FECHA DE ESTRENO
11 de Diciembre de 1998
TÍTULO ORIGINAL
Star Trek: Insurrection
DIRECCIÓN
Jonathan Frakes
PRODUCCIÓN
Rick Berman
GUION
Rick Berman, Michael Piller
Rick Berman, Michael Piller
REPARTO
Patrick Stewart (Jean-Luc Picard), Jonathan Frakes
(William T. Riker), Brent Spiner (Data), LeVar Burton (Geordi La Forge),
Michael Dorn (Worf), Gates McFadden (Beverly Crusher), Marian Sirtis (Deanna
Troy), F. Murray Abraham (Ru’afo), Donna Murphy (Anij), Anthony Zerbe (Almirante
Dougherty), Gregg Henry (Gallatin), Daniel Hugh Kelly (Sojef), Michael Welch
(Artim), Mark Deakins (Tournel), Stephanie Niznik (Perim), Michael Horton
(Teniente Daniels), Breon Gorman (Teniente Curtis)
CINEMATOGRAFÍA
Matthew F. Leonetti
BANDA SONORA
Jerry Goldsmith
DISTRIBUCIÓN
Paramount Pictures
Paramount Pictures
DURACIÓN
103 minutos
103 minutos
PRECEDIDA POR:
SUCEDIDA POR:
JEAN-LUC PICARD: “Estamos
traicionando los principios sobre los que se fundó la Federación. Es un ataque
a su alma misma. Eso destruirá a los Ba’ku, como se han destruido muchas
culturas en tantas otras reubicaciones forzosas a lo largo de la historia.”
ALMIRANTE DOUGHERTY: “Jean-Luc,
solo vamos a trasladar a seiscientas personas.”
JEAN-LUC PICARD: “¿Cuántas
personas hacen falta Almirante, para que se considere algo malo? ¿Un millar?
¿Cincuenta mil? ¿Un millón? ¿Cuántas personas hacen falta Almirante?”
Tras el éxito de “Star Trek: Primer Contacto”, Paramount
Pictures deseaba un cambio de ritmo que otorgara a la siguiente entrega de un
tono menos oscuro. Debido a que “Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra” había
sido la película de mayor éxito en taquilla, y con un tono más ligero,
Paramount consideró que dicho éxito podía ser repetido.
Michael Piller fue el
encargado de escribir el guion, y tuvo el deseo de darles a los miembros de la
tripulación una unión similar a la de una familia. Rick Berman deseaba ver a
Picard llevar a cabo una misión de rescate similar a la película “El Prisionero
de Zenda”, de 1937. También sugirió la idea de una historia en la que Picard
fuera secuestrado y reemplazado por un impostor modificado quirúrgicamente.
Piller tuvo dudas acera de las ideas de Berman, sobre todo porque dudaba que
los espectadores desearan ver una película en la que Picard no fuera el
protagonista, el personaje tendría su aspecto pero sería diferente. Otra idea
de Berman sugería el retorno del personaje de Lore, el androide “hermano” de
Data que aparecía en la serie. De esta manera podría crearse una película de
tono similar al de “Star Trek II: La Ira de Khan”. Inicialmente, Piller pensó
escribir una historia que se basara en la búsqueda de una Fuente de la
Juventud, ya que según su opinión todo el mundo se veía consumido por imágenes
de la juventud debido a los medios y la misma cultura.
Su enfoque inicial fue
denominado “Heart of Lightness”. Eric Stillwell se convirtió en su ayudante
ejecutivo, encargado también de coordinar el progreso del guion.
Piller procedió a crear un primer borrador titulado “Star
Trek: Stardust”, inspirándose en la canción de Hoagy Carmichael para el mismo,
tras oír la versión de Nat King Cole en la radio. La historia trataba sobre
como Picard dimitía de la Flota Estelar tras ser enviado a trasladar a la
población de un planeta, y adquirir su poder de eterna juventud, y enviarles a
las manos de un gobierno extraterrestre. La historia también incluía la
traición de un colega de Picard en la Flota Estelar. El borrador pasó por
varias versiones en las que lo único que no se cambio fue la misión de la
tripulación y los aspectos de la fuente de la juventud. Berman fue quien
sugirió que Data se convirtiera en el miembro renegado de la tripulación, con
el que Picard tuviera que lidiar. La trama era similar a un episodio de “La
Nueva Generación”, en el que un grupo de personas eran reubicadas mediante el
uso de la tecnología de la Holocubierta.
En uno de los borradores iniciales, Picard acababa con la
vida de Data al principio de la película, y el androide era devuelto a la vida
al final para poder ayudar al Capitán. Los dos primeros borradores incluían la
aparición de los Romulanos, ya que la raza antagonista no había aparecido con
protagonista en ninguna de las películas de la franquicia. El segundo borrador
fue revisado por Jonathan Dolgen en el estudio, quien se mostró en contra de la
idea, con el apoyo de Patrick Stewart que solo lo consideraba aptó para un
capítulo televisivo. En el tercer borrador se incluyó la idea de que los Son’a
fueran los hijos de los Ba’ku, deseando expoliar el planeta como venganza. Dicha
versión también incluyó tramas secundarias como la del romance entre Troi y
Riker, y la breve regeneración de la visión de La Forge. Sin embargo, Stewart
se mostró preocupado opinando que la idea no estaba a la altura de la anterior
película. Por ello, se le consultó acerca de cómo abordar y mejorar la
historia.
Con ayuda de Steven Behr, productor ejecutivo de “Espacio
Profundo Nuevo”, Piller revisó todo el borrador una vez más. El propósito era
que los Son’a fueran una amenaza mayor de la inicial, así como la de añadir un
romance entre Picard y Anij, una mujer de la raza Ba’ku. También se creó una
escena final en la que Picard se enfrentaba a Ru’afo, líder de los Son’a. Tras
esto, se comenzó un debate para dar con el título adecuado, considerando los de
“Directiva Primaria”, “Negligencia”, “Deber y Apostasía”, “Dimisión”, o “El
Enemigo Interior” entre otros. Incapaces de decidirse, presentaron el proyecto
como simplemente “Star Trek IX”. El Estudio se mostró a favor del guion, sin
haber visto los anteriores. Simplemente indicaron su deseo de que se otorgara
una resolución al romance entre Riker y Troi, y que se aumentara un poco más el
papel de los personajes de la Doctora Crusher y Worf. Patrick Stewart siguió
sugiriendo más cambios, como que la tripulación defendiera la aldea de los Ba’ku
al estilo de la Batalla del Álamo, en lugar de escapar a las montañas.
Sin
embargo, Piller consideró que dicha idea era inviable debido al presupuesto con
el que se contaba. Piller consideró entonces que el título “Star Trek: Honor
Sagrado”, era el más adecuado, pero el estudio lo rechazó opinando que sonaba
demasiado religioso.
La versión final del guion fue distribuida al reparto,
pero Patrick Stewart no recibió una copia. Berman temía que si cualquier
miembro del reparto tenía un problema con el guion, se lo comunicaría a
Stewart, y que el actor podía pensar que se le había dejado al margen por
criticar el guion. LeVar Burton llamó a Stewart para elogiar el guion, tras lo
cual el actor recibió una copia y solicitó una reunión para discutir algunos cambios.
Piller se temía lo peor, pero tras solo veinte minutos de reunión, el guion fue
aprobado por Stewart cambiando solo algunos fragmentos del dialogo. Regresando
al problema de un título, se consideró el de “Star Trek: Revolución”; pero Alan
Spencer, amigo de Piller, sugirió “Star Trek: Insurrección”, que terminó por
ser el definitivo.
Una vez se completó el rodaje, se realizaron algunas
proyecciones de prueba, y el equipo de producción se vio enfrentado a un
problema con el final. Originalmente, el villano Ru’afo era expulsado al vacío
del espacio. Sin embargo, deseando crear una escena de acción en la que el
Enterprise apareciera, se optó porque el villano falleciera al estar dentro de
la instalación de drenaje mientras la nave transportaba a Picard salvándole a
tiempo. Debido a que el equipo de producción deseaba estrenar la película en
Navidad, no se realizaron más cambios.
Reconozco que de todas las películas de la Nueva Generación, esta
es la que menos me gustó. Evidentemente, el film tenía la gran dificultad de
suceder a “Primer Contacto”, que está entre mis favoritas.
El mayor problema,
desde mi punto de vista, era la falta de acción a lo largo de trama. Tampoco
destacaría la relación entre Picard y Anij, que me pareció poco elaborada y
menos creíble. Sin embargo me agradó el tema central, que abordaba la posible
corrupción de todo lo que la Federación de Planetas debía representar. La
película si logra presentar un dilema moral, y la dificultad de arriesgarse a
perderlo todo por hacer lo correcto en ocasiones cruciales. Al mismo tiempo, La
película también aborda la obsesión con la eterna juventud y el paso del
tiempo. Un gran acierto fue transmitir ese mensaje de vivir y disfrutar de la
intensidad del momento.
Sin embargo, el énfasis en la ya mencionada historia de amor de
Picard, provoca que el resto de la tripulación pase a un plano completamente
secundario. Uno de los propósitos era otorgar a la tripulación de unos lazos
más familiares; y creo que esto no se consiguió en ninguna de las cuatro. Sin
embargo, la película sigue siendo entretenida, como todos los films de la
franquicia.
Curiosamente, la siguiente, “Némesis”, fue más criticada cuando
personalmente la encontré mucho más interesante.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
El Teniente Comandante Data ha sido transferido temporalmente a un
planeta, donde un equipo de la Flota Estelar tiene la misión de observar a una
pacífica raza conocida como los Ba’ku, sin ser detectados. Durante su estancia en
el planeta, Data sufre un malfuncionamiento y decide revelar la presencia del
puesto de observación, deshabilitando los proyectores holográficos que lo
ocultaban. De esta forma, los Ba’ku descubren la presencia de la Flota Estelar
en su pacífico planeta.
El Almirante Matthew Dougherty contacta con el Enterprise-E,
solicitándole a Picard las esquemáticas del androide Data para lidiar con la
situación, asegurando que la presencia de la nave en el planeta no será
necesaria. El Capitán Picard decide ignorar las órdenes y acudir al planeta
para lidiar con Data. Con la ayuda de Worf, Picard consigue capturar a Data y
desactivarle, tras una persecución en ambas naves.
Tras lograr dicho objetivo,
el Almirante Dougherty insiste en que la presencia del Enterprise-E ya no es
necesaria en el planeta, lo cual comienza a despertar las sospechas de Picard.
Los miembros de su tripulación investigan que ha podido suceder con Data,
mientras Picard acude al planeta. Allí, descubre que los Ba’ku poseen capacidad
de curvatura y conocimientos de alta tecnología, pero que han decidido rechazar
el uso de los mismos para llevar unas vidas simples en comunión con la
naturaleza. Durante la estancia en el planeta, los miembros de la tripulación
comienzan a experimentar síntomas de rejuvenecimiento. Geordi La Forge descubre
que está recuperando la vista y no requiere de su visor. Riker y Deanna Troi
retoman la relación que ambos habían abandonado años atrás; mientras Worf
experimenta los síntomas de la pubertad Klingon. Por su parte, Picard observa
como su piel ha adquirido una tonalidad más joven, y desarrolla un interés
romántico hacia una mujer de los Ba’ku llamada Anij.
El Almirante Dougherty mantiene una alianza con una raza conocida
como los Son’a.
Los miembros de dicha raza están sumidos en la decrepitud, requiriendo
el uso de técnicas médicas para continuar con vida. El uso excesivo de cirugía
cosmética les ha otorgado un aspecto casi momificado. En el planeta, Picard
visita a Anij, quien le explica la razón de los cambios que ha experimentado su
tripulación. Los anillos del planeta emanan partículas metafasicas de una
radiación única, la cual hace que los que habitan allí mantengan una juventud
prácticamente eterna, convirtiéndoles en casi inmortales. Picard se da cuenta
de que lo que ha descubierto convierte el planeta en un tesoro de valor
incalculable, y decide investigar más. Data recuerda haber sufrido un disparo
mientras investigaba un lago cercano; y la tripulación y algunos de los Ba’ku
acuden al lugar. Allí descubren una nave de la Federación con un sistema de ocultación. Dentro, se
encuentra una enorme Holocubierta que reproduce la aldea de los Ba’ku. La
tripulación es atacada por algunos Son’a, y tras someterlos Data recuerda que
fueron ellos quien le atacaron al descubrir la nave.
Picard se enfrenta al Almirante Dougherty para descubrir que
algunos oficiales superiores de la Federación se han aliado con los Son’a para
usar la nave y trasladar a los Ba’ku a otro planeta a la fuerza. Esto permitirá
que los Son’a recolecten la radiación de los anillos, aunque el proceso
envenenara el planeta. El Almirante le ordena a Picard que el Enterprise se
marche, pero el Capitán declara que dicho plan viola los principios de la
Federación. Picard decide quedarse a proteger a los Ba’ku para que no sean
trasladados, y parte de su tripulación decide quedarse a ayudarle. Mientras
tanto, Riker parte en el Enterprise para alertar a la Federación de lo que está
ocurriendo. Picard dirige a los Ba’ku a las montañas, donde no podrán ser
transportados. Sin embargo, los Son’a envían sondas robóticas para
transportarles. El líder de los Son’a, Ru’afo, consigue convencer al Almirante
para que sus naves persigan y ataquen al Enterprise.
Durante el asedio al planeta, Picard, Anij y varios Ba’ku son transportados
y capturados por los Ba’ku. Picard le revela a Dougherty que los Son’a y los
Ba’ku son la misma raza, y que ha involucrado a la Federación en un
enfrentamiento personal.
Los Son’a son los hijos de los Ba’ku, que decidieron
abandonar el planeta un siglo atrás para abrazar el uso de la tecnología. Tras
haber intentado tomar el planeta por la fuerza, los Son’a fueron exiliados del
planeta, perdiendo el efecto rejuvenecedor de sus anillos. El Almirante decide
detener toda la operación, pero Ru’afo responde acabando con su vida,
decidiendo seguir adelante con el plan, aunque queden personas en el planeta.
Picard consigue convencer a un guarda Son’a, llamado Gallatin,
para que le ayude a detener a Ru’afo. Mientras tanto, Riker consigue destruir
las naves Son’a que perseguían al Enterprise. Picard consigue transportar a
Ru’afo y su tripulación a la Nave Holocubierta, y detiene el proceso de
recolección iniciado en otra nave. Sin embargo, Ru’afo descubre el engaño y
acude a la nave para reiniciar el proceso. Picar le sigue, y tras un
enfrentamiento consigue programar la autodestrucción de la nave. El Enterprise
llega a tiempo de transportar a Picard a lugar seguro; y Ru’afo muere en la
explosión. Los Son’a restantes son perdonas; y los Ba’ku les dan la bienvenida
de nuevo al planeta. Riker le informa a Picard que la Federación ha sido
informada de lo ocurrido y ha puesto a fin a cualquier plan relacionado con los
Ba’ku. Tras despedirse, Picard y su tripulación abandonan el planeta.
ESCENA
Riker consigue destruir a las naves Son’a que persiguen el
Enterprise.
Esta película la he encontrado bastante floja y aburrida, destaco que nuevamente Worf que sigue formando parte de la tripulación espacio profundo 9 vuelve a reencontrarse con su antigua tripulación, Picard que liga con Anij aunque la relación al final no puede ser, la amistad de Data con el niño y por último Riker y Troi vuelven a ser pareja algo que siempre quise que sucediera en la serie y que finalmente ha sucedido en esta película.
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