teatro original. Alfred
Uhry creó el personaje específicamente para la actriz, opinando que lograría
otorgar un contraste efectivo en el reparto. La utilizó particularmente en la
escena de la celebración de la Navidad, algo extraño considerando que el
personaje es judío. El guionista explicó que durante las décadas de 1940 y
1950, mientras crecía como niño judío en Atlanta, muchos judíos de la ciudad
celebraban la Navidad, como Boolie y su mujer, en un intento de formar parte de
una comunidad en la que los judíos eran una minoría.
La película obtuvo nueve nominaciones a los Oscar,
logrando hacerse con el premio a la Mejor Película, Mejor Actriz (Jessica
Tandy), Mejor Maquillaje y Mejor Guion Adaptado. Norman Freeman fue nominado
como Mejor Actor, perdiendo contra Daniel Lee-Lewis por su papel en “Mi Pie
Izquierdo”. Dan Aykroyd fue nominado como Mejor Actor Secundario, perdiendo
contra Denzel Washington por su papel en “Tiempos de Gloria”.
La película
también recibió nominaciones a Mejor Diseño de Producción, Mejor Vestuario y
Mejor Montaje, perdiendo contra “Batman”, “Enrique V” y “Nacido el Cuatro de
Julio” respectivamente. Jessica Tandy estaba convencida de que no iba a lograr
hacerse con el Oscar. De hecho llegó a apostar cien dólares con su agente a que
no lo conseguiría. La noche en la que logró hacerse con el Oscar, le pagó los
cien dólares a su agente, declarando que era la mejor apuesta que había podido
perder.
Es sin duda una de las películas más emotivas que he visto hasta
la fecha. Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi, alquilándola en
video. Desde entonces siempre he sido un gran fan de Jessica Tandy, y he
examinado todo el excelente trabajo que realizó como actriz. Comenzaré por
elogiar no solo su excelente interpretación, sino también la de Morgan Freeman.
Ambos mantienen una química sobresaliente durante toda la trama, logrando
desatar emociones diversas mientras el espectador se ve sumergido en el
desarrollo de su conmovedora amistad.
La película está repleta de emotivas reflexiones, pero destacaría
el análisis reflexivo sobre el racismo y el adentrarse en la vejez. La amistad
de los dos personajes se basa en estos dos aspectos, y crece a partir de esos
cimientos. Comenzando con Hoke, el personaje es quien verdaderamente
experimenta el sufrimiento de la discriminación racial, encarándola con una
actitud amable, positiva y decidida. Es todo un ejemplo de hombre trabajador,
que ha pasado toda su vida enfrentado a las adversidades con una sonrisa en los
labios. Por otro lado, Miss Daisy es una viuda rica, aunque también procede de
un pasado pobre. Ha trabajado como maestra, y ha perdido a su marido. Aunque su
hijo la quiere, resulta evidente que se encuentra sola, enfrentándose al mundo
con una actitud arisca. Curiosamente, al principio se declara como una mujer
sin prejuicios, aunque pronto se nos revela que si los tiene en cierta medida.
Su personaje evoluciona de forma positiva. Me parecieron
formidables esos momentos en los que empieza a comprobar lo horrible que
resulta sufrir prejuicios. La primera ocasión es cuando comprueba como dos
agentes de policía tratan a Hoke. La segunda es cuando el Templo es atacado. Es
el momento más crucial, en el que descubre que todos pueden ser víctima de los
prejuicios de alguien. También es destacable la escena en torno a la cena de
Martin Luther King. Genial esa mezcla de secuencias de Hoke escuchando el
discurso en el coche; mientras Daisy se percata de sus propios errores y prejuicios
en la cena. Otro aspecto que sufre es el de sentirse inútil, debido a su
avanzada edad. No puede conducir, no puede trabajar, y se siente desencajada en
el mundo que la rodea. De esta forma, tenemos otro momento excepcional cuando
Daisy comienza a enseñar a Hoke a leer. Esos dos pilares, su reconocimiento
ante los prejuicios y el volverse a sentirse útil, provocan que vuelva a
encarar la vida con optimismo.
Sería imposible enumerar todos los momentos magistrales de un
film, que yo definiría lleno de capas a analizar. Cabe destacar una banda
sonora formidable, que desde mi punto de vista también habría merecido una
nominación. El mensaje definitivo es el de la importancia de la amistad, y lo
dañino de una soledad impuesta. Otro mensaje esencial, es el de como dos
personas aparentemente diferentes pueden encontrar aspectos en comunes.
Solamente bastan unos pocos para crear los cimientos necesarios para una sólida
amistad. Las escenas finales son conmovedoras, recordándonos la alegoría del
viaje que todos emprendemos en nuestras vidas, y el cómo evolucionar puede
evitar que tomemos un rumbo equivocado.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
En el año 1948, Miss Daisy Werthan es una antigua profesora judía
de setenta y dos años y viuda, que vive sola con la compañía de asistenta
Idella.
Una tarde, Miss Daisy se prepara para salir en su coche, pero se
equivoca de marcha y lo estrella. Preocupado, su hijo Boolie intenta hablar con
ella del tema, pero la mujer se niega en redondo, asegurando que ha sido culpa
del coche y no de ella. Boolie trabaja en una fábrica, donde uno de sus
trabajadores queda atrapado en un ascensor. Es entonces cuando conoce a Hoke
Colburn, un chofer negro que trabajaba para el Juez local hasta su fallecimiento.
Boolie decide contratarle para que trabaje como chofer para su madre,
haciéndole saber que será una tarea difícil debido a su testarudez.
Miss Daisy se muestra fría y distante con Hoke, prohibiéndole que
hable con Idella o ayude en tareas de la limpieza, negándose a utilizar sus
servicios como chofer. Sin embargo, Hoke no se viene abajo ante esa actitud
mostrándose amable en todo momento. Una tarde, Miss Daisy necesita ir a
realizar unas compras, pero se niega a que Hoke le acompañe. Cuando el hombre
se refiere a ella como mujer rica, Miss Daisy le hace saber que comenzó su vida
en la pobreza, y que su hermana tuvo que sacrificarse para que pudiera realizar
sus estudios de magisterio.
Persistente, Hoke la sigue en el coche, hasta que
Miss Daisy accede a subirse al ver como sus vecinas observan la situación. Sin
embargo, la mujer se sigue mostrando fría y tajante, criticando su forma de
conducir y las rutas que emplea. En una ocasión en la que Hoke la lleva al
Templo, Miss Daisy le reprende por haberla esperado a las puertas a los ojos de
todo el mundo.
Una mañana, Miss Daisy llama a su hijo, acusando a Hoke de haber
robado una lata de salmón. Boolie no la toma en serio, y mucho menos cuando
Hoke al llegar señala que comió una lata de salmón pues la carne estaba un poco
dura, y le ha comprado una para reemplazarla. Por primera vez, Miss Daisy
muestra síntomas de sentirse avergonzada. Un mes después, Hoke la lleva al
cementerio para que visite la tumba de su marido. Miss Daisy le pide que lleve
unas flores en la tumba de un conocido, descubriendo que el chofer no sabe leer
o escribir cuando éste no puede localizar la lápida. Tras unas lecciones
básicas, indicando la primera y última letra del nombre, Hoke es capaz de
encontrar la lápida.
En 1953, se celebran las Navidades en casa de Boolie y su esposa
Florine. Miss Daisy nunca ha apreciado a Florine, y como judía desprecia su
afición a celebrar la Navidad. Sin embargo, le regala a Hoke un libro que
siempre usó para enseñar a sus alumnos a leer y escribir. Un tiempo después,
cuando Boolie decide comprar un coche nuevo para su madre, Hoke decide comprar
el antiguo para su uso. Al llevar a Miss Daisy al noventa cumpleaños de un
familiar, Hoke es detenido por dos policías que piden su identificación. Miss
Daisy observa el trato racista que Hoke ha recibido con disgusto, percatándose
por primera vez de la crudeza de los prejuicios. Sin embargo, Hoke se siente
cada vez más seguro de sí mismo, reafirmando su autoridad cuando Miss Daisy se
muestra intransigente.
En 1963, Hoke le hace saber a Boolie que un amigo de la familia le
ha ofrecido trabajo y la posibilidad de fijar su propio sueldo. De esta forma,
consigue que Boolie acceda aumentarle el sueldo. Poco después, Idella fallece
en la cocina mientras pelaba judías y veía la televisión.
Toda la familia
Werthan y Hoke acuden al funeral. Miss
Daisy se niega a contratar a otra asistenta, comenzando a cocinar y cuidar de
la casa ella misma, con la ayuda de Hoke. La pérdida de Idella provoca que Miss
Daisy y Hoke afiancen más su amistad. En 1966, la Bolsa de Comercio de Atlanta
elige a Boolie como “Hombre del Año” por su labor en su compañía. Una mañana
lluviosa, de camino al Templo, Hoke y Miss Daisy descubren que han puesto una
bomba en el templo. Por primera vez, la anciana se percata de que es tan
víctima de los prejuicios y el odio como Hoke, pero se niega a aceptarlo ante
su chofer y amigo.
Poco después, Miss Daisy intenta organizar una visita a una cena
en honor de Martin Luther King, invitando a Boolie y Florine. Sin embargo,
Boolie teme la reacción de sus clientes si asiste, y le sugiere que invite a
Hoke para que le acompañe. Miss Daisy declara que Hoke no querrá asistir,
aunque su hijo le pide que se lo pregunte. La anciana acude a la cena, pero no
llega a invitar a Hoke, al que le hace saber la sugerencia de Boolie tildándola
de absurda.
Esto enoja a Hoke, por enterarse a última hora, quien le hace saber
a Miss Daisy que debería habérselo dicho. Escuchando a Martin Luther King, Miss
Daisy se siente arrepentida de su forma de actuar; mientras Hoke escucha el
discurso en la radio del coche.
En el año 1971, Hoke llega a casa de la Señora Daisy para
encontrarla en un estado agitado, con síntomas de demencia. La anciana piensa
seguir siendo maestra, y que ha perdido sus exámenes. Hoke se lo comunica a
Boolie, pero intenta razonar con la anciana, para que no la ingresen. En ese
momento, Miss Daisy le confiesa que se ha convertido en su mejor amigo. Dos
años después, Miss Daisy ha sido ingresada en un asilo, a la edad de noventa y
siete años. Con ochenta y un años, Hoke se ha retirado y visita a Boolie, quien
ha puesto la casa de su madre a la venta. Ambos acuden al asilo para visitar a
la anciana el Día de Acción de Gracias. Miss Daisy le pide a Boolie que la deja
a solas con Hoke. Tras conversar un rato, Hoke la ayuda a comer un trozo de
pastel, mientras en la lejanía se vislumbra un coche que sigue su rumbo.
ESCENA
Me encanta esta escena en la que Hoke le planta cara por primera
vez a Miss Daisy.