8 de Noviembre de 1956
TÍTULO ORIGINAL
The Ten Commandments
DIRECCIÓN
Cecil B. DeMille
PRODUCCIÓN
Cecil B. DeMille
GUION
Aeneas MacKenzie, Jesse L. Lasky Jr, Jack Gariss, Fredric M. Frank
Aeneas MacKenzie, Jesse L. Lasky Jr, Jack Gariss, Fredric M. Frank
Basado en “El Príncipe de Egipto”
de Dorothy Clarke Wilson, “El Pilar de Fuego” de Joseph Holt Ingraham, “On
Eagle’s Wings” de Arthur Eustace Southon, y las Sagradas Escrituras
REPARTO
Charlton Heston (Moisés), Yul
Brynner (Ramsés II), Anne Baxter (Nefertari), Edward G. Robinson (Datán),
Yvonne De Carlo (Séfora), Debra Paget (Lilia), John Derek (Josué), Sir Cedric
Hardwicke (Seti), Nina Foch (Bithiah), Martha Scott (Yochabed), Judith Anderson
(Memnet), Vincent Price (Baka), John Carradine (Aarón), Olive Deering (Míriam),
Babette Bain (Pequeña Míriam), Douglass Dumbrille (Janes), Frank de Kova
(Abiram), Henry Wilcoxon (Pentaur), Eduard Franz (Jetró), Donald Curtis
(Mered), Lawrence Dobkin (Hur), H.B. Warner (Aminadab), Julia Faye (Elisheba)
CINEMATOGRAFÍA
Loyal Griggs
BANDA SONORA
Elmer Bernstein
DISTRIBUCIÓN
Paramount Pictures
Paramount Pictures
DURACIÓN
220 minutos
220 minutos
RAMSÉS II: “Has triunfado Moisés.
El pie de un esclavo logra aplastar a Egipto. Fuiste salvado del Nilo para ser
mi maldición. Tu sombra se interpuso entre mi padre y yo, entre yo y mi propia
fama, y también entre mi Reina y yo. Tu sombra colma ahora todos esos hechos
con la muerte. Iros de entre nosotros tú y tu pueblo. Os dejo libres.”
MOISÉS: “No creas que son tus
poderes, ni que es mi mano lo que nos hace libres. Nos ha libertado el poder de
Dios.”
El aclamado director Cecil B. DeMille ya había dirigido
una película muda y en blanco y negro, titulada “Los Diez Mandamientos” y
estrenada en 1923. Treinta y tres años más tarde, decidió realizar un remake,
aunque con una trama más extendida, con la intención de crear una
superproducción dotada de innovadores efectos especiales. Cuatro guionistas se
encargaron de adaptar los trabajos de Dorothy Clarke Wilson, Joseph Holt
Ingraham y Arthur Eustace Southon. La intención era ampliar la historia de
Moisés, más allá de las revelaciones incluidas en la Biblia.
Henry Noerdlinger
ejerció de investigador para dicha amplificación de la trama. Para ello
consultó textos históricos como el Midrash Rabbah, “La Vida de Moisés” de Filón
de Alejandría, y los escritos de Tito Flavio Josefo y Eusebio de Cesarea. Esta
ardua labor de investigación ayudó a introducir los años perdidos de la vida de
Moisés.
Charlton Heston ya había trabajado con DeMille en la
película “El Mayor Espectáculo del Mundo” (1952). Logró hacerse con el papel de
Moisés al impresionar al director durante las pruebas de selección, con sus
conocimientos sobre el antiguo Egipto. Curiosamente, aunque Moisés vivió en
algún momento del comienzo del Imperio Nuevo de Egipto, los conocimientos de
Heston estaban concentrados en el Imperio Antiguo de Egipto. De todas formas,
DeMille quedó tan impresionado que optó por concederle el papel de Moisés. Su
hijo recién nacido, Fraser, apareció como el bebé Moisés con tan solo tres
meses. El papel de Nefertari fue uno de los más solicitados durante el proceso
de selección en 1954.
Se consideraron a actrices como Ann Blyth, Vanessa Brown,
Joan Evans, Rhonda Fleming, Colleen Gray, Jane Griffiths, Audrey Hepburn, Jean
Marie, Vivien Leigh, Jane Russell, y Joan Taylor para el papel. DeMille se
decantaba por Audrey Hepburn, pero la descartó debido a su figura, siendo
demasiada delgada para el vestuario diseñado para el personaje. Finalmente se
decantó por Anne Baxter, quien curiosamente había sido considerada para el
papel de Séfora. Yul Brynner tuvo un año bastante movido, ya que también
protagonizó grandes películas como “Anastasia” y “El Rey y Yo”, estrenadas el
mismo año.
La película fue rodada en lugares reales, más
específicamente Egipto, el Monte Sinaí y la Península Sinaí. Contó con uno de
los decorados más grandes creados para una película. John P. Fulton se encargó
de los impresionantes efectos especiales, de entre los cuales el más destacable
fue el de la separación de las aguas del Mar Rojo.
Para realizar dicho efecto
se necesitaron seis meses de rodaje, combinando escenas rodadas en las costas
del Mar Rojo en Egipto, con escenas rodadas en los Estudios Paramount en
Hollywood, requiriendo de n un enorme tanque de agua, dividido en forma de U.
El tanque contenía más de un millón de litros de agua liberados por ambas
partes.
La película recibió siete nominaciones a los Oscars, pero
curiosamente solo se hizo con el Oscar a los Mejores Efectos Visuales. Fue
nominada a Mejor Película, Mejor Dirección Artística en color, Mejor
Cinematografía, y Mejor Montaje, perdiendo en estas cuatro categorías contra
“La Vuelta al Mundo en Ochenta Días”. También fue nominada a Mejor Sonido y
Mejor Diseño de Vestuario perdiendo en estas categorías contra “El Rey y Yo”.
La película no recibió nominación alguna ni para los actores principales ni
para los secundarios. Sin embargo, se convirtió en una de las películas más
exitosas a nivel financiero en la historia del cine, logrando recaudar casi
ciento veintitrés millones de dólares en su estreno.
También fue la segunda
película de éxito en toda la década.
Clásica película de Semana Santa, emitida innumerables veces en
televisión. Evidentemente, yo también vi la primera película por primera vez en
televisión. Siempre he sido un gran admirador de este tipo de
superproducciones, y la verdad es que “Los Diez Mandamientos” se lleva la palma
en esta categoría. La he visto en numerosas ocasiones, y la verdad es que para
ser una película de tanta duración siempre se me ha hecho bastante corta. Los
actores son sublimes, los diálogos cuidados manteniendo un estilo propio de una
historia centrada en el Antiguo Testamento, y los efectos especiales son
simplemente espectaculares, sobre todo considerando las limitaciones de la
época. Algunas de esas escenas se han merecido con creces contar entre las
mejores de la historia del cine, y particularmente me estoy refiriendo a la
formidable escena de las aguas del Mar Rojo abriéndose. Dicha escena no solo
impresiona, sino que además es sobrecogedora.
La química entre Charlton Heston y Yul Brynner es excepcional,
mostrando ese conflicto “familiar” y esa rivalidad desde extremos radicalmente
opuestos. Aunque Moisés representa el bien absoluto en la película, siempre me
fascinó el personaje de Ramsés, quien poco a poco se ve desplazado, perdiéndolo
todo ante la perfección de su hermano. Es una base muy lógica para el surgir de
un gran villano. El personaje de Nefertari también sufre una interesante
evolución, interpretado por la genial Anne Baxter. Formidable comprobar cómo
termina sacrificando todos sus principios en vano, sufriendo a cambio terribles
perdidas.
Nunca he analizado demasiado los elementos religiosos de este tipo
de películas, ya que siempre me concentrado más en analizar la trama humana que
esconden, siempre mucho más interesantes. Independientemente de esto, más al
libre albedrio de cada uno, la película siempre me ha fascinado de principio a
fin.
HISTORIA (esta sección contiene detalles de la trama y el
argumento)
El Faraón Ramsés I de Egipto ordena que se acabe con la vida de
todo primogénito hebreo, temeroso de una profecía que anuncia la caída de su
imperio tras la llegada de un libertador que acabara con la esclavitud. Una
mujer hebrea llamada Yochabed salva a su bebé al enviarlo en una cesta por el
Nilo. Bithiah, hija del Faraón, ha perdido recientemente a su esposo y la
esperanza de tener hijos. Al encontrarse con el bebé, decide adoptarle, aunque
su esclava Memnet reconoce que el niño es hebreo y se muestra en contra. El
Príncipe Moisés crece para convertirse en un gran General, alzándose con la
victoria en una guerra contra Etiopia y regresando a Egipto tras haber creado
una alianza con ellos. Nefertari, princesa prometida al próximo Faraón de
Egipto, se ha enamorado de Moisés, y el sentimiento es reciproco. Sus victorias
provocan los celos desatados de Ramsés II, hijo del nuevo Faraón Seti, quien a
su vez es hermano de Bithiah.
Ramsés II no ha llevado a cabo la construcción de la nueva ciudad
para honrar al Faraón, por lo que la tarea recae sobre Moisés. Durante la
construcción, una anciana está a punto de ser aplastada por un bloque, lo que
provoca que Moisés reprenda al maestro de construcción Baka. Moisés libera a la
anciana, ignorando que es su madre biológica, Yochabed. Moisés también conoce a
un picapedrero llamado Josué, quien le habla acerca del Dios Hebreo. Moisés
crea varias reformas relacionadas con el tratamiento de los esclavos,
provocando que Ramsés II le acuse de incitar una revolución. Moisés le
demuestra al Faraón que sus reformas han ayudado a que el proyecto se culmine
de forma efectiva. Impresionado, el Faraón proclama a Moisés como el próximo
Faraón de Egipto. Sin embargo, Seti también le ordena a Ramsés II que encuentre
al llamado Libertador. Al descubrir la proclamación del Faraón, Memnet le
revela a Nefertari que Moisés es hijo de esclavos hebreos, y que está dispuesta
a contárselo a Ramsés. Para impedirlo Nefertari mata a Memnet, pero se ve
obligada a revelarle la verdad a Moisés, cuando este encuentra un trozo del
paño en el que fue envuelto de niño.
Moisés visita a Bithiah para descubrir la
verdad, y la sigue hasta la casa de Yochabed. Allí, descubre la verdad,
reencontrándose con su madre, y conociendo sus hermanos Aarón y Míriam.
Una vez su origen ha sido revelado, Moisés decide pasar tiempo
trabajando entre los esclavos para aprender más acerca de sus vidas. Nefertari
le implora que vuelva a palacio, y así pueda ayudar a su gente cuando sea
Faraón. Al mismo tiempo, Baka decide llevarse a Lilia, prometida de Josué,
quien es capturado intentando rescatarla. Moisés acude en su ayuda acabando con
la vida de Baka, confesando sus orígenes a Josué, quien le reconoce como el
Libertador. Sin embargo, Datán escucha la confesión de Moisés y se la revela a
Ramsés, a cambio del puesto de maestro constructor y Lilia. Al descubrir la
verdad, Ramsés arresta a Moisés y lo presenta ante Seti como el Libertador.
Moisés niega ser el Libertador ante Seti, pero reconoce que haría lo posible
por liberar a su pueblo. Seti ordena que el nombre de Moisés quede borrado de
todo registro, documento o monumento, y declara a Ramsés como el próximo
Faraón.
Ramsés, consciente de la devoción de Nefertari hacia Moisés, decide no
ejecutarle, pero lo exilia en el desierto. También le informa de que su
verdadera madre ha fallecido, antes de entregarle un manto tejido por ella.
Moisés vaga por el desierto, donde está a punto de fallecer de
hambre y sed antes de llegar a un pozo en la tierra de Madián. Allí, defiende a
siete hermanas del ataque de amalequitas, que intentan expulsarlas del pozo.
Agradecidas, las jóvenes le llevan ante su padre Jetró, devoto creyente en Dios
y pastor. Jetró le otorga un lugar en su hogar, y Moisés se enamora y casa con
Séfora, su hija mayor. Los años pasan y Moisés se convierte en padre, mientras
que el Faraón Seti fallece en Egipto. Ramsés se convierte en el nuevo Faraón.
En Madián, Moisés se reencuentra con Josué, quien ha escapado de las minas a
las que había sido condenado. En el Monte Sinaí, Moisés se encuentra con una
zarza ardiendo, y escucha la voz de Dios por primera vez. Dios le ordena que
regrese a Egipto para liberar a su pueblo.
Moisés llega a la corte del Faraón, donde le exige que libere a su
pueblo. Cuando Ramsés se niega, Moisés convierte su báculo en una cobra. El
hechicero del Faraón, Janes, hace lo mismo pero la cobra de Moisés devora a la
suya. Como castigo a su insolencia, Ramsés decreta que los hebreos no obtengan
paja para hacer sus ladrillos, haciendo de su labor una tortura. Los hebreos se
enfurecen dispuestos a lapidar a Moisés, pero Nefertari envía a buscarle en ese
momento. Nefertari intenta reanudar su relación con Moisés, quien la rechaza
haciéndole saber que está casado y tiene una nueva misión. Ramsés se muestra
reticente a liberar a los esclavos, por lo que a través de Moisés, Dios
comienza a asolar Egipto con plagas divinas. Moisés transforma las aguas del
Río Nilo en sangre durante el festival del dios Jnum, y poco después provoca
una tremenda tormenta de granizo y largos días de oscuridad. Ante la negativa
persistente de Ramsés, Moisés anuncia que la próxima plaga será convocada por
el propio Faraón.
Ramsés está a punto de ceder, pero la celosa Nefertari le provoca
haciéndole ver lo que débil que parecerá.
Enfurecido ante las plagas y las
peticiones de ceder por parte de sus ministros, Ramsés ordena que al día
siguiente todos los primogénitos de los hebreos sean asesinados. Arrepentida, Nefertari
se reúne con Séfora, a quien advierte del peligro aconsejándole que parta con
su hijo en una caravana que se dirige a Madián. Sin embargo, Moisés le comunica
que serán los primogénitos de los egipcios quienes morirán esa noche, incluido
el propio hijo de Nefertari. La Reina de Egipto le recuerda que ha acudido a
ayudarles, y que está convencida de que su hijo no morirá por ello. Moisés
ordena a los hebreos que cubran los marcos de sus puertas con sangre de
cordero, ya que así el Ángel de la Muerte no se llevará a sus primogénitos. Esa
noche, el Angel de la Muerte visita Egipto en forma de niebla. Bithiah se
reencuentra con Moisés, siendo invitada a su casa esa noche. Los primogénitos
de Egipto fallecen, incluyendo al hijo de Ramsés y Nefertari. Tras la oscura
noche, Ramsés convoca a Moisés a quien le ordena que abandone Egipto en
compañía de su pueblo.
Los esclavos abandonan Egipto liderados por Moisés, incluyendo a
Datán, cuya puerta fue cubierta por sangre de cordero por Josué, quien sigue
amando a Lilia. Ramsés pasa los siguientes días implorándole al dios Socar que
devuelva la vida a su hijo, sin éxito. Enfurecida, Nefertari vuelve a
provocarle con éxito, y Ramsés reúne a todos sus ejércitos para que exterminen
a los esclavos. La comitiva de Moisés se encuentra ante la costa del Mar Rojo,
donde divisan al ejército de Ramsés aproximándose. Sin embargo, los egipcios
son bloqueados por un inmenso pilar de fuego, mientras Moisés hace que las
aguas del Mar Rojo se separen revelando un sendero para que los hebreos
escapen. Es entonces cuando el pilar de fuego desaparece, y Ramsés ordena que
su ejército les persiga, optando por quedarse atrás. A medio camino, las aguas
se cierran acabando con todos los egipcios, mientras un desesperado Ramsés
observa desesperado. De regreso a Egipto, Ramsés se ve incapaz de acabar con su
manipuladora esposa, declarando que el dios de Moisés es Dios.
Los antiguos esclavos llegan a los lindes del Monte de Sinaí,
donde aguardan mientras Moisés parte a la cima en compañía de Josué. Durante su
ausencia, Datán incita a los hebreos a perder la fe y les anima a regresar a
Egipto. Para ello, les ordena que acumulen todo el oro que han sacado de
Egipto, obligando a Aarón a que lo utilice para crear un becerro de oro que
presentar ante el Faraón. Todos se sumen en orgías y corrupción, con la
excepción de algunos como Séfora y Bithiah. En lo alto del Monte Sinaí, Moisés
es testigo de cómo Dios crea sus Diez Mandamientos en dos tablas de piedra.
Tras esto, se reúne con Josué y desciende para encontrarse con todo su pueblo
sumido en el pecado. Enfurecido, Moisés arroja las tablas sobre el ídolo, que
explota provocando la muerte de Datán y sus seguidores. Por su pecado, Dios
condena a su puebla a pasar cuarenta años viajando por el desierto, hasta que
la generación de pecadores ha perecido. Finalmente, los antiguos esclavos
llegan a la tierra prometida, a orillas del Río Jordan. Ya un anciano, Moisés
no puede entrar en la tierra prometida, debido a su desobediencia ocasional, y
escoge a Josué como su sucesor. Tras despedirse de Séfora, parte para encontrar
su destino.
ESCENA
Sin duda una de las escenas más memorables de la historia del
cine, las aguas del Mar Rojo se separan para permitir que el pueblo de Israel
pueda escapar del Faraón.
Si que es verdad que los 10 mandamientos junto con Ben-Hur, rey de reyes, quo vadis, la túnica sagrada siempre la echan en semana santa yo curiosamente la primera vez que vi esta película no fue en la tele sino en vhs en mi familia siempre hemos sido muy cinéfilos y siempre hemos estado comprando películas recuerdo que el día que me compraron mis padres en vhs Alicia en el país de las maravillas ellos se compraron los diez mandamientos.
ResponderEliminarCon respecto a la película a mi me encanta tanto la parte que respeta las escrituras de la Biblia como la parte ficticia made in Hollywood, para empezar tenemos un reparto de lujo Charton Heston en el papel de Moisés que más tarde repetiría en el genero religioso con ben-hur, Martha Scott que hace de su madre biológica y que luego haría de madre de Charton Heston otra vez en Ben-Hur, Yul Brynner, Anne Baxter una actriz excelente basta con verla en la genial Eva al desnudo para ver lo buena actriz que es, Yvonne de carlo que años después haría de Lily Monster, Edward G. Robinson, Judith Anderson que interpretó a la malvada ama de llaves en Rebeca y Vincent Price.
Los efectos especiales para ser de la época son impresionantes, de la historia de Moisés siempre me gustó el principio cuando Josabel se ve obligada a abandonar a su hijo para que no lo maten y luego Bitia lo recoge y lo adopta como hijo, la trama amorosa también me encanta lo de Moisés y Nefertari es al más puro estilo Hollywood ya que en la Biblia la vida amorosa de Moisés se reduce a que se casó con Séfora y poco más cosa que luego sucede profundizando también en esa relación y luego ver que a pesar de los años Nefertari nunca ha dejado de amar a Moisés aunque como dices se sacrifica para luego ser castigada por Dios por la maldad de Ramsés, otra trama amorosa secundaria es la de Josué y Lilia que hasta que Moisés no libera a su pueblo la pobre Lilia va pasando de un amo a otro sin poder estar con el hombre que verdaderamente ama que es Josué.
Luego se han hecho más versiones como la famosa versión animada del príncipe de Egipto película que me encantó mucho también y ahora la última versión de Christian Bale que no he visto pero dicen que no llega a la altura de la versión de Charton Heston.
También lo que tienen en común todas estas superproducciones religiosas de los 50 es su extensa duración.