24 de Septiembre de 1986
TÍTULO ORIGINAL
The Name of the Rose
DIRECCIÓN
Jean-Jacques Annaud
PRODUCCIÓN
Bernd Eichinger
GUION
Andrew Birking, Gérard Brach, Howard Franklin, Alain Godard
Basado en la novela de Umberto Eco
REPARTO
Sean Connery (Guillermo de Baskerville), Christian Slater (Adso de Melk), Helmut Qualtinger (Remigio da Varagine), Elya Baskin (Severinus), Michael Lonsdale (El Abad), Volker Prechtel (Malaquías), Feodor Chaliapin Jr (Jorge de Burgos), William Hickey (Ubertino da Casale), Michael Habeck (Berengario), Urs Althaus (Venancio), Valentina Vargas (La Rosa), Ron Perlman (Salvatore), Leopoldo Trieste (Michele da Cesena), Franco Valobra (Jeremías de Kaffa), Vernon Dobtcheff (Hugh de Newcastle), Donald O’Brien (Pietro de Asís), Andrew Birkin (Cuthbert de Winchester), F. Murray Abraham (Bernardo Gui), Lucien Bodard (Cardenal Bertrand), Peter Berling (Jean D’Anneaux), Pete Lancaster (Obispo de Alborea), Dwight Weist (Voz de Adso anciano)
CINEMATOGRAFÍA
Tonino Delli Colli
BANDA SONORA
James Horner
DISTRIBUCIÓN
20th Century Fox
DURACIÓN
REPARTO
Sean Connery (Guillermo de Baskerville), Christian Slater (Adso de Melk), Helmut Qualtinger (Remigio da Varagine), Elya Baskin (Severinus), Michael Lonsdale (El Abad), Volker Prechtel (Malaquías), Feodor Chaliapin Jr (Jorge de Burgos), William Hickey (Ubertino da Casale), Michael Habeck (Berengario), Urs Althaus (Venancio), Valentina Vargas (La Rosa), Ron Perlman (Salvatore), Leopoldo Trieste (Michele da Cesena), Franco Valobra (Jeremías de Kaffa), Vernon Dobtcheff (Hugh de Newcastle), Donald O’Brien (Pietro de Asís), Andrew Birkin (Cuthbert de Winchester), F. Murray Abraham (Bernardo Gui), Lucien Bodard (Cardenal Bertrand), Peter Berling (Jean D’Anneaux), Pete Lancaster (Obispo de Alborea), Dwight Weist (Voz de Adso anciano)
CINEMATOGRAFÍA
Tonino Delli Colli
BANDA SONORA
James Horner
DISTRIBUCIÓN
20th Century Fox
DURACIÓN
126 minutos
ADSO DE MELK: “Maestro, ¿habéis estado alguna vez enamorado?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¿Enamorado? Muchas veces.”
ADSO DE MELK: “¿De veras?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Naturalmente, de Aristóteles, Ovidio, Virgilio, Tomas de Aquino…”
ADSO DE MELK: “No, quiero decir de una…”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¿No estarás confundiendo amor con lujuria?
ADSO DE MELK: “Tal vez, no lo se. Solo deseo su propio bien, deseo que ella sea feliz, deseo salvarla de su pobreza.”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¡O cielos!”
ADSO DE MELK: “¿Por qué ‘o cielos’?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Estas enamorado.”
ADSO DE MELK: “¿Y eso es malo?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Para un fraile representa ciertos problemas.”
CURIOSIDADES
ADSO DE MELK: “Maestro, ¿habéis estado alguna vez enamorado?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¿Enamorado? Muchas veces.”
ADSO DE MELK: “¿De veras?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Naturalmente, de Aristóteles, Ovidio, Virgilio, Tomas de Aquino…”
ADSO DE MELK: “No, quiero decir de una…”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¿No estarás confundiendo amor con lujuria?
ADSO DE MELK: “Tal vez, no lo se. Solo deseo su propio bien, deseo que ella sea feliz, deseo salvarla de su pobreza.”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “¡O cielos!”
ADSO DE MELK: “¿Por qué ‘o cielos’?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Estas enamorado.”
ADSO DE MELK: “¿Y eso es malo?”
GUILLERMO DE BASKERVILLE: “Para un fraile representa ciertos problemas.”
CURIOSIDADES
El director, Jean-Jacques Annaud se dirigió al autor de la novela, Umberto Eco, asegurándole que no había persona más indicada que él para llevar su obra a la gran pantalla. Su fascinación por el proyecto se debía a su profundo interés por las iglesias medievales, su familiaridad con el latín y el griego. Annaud se pasó cuatro años completos preparándose para la película, para lo cual viajó por toda Europa y Estados Unidos para poder hacerse con un reparto multiétnico que fuera interesante, y poseyera facciones realistas para dar sentido al estilo del film. Annaud llegó a reconocer su obsesión por contratar actores feos, lo cual consideraba común en la edad media.
Inicialmente, se resistió a darle el papel de William a Sean Connery porque sentía que un personaje que ya era mezcla entre Sherlock Holmes y William de Hockham, sería demasiado para un actor que además era conocido como su rol como James Bond. Sin embargo, no fue capaz de dar con un actor que resultara convincente para el mencionado papel, con lo que terminó por dárselo a Connery, quedando impresionado cuando realizó una lectura de prueba. Por otro lado, la decisión no fue para nada del agrado de Umberto Eco, y Columbia Pictures optó por retirarse del proyecto al considerar que la carrera de Connery ya había finalizado. Robert De Niro había hecho una prueba para el papel, pero Annaud terminó por rechazarle debido a su insistencia acerca de insertar un duelo de espadas entre los personajes de Guillermo de Baskerville y Bernardo Gui.
Christian Slater fue seleccionado tras una intensa selección entre varios adolescentes. Su escena con Valentina Vargas causó gran controversia. Para obtener más realismo por parte de Slater, Annaud no le explicó como se iba a desarrollar la escena. El joven tenía solo quince años en ese momento, mientras que Vargas tenía veintidós. De hecho, vargas se hizo con el papel gracias a que logró fascinar a Slater en la prueba de ambos. La madre del joven actor, se lo comentó al director, que encontró el suceso divertido, lo que le llevó a concederle el papel a Vargas, el único personaje femenino de toda la película.
Bernardo Gui es un personaje histórico real, que de hecho fue inquisidor durante la época que la película cubre. De hecho, llegó a condenar alrededor de novecientas personas, de las cuales cuarenta y dos fueron ejecutadas en tan solo quince años de oficio. Sin embargo, el personaje real no murió tal y como muestra le película, sino cuatro años después de los eventos del film, 1331, en el Castillo de Laroux.
Los exteriores e interiores de la Abadía fueron construidos como replica en una colina situados a las afueras de Roma, convirtiéndose en los decorados exteriores de mayor tamaño desde “Cleopatra”. Muchos de los interiores fueron filmados en la Abadía de Eberbach, en Alemania. La mayoría de los accesorios, que incluían manuscritos de época, fueron producidos específicamente para la película.
La película no funcionó bien en los Estados Unidos, donde fue estrenada en ciento setenta y seis cines. Tras un presupuesto de diecisiete millones de dólares, solo logró recaudar poco más de siente millones. La critica italiana y americana se mostró en contra del film, que sin embargo funcionó en toda Europa, y llegó a recaudar setenta y siete millones de dólares.
NOTA PERSONAL
Debía tener unos catorce años cuando vi la película por primera vez. Siempre me han gustado las películas de detectives, pero esta proporcionaba un novedoso estilo. Sin embargo, creo que lo que más me impactó en su momento fue su inquietante y abrumadora atmosfera. La Abadía causaba, y aún lo hace, un pánico desmesurado. Parecía una prisión, y el ambiente que se respiraba dentro era claustrofóbico.
Por otro lado creo que la fealdad y suciedad de muchos personajes, aportaba un aspecto original, a la hora de valorar su realismo, al que no por lo menos yo no estaba acostumbrado. Por supuesto, el misterio es llevado de una manera sublime, y consigue atrapar al espectador, dejando además cada paso que se da muy claro. El reparto no es solo realista en su aspecto, sino que además hace alarde de unas dotes interpretativas siempre sobresalientes.
Recuerdo que la vi por primera vez cuando la estrenaron por televisión. Mi primo Esteban la estaba viendo conmigo, y nuestra abuela también estaba allí. En cuanto llegó la famosa escena de sexo entre Adso y la rosa, mi abuela se levanto rezongando, y partió indignada para comunicar a nuestros respectivos padres que aquello no era adecuado para nosotros. La película le había gustado hasta entonces, pero… ¡Ay amigo! ¡El sexo era el sexo! Por fortuna, nuestros padres desecharon toda queja, y pudimos seguir viendo la película, pero aquel momento, lo recuerdo hasta hoy en día.
A parte del misterio que rodea a los asesinatos, la película cubre de manera eficiente muchos aspectos históricos de suma importancia. Los franciscanos eran observados como una evidente amenaza al clero que no estaba dispuesto a abandonar sus riquezas. El abismal contraste entre la mencionada riqueza, y la miseria del pueblo se muestra de manera tajante, en escenas como la llegada de los obispos en su carromato, mientras los plebeyos hundidos en el barro lo empujan colina arriba.
La tensión culmina en un logradísimo laberinto en forma de torre, donde me encanta el contraste entre el fascinado Fray Guillermo, que no ceja en su asombro por todas las obras que allí se encuentran, el aterrorizado Adso, que únicamente desea poder salir de allí cuanto antes.
En definitivamente me parece una película destinada a perdurar en los anales del tiempo, por lo que fueron aspectos innovadores, y varias tramas francamente interesantes, aún a día de hoy.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)
El monje franciscano, Guillermo de Baskerville y su novicio Adso de Melk, llegan a la Abadía de Benedictino, donde ha de suceder un debate entre su orden y una delegación del Papa, para discutir sobre la necesidad de riqueza por parte de la Iglesia. Nada más llegar, Guillermo se percata del ambiente tenso, y consigue que el Abad le explique que una extraña muerte ha tomado lugar en la Abadía. Es el propio Abad el que le solicita que investigue las misteriosas causas de la muerte, consciente de su capacidad para la deducción, antes de que los enviados para la conferencia lleguen.
Guillermo no tarda en deducir que la misteriosa muerte ha sido en realidad un suicidio. Sin embargo, esto da lugar a dos muertes más, otro monje aparece asesinado y sumergido en una tinaja, mientras que otro aparece ahogado, mientras tomaba un baño relajante. Un análisis de los cadáveres muestra manchas de tinta en un dedo y la lengua. Durante la investigación, la pareja conoce a un jorobado demente llamado Salvatore, y su fiel protector Remigio de Varagine que resultan compartir un oscuro pasado. Fray Guillermo no tarda en deducir que han sido miembros de una secta herética dedicada al asesinato del clero dedicado a enriquecerse. Dicha información le ayuda a obtener la colaboración de ambos. Mientras tanto, Adso conoce a una muchacha muda y plebeya con quien tiene un encuentro sexual, que provoca que el joven se enamore de ella, preocupándose por su futuro.
Mientras la comunidad de la Abadía comienza a sospechar la presencia del maligno entre sus paredes. Fray William y Adso logran descubrir una biblioteca medieval, en el laberinto de una torre principal, cuyo acceso esta prohibido. La investigación revela que las muertes giran alrededor de un libro que resulta ser la única copia existente de “El Segundo Libro de Poética” de Aristóteles. Más descubrimientos revelan que los que han fallecido, han leído el libro, que permanece en paradero oculto. Fray Guillermo deduce que el monje que se suicidio obtuvo el libro a cambio de favores sexuales del ayudante del bibliotecario. Este descubriría el cadáver de la segunda víctima y la arrastraría hasta la Tinaja para que las sospechas no cayeran sobre él. Sin embargo, tras leer el libro, se vería sumido en grandes dolores. Tratando de tomar un baño relajante, fallecería ahogado.
Las investigaciones se ven interrumpidas por la llegada de Bernardo Gui, miembro de la Inquisición, y antiguo rival de Fray Guillermo. Este le revela a Adso como se vio forzado a confirmar su sentencia a la hoguera de un hombre por el mero hecho de traducir una obra anticlerical. Por otro lado, los enviados del Papa, llegan para la conferencia, que no logra llegar a ningún acuerdo. Mientras un monje le comunica Fray William que ha localizado el libro. Por desgracia es asesinado por el Bibliotecario Malaquías, y el libro desaparece. Cuando Salvatore y la muchacha son descubiertos realizando ritos con un gallo y un gato negro, Bernardo decreta que son herejes responsables por las muertes en la Abadía. Bajo tortura, Salvatore confiesa su pasado hereje, incluyendo el de Remigio. Se celebra un juicio en el que Bernardo Gui reclama la cooperación del Abad y Fray Guillermo para que reafirmen su condena de culpabilidad, para enviar a Remigio, Salvatore y la muchacha a la hoguera. Fray Guillermo acepta que Remigio es culpable de un pasado herético, pero que no ha tenido nada que ver con las muertes de la Abadía. Dicho intento, no sirve para nada. Amenazado a ser torturado, Remigio termina por aceptar la culpabilidad de los asesinatos. Fray Guillermo es condenado a acompañar al Inquisidor a Roma.
Sin embargo, Malaquías muere ante todos, mostrando el dedo y la lengua manchado de tinta. Entre la confusión, Fray Guillermo y Adso escapan para introducirse de nuevo en el laberinto de la biblioteca. En esa ocasión, logran llegar a una sala donde se encuentran cara a cara con el Venerable Jorge, el miembro más anciano, y ciego, de la Abadía, con el libro. William logra concluir que el enorme odio del anciano hacia la comedia, ha causado que provoque los distintos asesinatos. El Venerable Jorge considera que la risa es el arma del diablo, pues elimina el miedo, y sin el miedo no puede existir la fe. Fray Guillermo comienza a leer el libro, y le hace ver al anciano que esta pasando las páginas con un guante. Fray Guillermo ha deducido que el Venerable Jorge ha impregnado cada esquina del libro con un veneno, de manera que al lamer el dedo para pasar las páginas, las victimas lo han ingerido falleciendo momentos más tarde. El Venerable Jorge arroja una vela que inicia un incendio en la torre de la Abadía.
Mientras tanto, Bernardo Gui inicia las ejecuciones públicas de Remigio, Salvatore y la muchacha. Los dos primeros comienzan a arder, cuando la congregación se percata del incendio en la Torre de la Abadía. Los plebeyos escogen ese momento para revelarse, salvando a la muchacha de las llamas. Bernardo Gui intenta escapar en su carromato, pero los aldeanos lo empujan por un barranco. El inquisidor acaba atravesado por una de sus propias maquinas de tortura.
En la torre, el Venerable Jorge fallece consumido por las llamas, y el libro de Aristóteles también se pierde, junto al resto de la colección. Fray Guillermo, acarreando varios libros que ha logrado salvar, y el joven Adso, consiguen salir ilesos del incendio. A la mañana siguiente, la pareja parte de la Abadía, y Adso se percata de que un poste de las ejecuciones no ha ardido como los otros dos. Al alejarse de la Abadía, Adso se encuentra con la muchacha, y durante un momento duda que camino tomar. Finalmente decide seguir a Fray Guillermo.
La voz de un Adso anciano, explica que nunca se arrepintió de la decisión que tomó, ya que aprendió mucho de Fray Guillermo. Sin embargo, con los años, el rostro de la muchacha es el que más ha visitado sus pensamientos, a pesar de que nunca llegó a saber su nombre.
ESCENA
Durante su investigación, Fray Guillermo se enfrasca en un debate con el Venerable Jorge sobre el propósito de la risa.
Inicialmente, se resistió a darle el papel de William a Sean Connery porque sentía que un personaje que ya era mezcla entre Sherlock Holmes y William de Hockham, sería demasiado para un actor que además era conocido como su rol como James Bond. Sin embargo, no fue capaz de dar con un actor que resultara convincente para el mencionado papel, con lo que terminó por dárselo a Connery, quedando impresionado cuando realizó una lectura de prueba. Por otro lado, la decisión no fue para nada del agrado de Umberto Eco, y Columbia Pictures optó por retirarse del proyecto al considerar que la carrera de Connery ya había finalizado. Robert De Niro había hecho una prueba para el papel, pero Annaud terminó por rechazarle debido a su insistencia acerca de insertar un duelo de espadas entre los personajes de Guillermo de Baskerville y Bernardo Gui.
Christian Slater fue seleccionado tras una intensa selección entre varios adolescentes. Su escena con Valentina Vargas causó gran controversia. Para obtener más realismo por parte de Slater, Annaud no le explicó como se iba a desarrollar la escena. El joven tenía solo quince años en ese momento, mientras que Vargas tenía veintidós. De hecho, vargas se hizo con el papel gracias a que logró fascinar a Slater en la prueba de ambos. La madre del joven actor, se lo comentó al director, que encontró el suceso divertido, lo que le llevó a concederle el papel a Vargas, el único personaje femenino de toda la película.
Bernardo Gui es un personaje histórico real, que de hecho fue inquisidor durante la época que la película cubre. De hecho, llegó a condenar alrededor de novecientas personas, de las cuales cuarenta y dos fueron ejecutadas en tan solo quince años de oficio. Sin embargo, el personaje real no murió tal y como muestra le película, sino cuatro años después de los eventos del film, 1331, en el Castillo de Laroux.
Los exteriores e interiores de la Abadía fueron construidos como replica en una colina situados a las afueras de Roma, convirtiéndose en los decorados exteriores de mayor tamaño desde “Cleopatra”. Muchos de los interiores fueron filmados en la Abadía de Eberbach, en Alemania. La mayoría de los accesorios, que incluían manuscritos de época, fueron producidos específicamente para la película.
La película no funcionó bien en los Estados Unidos, donde fue estrenada en ciento setenta y seis cines. Tras un presupuesto de diecisiete millones de dólares, solo logró recaudar poco más de siente millones. La critica italiana y americana se mostró en contra del film, que sin embargo funcionó en toda Europa, y llegó a recaudar setenta y siete millones de dólares.
NOTA PERSONAL
Debía tener unos catorce años cuando vi la película por primera vez. Siempre me han gustado las películas de detectives, pero esta proporcionaba un novedoso estilo. Sin embargo, creo que lo que más me impactó en su momento fue su inquietante y abrumadora atmosfera. La Abadía causaba, y aún lo hace, un pánico desmesurado. Parecía una prisión, y el ambiente que se respiraba dentro era claustrofóbico.
Por otro lado creo que la fealdad y suciedad de muchos personajes, aportaba un aspecto original, a la hora de valorar su realismo, al que no por lo menos yo no estaba acostumbrado. Por supuesto, el misterio es llevado de una manera sublime, y consigue atrapar al espectador, dejando además cada paso que se da muy claro. El reparto no es solo realista en su aspecto, sino que además hace alarde de unas dotes interpretativas siempre sobresalientes.
Recuerdo que la vi por primera vez cuando la estrenaron por televisión. Mi primo Esteban la estaba viendo conmigo, y nuestra abuela también estaba allí. En cuanto llegó la famosa escena de sexo entre Adso y la rosa, mi abuela se levanto rezongando, y partió indignada para comunicar a nuestros respectivos padres que aquello no era adecuado para nosotros. La película le había gustado hasta entonces, pero… ¡Ay amigo! ¡El sexo era el sexo! Por fortuna, nuestros padres desecharon toda queja, y pudimos seguir viendo la película, pero aquel momento, lo recuerdo hasta hoy en día.
A parte del misterio que rodea a los asesinatos, la película cubre de manera eficiente muchos aspectos históricos de suma importancia. Los franciscanos eran observados como una evidente amenaza al clero que no estaba dispuesto a abandonar sus riquezas. El abismal contraste entre la mencionada riqueza, y la miseria del pueblo se muestra de manera tajante, en escenas como la llegada de los obispos en su carromato, mientras los plebeyos hundidos en el barro lo empujan colina arriba.
La tensión culmina en un logradísimo laberinto en forma de torre, donde me encanta el contraste entre el fascinado Fray Guillermo, que no ceja en su asombro por todas las obras que allí se encuentran, el aterrorizado Adso, que únicamente desea poder salir de allí cuanto antes.
En definitivamente me parece una película destinada a perdurar en los anales del tiempo, por lo que fueron aspectos innovadores, y varias tramas francamente interesantes, aún a día de hoy.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el argumento)
El monje franciscano, Guillermo de Baskerville y su novicio Adso de Melk, llegan a la Abadía de Benedictino, donde ha de suceder un debate entre su orden y una delegación del Papa, para discutir sobre la necesidad de riqueza por parte de la Iglesia. Nada más llegar, Guillermo se percata del ambiente tenso, y consigue que el Abad le explique que una extraña muerte ha tomado lugar en la Abadía. Es el propio Abad el que le solicita que investigue las misteriosas causas de la muerte, consciente de su capacidad para la deducción, antes de que los enviados para la conferencia lleguen.
Guillermo no tarda en deducir que la misteriosa muerte ha sido en realidad un suicidio. Sin embargo, esto da lugar a dos muertes más, otro monje aparece asesinado y sumergido en una tinaja, mientras que otro aparece ahogado, mientras tomaba un baño relajante. Un análisis de los cadáveres muestra manchas de tinta en un dedo y la lengua. Durante la investigación, la pareja conoce a un jorobado demente llamado Salvatore, y su fiel protector Remigio de Varagine que resultan compartir un oscuro pasado. Fray Guillermo no tarda en deducir que han sido miembros de una secta herética dedicada al asesinato del clero dedicado a enriquecerse. Dicha información le ayuda a obtener la colaboración de ambos. Mientras tanto, Adso conoce a una muchacha muda y plebeya con quien tiene un encuentro sexual, que provoca que el joven se enamore de ella, preocupándose por su futuro.
Mientras la comunidad de la Abadía comienza a sospechar la presencia del maligno entre sus paredes. Fray William y Adso logran descubrir una biblioteca medieval, en el laberinto de una torre principal, cuyo acceso esta prohibido. La investigación revela que las muertes giran alrededor de un libro que resulta ser la única copia existente de “El Segundo Libro de Poética” de Aristóteles. Más descubrimientos revelan que los que han fallecido, han leído el libro, que permanece en paradero oculto. Fray Guillermo deduce que el monje que se suicidio obtuvo el libro a cambio de favores sexuales del ayudante del bibliotecario. Este descubriría el cadáver de la segunda víctima y la arrastraría hasta la Tinaja para que las sospechas no cayeran sobre él. Sin embargo, tras leer el libro, se vería sumido en grandes dolores. Tratando de tomar un baño relajante, fallecería ahogado.
Las investigaciones se ven interrumpidas por la llegada de Bernardo Gui, miembro de la Inquisición, y antiguo rival de Fray Guillermo. Este le revela a Adso como se vio forzado a confirmar su sentencia a la hoguera de un hombre por el mero hecho de traducir una obra anticlerical. Por otro lado, los enviados del Papa, llegan para la conferencia, que no logra llegar a ningún acuerdo. Mientras un monje le comunica Fray William que ha localizado el libro. Por desgracia es asesinado por el Bibliotecario Malaquías, y el libro desaparece. Cuando Salvatore y la muchacha son descubiertos realizando ritos con un gallo y un gato negro, Bernardo decreta que son herejes responsables por las muertes en la Abadía. Bajo tortura, Salvatore confiesa su pasado hereje, incluyendo el de Remigio. Se celebra un juicio en el que Bernardo Gui reclama la cooperación del Abad y Fray Guillermo para que reafirmen su condena de culpabilidad, para enviar a Remigio, Salvatore y la muchacha a la hoguera. Fray Guillermo acepta que Remigio es culpable de un pasado herético, pero que no ha tenido nada que ver con las muertes de la Abadía. Dicho intento, no sirve para nada. Amenazado a ser torturado, Remigio termina por aceptar la culpabilidad de los asesinatos. Fray Guillermo es condenado a acompañar al Inquisidor a Roma.
Sin embargo, Malaquías muere ante todos, mostrando el dedo y la lengua manchado de tinta. Entre la confusión, Fray Guillermo y Adso escapan para introducirse de nuevo en el laberinto de la biblioteca. En esa ocasión, logran llegar a una sala donde se encuentran cara a cara con el Venerable Jorge, el miembro más anciano, y ciego, de la Abadía, con el libro. William logra concluir que el enorme odio del anciano hacia la comedia, ha causado que provoque los distintos asesinatos. El Venerable Jorge considera que la risa es el arma del diablo, pues elimina el miedo, y sin el miedo no puede existir la fe. Fray Guillermo comienza a leer el libro, y le hace ver al anciano que esta pasando las páginas con un guante. Fray Guillermo ha deducido que el Venerable Jorge ha impregnado cada esquina del libro con un veneno, de manera que al lamer el dedo para pasar las páginas, las victimas lo han ingerido falleciendo momentos más tarde. El Venerable Jorge arroja una vela que inicia un incendio en la torre de la Abadía.
Mientras tanto, Bernardo Gui inicia las ejecuciones públicas de Remigio, Salvatore y la muchacha. Los dos primeros comienzan a arder, cuando la congregación se percata del incendio en la Torre de la Abadía. Los plebeyos escogen ese momento para revelarse, salvando a la muchacha de las llamas. Bernardo Gui intenta escapar en su carromato, pero los aldeanos lo empujan por un barranco. El inquisidor acaba atravesado por una de sus propias maquinas de tortura.
En la torre, el Venerable Jorge fallece consumido por las llamas, y el libro de Aristóteles también se pierde, junto al resto de la colección. Fray Guillermo, acarreando varios libros que ha logrado salvar, y el joven Adso, consiguen salir ilesos del incendio. A la mañana siguiente, la pareja parte de la Abadía, y Adso se percata de que un poste de las ejecuciones no ha ardido como los otros dos. Al alejarse de la Abadía, Adso se encuentra con la muchacha, y durante un momento duda que camino tomar. Finalmente decide seguir a Fray Guillermo.
La voz de un Adso anciano, explica que nunca se arrepintió de la decisión que tomó, ya que aprendió mucho de Fray Guillermo. Sin embargo, con los años, el rostro de la muchacha es el que más ha visitado sus pensamientos, a pesar de que nunca llegó a saber su nombre.
ESCENA
Durante su investigación, Fray Guillermo se enfrasca en un debate con el Venerable Jorge sobre el propósito de la risa.